DEF dialogó con el especialista en Defensa Fabián Calle para conocer su visión respecto a los temas que atraviesan la temática, desde el manejo de los recursos naturales hasta los ejes estratégicos que deberían tener en cuenta nuestras Fuerzas Armadas.
En el marco de una serie de entrevistas que formarán parte de un libro que será publicado por la Editorial Taeda este 2019, Fabián Calle, director académico del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) y especialista en Defensa por la National Defense University of Washington, repasó las distintas aristas que comprenden a la actualidad de la Defensa a nivel global y en particular en la Argentina. El académico hizo hincapié en que "la mejor manera de proteger nuestros recursos naturales estratégicos es mediante alianzas internacionales inteligentes, una buena gestión de lo público y con el apoyo del instrumento de la Defensa".
Calle es licenciado en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires y magíster en Relaciones Internacionales de la Universidad de Bologna.
La mejor manera de proteger nuestros recursos naturales es mediante una buena gestión de lo publico, y a su vez apoyado por un instrumento que es la defensa. Foto: Fernando Calzada.
-¿Qué lugar ocupan los recursos naturales en una renovada competencia geopolítica y cuáles serían las posibles consecuencias de conflictos en países con reservas, como los sudamericanos?
-Los recursos naturales son activos importantes para la Región y la Argentina. El país está en la agenda del mundo por sus desarrollos en energía nuclear y en tecnología satelital, por ser proveedor de alimentos y materias primas, por sus recursos naturales y por el paso estratégico natural que posee entre los dos océanos. China necesita esos activos y se los podemos vender, porque Estados Unidos también les vende estos recursos. Estas naciones tienen un comercio bilateral de 700.00 millones de dólares, 100.000 millones más que el PBI argentino; o sea que comercian por año más de una Argentina entera. Somos una zona muy relevante en materias primas estratégicas, algunas tradicionales y otras nuevas, como el litio. Argentina tiene la tercera reserva de litio más importante del mundo. Por su parte, Vaca Muerta es la segunda reserva de shale gas del mundo. Argentina va a exportar en los próximos diez años lo que hoy exporta en soja en energía de Vaca Muerta. Existirá toda una cosecha y un poco más solo derivada de la energía.
-Se habla de una competencia geopolítica por el control de los bienes comunes globales: alta mar, ciberespacio, espacio exterior y aéreo. ¿Cómo cree que la Defensa argentina podría hacer frente a estos desafíos?
-En el caso del ciberespacio, existen potencialidades. Los argentinos somos bastante buenos en temas vinculados al software. Varios de los emprendimientos empresariales nacionales más importantes de la Región, por ejemplo Mercado Libre, están dedicados a la tecnología. Es un área que tiene prensa y cae bien. Hay un gran campo de desarrollo en ciberseguridad con apoyo de países amigos y capacidades propias. De hecho, le compró a Israel tecnología de ciberseguridad.
-¿Y el control del espacio marítimo?
-Una de las pocas cosas inteligentes que hizo Argentina en los últimos diez años fue lograr agrandar su plataforma continental a partir de la última extensión. Incorporamos un territorio equivalente a la superficie continental, pero ahora hay que patrullarlo, con barcos, drones, aviones, etc. Este tema es muy importante por los recursos naturales presentes y futuros que se pueden explotar.
”En el espacio aéreo hay que hacer una debida radarización. No es tan difícil”. Foto: Fernando Calzada.
-¿Qué sucede con la Defensa a nivel aéreo?
-En el espacio aéreo lo que hay que hacer es una debida radarización del territorio, con una Fuerza Aérea medianamente digna que sirva de factor de disuasión frente a cualquier amenaza estatal y no estatal. No es tan difícil. La idea de que hacer un cacth up de la Defensa es imposible es falaz. Esa falacia no tiene en cuenta la cantidad de dinero que ha perdido el Estado argentino en corrupción y en obras inconclusas. ¿Cuántas veces armamos la Defensa? La mejor manera de proteger nuestros recursos naturales estratégicos es mediante alianzas internacionales inteligentes, una buena gestión de lo público y con el apoyo del instrumento de la Defensa.
-¿Puede la Argentina jugar un papel dentro del sistema internacional a través de la participación de sus Fuerzas Armadas en alianzas internacionales?
-Argentina tuvo un rol muy destacado en operaciones de paz y asistencia en desastres humanitarios, y lo debe volver a tener readaptado a la época, tiempo y espacio. El país cuenta con un gran prestigio en el mundo en el tema Cascos Azules, en medicina forense, y en operativos de búsqueda y rescate. Argentina tiene un activo que claramente se va marginando y olvidando, pero hay que aprovechar que todavía hay en las Fuerzas Armadas gente que ha estado en Chipre, Angola, Haiti, Colombia, etc. Entonces, Argentina tiene instrumentos en soft power. Somos un país que en general no es considerado agresivo o problemático, más allá de que lo somos entre nosotros mismos.
– ¿Debería estar nuestro país en la OTAN?
-No, Argentina no tiene nada que hacer en la OTAN. Hemos hecho muchas cosas incoherentes en la vida, pero pertenecer al Atlántico Norte nos es geográficamente imposible. Lo que sí hay que tener es un gran vínculo con esos países, con Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña. Argentina tendría que desarrollar y cultivar los vínculos de Defensa y de Seguridad en el plano internacional, y más aún con los países que tienen valores y principios semejantes a los nuestros. Por ejemplo, mantener y reforzar el vínculo extra OTAN que tenemos con Estados Unidos. Se trata de un vínculo directo que tenemos desde 1997, y que no perdimos ni siquiera en los peores momentos. Estuvieron por sacarnos esa categoría en 2005 cuando fue la contracumbre de Mar del Plata. El Pentágono analizó sacarlo, pero lo pensó con la cabeza fría y lo conservaron. Es un vínculo muy importante. Se puede recuperar también la oficina de enlace que teníamos en la OTAN.
“El país cuenta con un gran prestigio en el mundo en el tema Cascos Azules, en medicina forense, y en operativos de búsqueda y rescate”. Foto: Fernando Calzada.
-En síntesis, ¿cómo cree que esta transformación en ciernes del orden internacional impactará sobre la Defensa argentina?
-En la Argentina no hay ningún sector político relevante al que le interese la Defensa. Ya sea por prejuicios ideológicos –somos un país donde nadie se reconoce de "derecha"– o porque siempre hay otra prioridad. El espectro político argentino es del centro a la izquierda. De la derecha no hay nadie. ¿Cómo nuestros políticos ven el tema de Defensa? Cómo algo que los derechiza. El tema de la Defensa en la Argentina es muy difícil. Tenemos dos opciones que podrían llegar a cambiar el panorama: uno es un gran susto, por ejemplo, que perdamos una porción de nuestro territorio. Argentina en términos geopolíticos está viviendo de la piedad de quien nos detesta. Sabemos que en varios de nuestros países vecinos hay una inercia de cierto redentismo nacionalista. Recientemente, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, les entregó medallas a los que se movilizaron en diciembre del 78 en el conflicto de Beagle. Eso muestra que hay una inercia en ese sentir. La segunda posibilidad es que los países importantes, como ha sucedido en el G20, nos digan que necesitan que tengamos un sistema de defensa sólido. Especialmente Estados Unidos. Por ese lado, podría llegar a haber un avance. Pero siempre está la excusa de la crisis, las prioridades. De todas formas, aun en la época de las "vacas gordas" tampoco hicimos nada. Tenemos que prepararnos para la próxima etapa de la Argentina, que entrará en uno o dos años en una "fase de bolsillo". Hay que estar en ese momento para presentar a la Defensa como una prioridad.(Source/Photo/Author: Francisco Reyes/Infobae.com)
En el marco de una serie de entrevistas que formarán parte de un libro que será publicado por la Editorial Taeda este 2019, Fabián Calle, director académico del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) y especialista en Defensa por la National Defense University of Washington, repasó las distintas aristas que comprenden a la actualidad de la Defensa a nivel global y en particular en la Argentina. El académico hizo hincapié en que "la mejor manera de proteger nuestros recursos naturales estratégicos es mediante alianzas internacionales inteligentes, una buena gestión de lo público y con el apoyo del instrumento de la Defensa".
Calle es licenciado en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires y magíster en Relaciones Internacionales de la Universidad de Bologna.
La mejor manera de proteger nuestros recursos naturales es mediante una buena gestión de lo publico, y a su vez apoyado por un instrumento que es la defensa. Foto: Fernando Calzada.
-¿Qué lugar ocupan los recursos naturales en una renovada competencia geopolítica y cuáles serían las posibles consecuencias de conflictos en países con reservas, como los sudamericanos?
-Los recursos naturales son activos importantes para la Región y la Argentina. El país está en la agenda del mundo por sus desarrollos en energía nuclear y en tecnología satelital, por ser proveedor de alimentos y materias primas, por sus recursos naturales y por el paso estratégico natural que posee entre los dos océanos. China necesita esos activos y se los podemos vender, porque Estados Unidos también les vende estos recursos. Estas naciones tienen un comercio bilateral de 700.00 millones de dólares, 100.000 millones más que el PBI argentino; o sea que comercian por año más de una Argentina entera. Somos una zona muy relevante en materias primas estratégicas, algunas tradicionales y otras nuevas, como el litio. Argentina tiene la tercera reserva de litio más importante del mundo. Por su parte, Vaca Muerta es la segunda reserva de shale gas del mundo. Argentina va a exportar en los próximos diez años lo que hoy exporta en soja en energía de Vaca Muerta. Existirá toda una cosecha y un poco más solo derivada de la energía.
-Se habla de una competencia geopolítica por el control de los bienes comunes globales: alta mar, ciberespacio, espacio exterior y aéreo. ¿Cómo cree que la Defensa argentina podría hacer frente a estos desafíos?
-En el caso del ciberespacio, existen potencialidades. Los argentinos somos bastante buenos en temas vinculados al software. Varios de los emprendimientos empresariales nacionales más importantes de la Región, por ejemplo Mercado Libre, están dedicados a la tecnología. Es un área que tiene prensa y cae bien. Hay un gran campo de desarrollo en ciberseguridad con apoyo de países amigos y capacidades propias. De hecho, le compró a Israel tecnología de ciberseguridad.
-¿Y el control del espacio marítimo?
-Una de las pocas cosas inteligentes que hizo Argentina en los últimos diez años fue lograr agrandar su plataforma continental a partir de la última extensión. Incorporamos un territorio equivalente a la superficie continental, pero ahora hay que patrullarlo, con barcos, drones, aviones, etc. Este tema es muy importante por los recursos naturales presentes y futuros que se pueden explotar.
”En el espacio aéreo hay que hacer una debida radarización. No es tan difícil”. Foto: Fernando Calzada.
-¿Qué sucede con la Defensa a nivel aéreo?
-En el espacio aéreo lo que hay que hacer es una debida radarización del territorio, con una Fuerza Aérea medianamente digna que sirva de factor de disuasión frente a cualquier amenaza estatal y no estatal. No es tan difícil. La idea de que hacer un cacth up de la Defensa es imposible es falaz. Esa falacia no tiene en cuenta la cantidad de dinero que ha perdido el Estado argentino en corrupción y en obras inconclusas. ¿Cuántas veces armamos la Defensa? La mejor manera de proteger nuestros recursos naturales estratégicos es mediante alianzas internacionales inteligentes, una buena gestión de lo público y con el apoyo del instrumento de la Defensa.
-¿Puede la Argentina jugar un papel dentro del sistema internacional a través de la participación de sus Fuerzas Armadas en alianzas internacionales?
-Argentina tuvo un rol muy destacado en operaciones de paz y asistencia en desastres humanitarios, y lo debe volver a tener readaptado a la época, tiempo y espacio. El país cuenta con un gran prestigio en el mundo en el tema Cascos Azules, en medicina forense, y en operativos de búsqueda y rescate. Argentina tiene un activo que claramente se va marginando y olvidando, pero hay que aprovechar que todavía hay en las Fuerzas Armadas gente que ha estado en Chipre, Angola, Haiti, Colombia, etc. Entonces, Argentina tiene instrumentos en soft power. Somos un país que en general no es considerado agresivo o problemático, más allá de que lo somos entre nosotros mismos.
– ¿Debería estar nuestro país en la OTAN?
-No, Argentina no tiene nada que hacer en la OTAN. Hemos hecho muchas cosas incoherentes en la vida, pero pertenecer al Atlántico Norte nos es geográficamente imposible. Lo que sí hay que tener es un gran vínculo con esos países, con Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña. Argentina tendría que desarrollar y cultivar los vínculos de Defensa y de Seguridad en el plano internacional, y más aún con los países que tienen valores y principios semejantes a los nuestros. Por ejemplo, mantener y reforzar el vínculo extra OTAN que tenemos con Estados Unidos. Se trata de un vínculo directo que tenemos desde 1997, y que no perdimos ni siquiera en los peores momentos. Estuvieron por sacarnos esa categoría en 2005 cuando fue la contracumbre de Mar del Plata. El Pentágono analizó sacarlo, pero lo pensó con la cabeza fría y lo conservaron. Es un vínculo muy importante. Se puede recuperar también la oficina de enlace que teníamos en la OTAN.
“El país cuenta con un gran prestigio en el mundo en el tema Cascos Azules, en medicina forense, y en operativos de búsqueda y rescate”. Foto: Fernando Calzada.
-En síntesis, ¿cómo cree que esta transformación en ciernes del orden internacional impactará sobre la Defensa argentina?
-En la Argentina no hay ningún sector político relevante al que le interese la Defensa. Ya sea por prejuicios ideológicos –somos un país donde nadie se reconoce de "derecha"– o porque siempre hay otra prioridad. El espectro político argentino es del centro a la izquierda. De la derecha no hay nadie. ¿Cómo nuestros políticos ven el tema de Defensa? Cómo algo que los derechiza. El tema de la Defensa en la Argentina es muy difícil. Tenemos dos opciones que podrían llegar a cambiar el panorama: uno es un gran susto, por ejemplo, que perdamos una porción de nuestro territorio. Argentina en términos geopolíticos está viviendo de la piedad de quien nos detesta. Sabemos que en varios de nuestros países vecinos hay una inercia de cierto redentismo nacionalista. Recientemente, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, les entregó medallas a los que se movilizaron en diciembre del 78 en el conflicto de Beagle. Eso muestra que hay una inercia en ese sentir. La segunda posibilidad es que los países importantes, como ha sucedido en el G20, nos digan que necesitan que tengamos un sistema de defensa sólido. Especialmente Estados Unidos. Por ese lado, podría llegar a haber un avance. Pero siempre está la excusa de la crisis, las prioridades. De todas formas, aun en la época de las "vacas gordas" tampoco hicimos nada. Tenemos que prepararnos para la próxima etapa de la Argentina, que entrará en uno o dos años en una "fase de bolsillo". Hay que estar en ese momento para presentar a la Defensa como una prioridad.(Source/Photo/Author: Francisco Reyes/Infobae.com)
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