
La embarcación alcanzó la última etapa de equipamiento en el astillero de la localidad de Concarneau (Francia) luego de 19 meses desde el inicio de su construcción.
El 1 de octubre pasado el astillero Naval Group botó el primer patrullero de construcción integral francesa destinado a la flota de la Armada Argentina. Se trata del segundo de una serie de cuatro,-tres nuevos y uno usado-, adquiridos a Francia.
El primero, (P 51) ARA Bouchard, se incorporó en febrero pasado a la División de Patrullado Marítimo con asiento en Mar del Plata, es de segunda mano, ex L’Adroit de la marina francesa y debutó con la captura de un pesquero chino que operaba ilegalmente dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina.

El Piedrabuena al mando del capitán de fragata Patricio Vega está en la etapa de integración de sistemas, la instalación de sensores, centro de comando y control, sistema de gestión de combate Polaris, interconexión de la planta motriz, incorporación del armamento: el sistema MARLIN–WS; provisto por la empresa italiana Leonardo; que opera de forma remota un cañón de 30 mm, pedido específico de los marinos criollos para contar con un arma de última generación, con sistema de dirección y control de tiro de operación diurna y nocturna, con capacidad para batir múltiples amenazas a la vez aunque no es un sistema de guerra, sino más bien apto para teatros operacionales de muy baja intensidad. El patrullero Bouchard que en la actualidad está desplegado en misión de control marítimo aún no dispone del cañón. La pieza de artillería quedó demorada en la UE por el impacto de la pandemia en los trámites logísticos de traslado a la Argentina. Este patrullero sólo cuenta con ametralladoras de 12.7 mm para repeler o disuadir pesqueros ilegales.

El Gobierno anterior autorizó la cifra de 319.034.689 euros para la compra de los cuatro OPV (sigla inglesa de ocean patrol vessel). El astillero francés constructor ofreció financiar a través de entidades bancarias el 100 por ciento del contrato comercial con 5 años de gracia, a tasa soberana. Tocó a la gestión de Alberto Fernández desembolsar cuotas en pago del contrato financiero, en junio, 13 millones de euros que se repetirá en diciembre venidero con el mismo monto. Miradas actuales apuntan que los argentinos se endeudaron para darles trabajo a los franceses. En otra etapa de la Argentina que no es el presente, Astilleros Río Santiago, construyó buques de mayor complejidad tecnológica, como las corbetas Meko 140, aunque el programa de entrega de los 2 últimos buques de la serie de 6 estuvo paralizado casi 10 años por el eterno problema presupuestario.

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