• EVALÚAN POSIBLES VÍNCULOS ENTRE REFUGIADOS Y EL TERRORISMO
Con el fin de “resguardar la seguridad nacional”, se analizan las solicitudes de asilo humanitario de unos 1.500 sirios provenientes del país donde azota el Estado Islámico.
Comitiva. La canciller Susana Malcorra junto a la comitiva que evaluó a los sirios que pretendían ingresar al país.
Detrás de las emotivas imágenes de los refugiados sirios arribando los primeros días de mayo al aeropuerto de Ezeiza, hay otra historia -aún no contada- sobre el trabajo realizado por una comisión argentina que viajó a Medio Oriente para determinar si los solicitantes de asilo no representan un peligro para la seguridad nacional. Ámbito Financiero accedió a los detalles de la denominada Misión Beirut, llevada a cabo entre el 25 de marzo y el 16 de abril por funcionarios del Ministerio de Seguridad y Cancillería, agentes de inteligencia y miembros del Grupo Alacrán de Gendarmería que viajaron a la capital del Líbano con el objetivo de evaluar a 63 ciudadanos sirios que se postularon para el programa de refugio humanitario que ofrece la Argentina y que ya dio albergue a unas 1.500 personas provenientes de este país, epicentro de la actividad terrorista del Estado Islámico. "El objetivo es garantizar que ninguno de los ciudadanos provenientes de una de las regiones más candentes del accionar del Estado Islámico tenga vinculaciones con las organizaciones terroristas dispuestas a atentar en cualquier punto del planeta", explicó uno de los integrantes de la comitiva.
El informe con las conclusiones del relevamiento ya está en manos del presidente Mauricio Macri y se aguarda la autorización para una nueva emisión donde se evaluará otra tanda de los más de 1.500 sirios cuyos visados humanitarios aguardan aprobación.
Los riesgos
Cuando el Gobierno de Cristina de Kirchner avaló la implementación del Proyecto Siria -luego refrendado por la administración Cambiemos- no se contempló en primera instancia ningún tipo de verificación acerca de las identidades de aquellos que solicitaron refugio. Grueso error. "En contextos de guerra, las documentaciones son particularmente difíciles de corroborar dando lugar a situaciones tales como el robo de identidades, el tráfico de personas, el secuestro de menores y fugas de militares culpables de delitos de lesa humanidad con identidades fraguadas", sostiene el informe. La crisis que expulsó a cinco millones de sirios durante los últimos cinco años provocó que por 1.500 dólares cualquiera pueda conseguir un pasaporte original de Siria en blanco. Detrás de estas maniobras de falsificación puede esconderse el accionar terrorista. Los ejemplos abundan. Dos de los atacantes del teatro Bataclan de París (incidente ocurrido el 13 de noviembre de 2015) eran iraquíes que ingresaron a Francia vía Grecia con pasaportes sirios comprados en el mercado negro. "Por eso era imprescindible cotejar que los datos de los pasaportes fueran fidedignos, para lo cual se implementó un sistema consistente en entrevistas con los solicitantes, el análisis de los documentos y una identificación biométrica efectuada con la tecnología más avanzada que existe en la actualidad, la misma que utilizaron las tropas estadounidenses para identificar el cadáver de Bin Laden, en el marco de la Operación Arpón de Neptuno", explicó la fuente consultada. La información colectada durante este procedimiento fue entrecruzada con los bancos de datos de las agencias de inteligencia norteamericana, lo que permitió establecer o descartar la existencia de vínculos entre los entrevistados y cualquiera de los terroristas (o sus entornos) cuya información se encuentra clasificada. De la totalidad de los evaluados, siete no sortearon alguno de los tres sistemas de verificación y se les rechazó la solicitud de refugio.
A pesar de la eficiente labor desarrollada por los integrantes de esta misión, una pregunta inquieta a los funcionarios del Gobierno argentino: ¿cómo verificar las identidades de los 1.500 sirios que ya ingresaron al país antes de la aplicación de este protocolo de seguridad? Una tarea pendiente que deberán afrontar sin vulnerar las garantías humanitarias que suponen este tipo de acuerdos de cooperación internacional. "Nadie quiere otro atentado en la Argentina y para prevenirlo, debemos estar atentos a cualquier tipo de intento por parte de organizaciones terroristas que hoy no requieren de mucha logística para provocar daños enormes", finalizó el especialista.
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