Es el punto de partida para impulsar más de una docena de obras de un plan que prevé conectar las líneas del Sur y del Norte; buscan ahorrar tiempo en viajes
Por Diego Cabot LA NACION
Mañana se dará el primer paso del proyecto más ambicioso que tiene el Gobierno para cambiar el tránsito en el área metropolitana. Se trata del llamado a licitación para construir la estación subterránea de trenes de Constitución, el eslabón que impulsará más de una docena de obras, por ahora sólo proyectadas, para que bajo la avenida 9 de Julio se construya un enorme túnel de transferencia ferroviaria. A través de la obra los trenes del Sur se conectarán con los del Norte. El plan que se denomina Red de Expresos Regionales (RER) es una de las apuestas para los próximos años.
El Gobierno estimó que necesitará 283 millones de dólares de inversión. "Será una licitación internacional y los grupos interesados deberán venir con financiamiento propio", confiaron en el Ministerio de Transporte de la Nación. La estación estará a casi 15 metros de profundidad y ocupará una superficie de alrededor de 8800 metros cuadrados. "Se espera que las obras empiecen en octubre y estén terminadas en 2020", dijo una fuente del ministerio.
Desde diciembre de 2015, una maqueta con mucho detalle de la RER se colocó a pocos metros de la oficina del ministro Guillermo Dietrich. "La RER es transporte público de calidad, con infraestructura moderna y más frecuencias. Es seguridad: todos los trenes tendrán frenos automaticos. Es darle la posibilidad a millones de personas de llegar a lugares que antes no lo hacían por falta de medios de transporte rápidos y cómodos", señaló a LA NACION el funcionario.
Según el proyecto, la estación estará ubicada enfrente de la actual, en terrenos vecinos a la traza de la autopista 9 de Julio. Se extenderá en paralelo a la calle Hornos, entre las avenidas Juan de Garay y Caseros. Siempre de acuerdo a lo que surge de los tableros que le dieron forma a la licitación, el techo deberá tener una cubierta transparente hecha con paneles de vidrio. Además, se incorporarán paneles fotovoltaicos para favorecer el ahorro energético.
Constitución es uno de los lugares por donde más usuarios pasan a diario. Según números de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, la estación cabecera de la línea Roca vendió en 2016 poco más de 28,9 millones de boletos. Sólo para ilustrar el volumen de pasajeros, en Once se vendieron 16,5 millones en 2016, y en Retiro Mitre, 9,8 millones. En los primeros meses del año, las boleterías de la terminal ferroviaria aumentaron las ventas.
Paso previo
Desde el año pasado, el Ministerio de Transporte de la Nación estableció una convocatoria particular para las grandes licitaciones. Por ejemplo, para la adquisición de material rodante se habilitó un data room, una suerte de oficina donde las empresas tienen un tiempo para consultar los pliegos y hacer sugerencias. "Es un proceso de consulta previo a la licitación, que se realiza para mejorar los aspectos técnicos y ampliar la transparencia en la obra pública. Estas reuniones son un paso previo a la licitación final y participan empresas constructoras, fabricantes y especialistas para que conozcan los proyectos de ingeniería", dijo una fuente del ministerio.
La estación subterránea será el primer paso del ambicioso proyecto del RER. Los planos dibujaron un sistema de 20 kilómetros de túneles, el principal y más importante bajo la avenida 9 de Julio, donde también estará la principal estación de transferencia, a través de los que se comunicarán los principales ramales ferroviarios que, actualmente, finalizan su recorrido en estaciones terminales. El proyecto prevé que el ferrocarril Roca llegue a la estación Constitución subterránea y continúe bajo tierra a lo largo de toda la avenida hacia Retiro. En la zona de la Facultad de Derecho, saldrá a la superficie para empalmar con las vías que van hacia el Norte.
Sin embargo, no todos los especialistas están de acuerdo con el mega proyecto de ingeniería. Le critican el costo que el Gobierno estimó en 14.000 millones de dólares a ser ejecutados hasta 2023, fecha en que se proyecta su finalización. Los tiempos es otro de los puntos que despiertan cuestionamientos: señalan que otras ciudades tardaron décadas en terminar este tipo de obras. Los críticos dicen, además, que el precio de semejante infraestructura no se justifica porque para distribuir los pasajeros que llegan a Constitución hacia la zona norte están disponibles el subte y el metrobus. Sin embargo, en la gran mayoría de las grandes ciudades modernas conviven varias alternativas de transporte en una misma traza.
Finalmente hay un desafío que no escapa a nadie. El RER requerirá una Estación Central, ubicada debajo del Obelisco. Allí, además de los trenes, se podrá abordar el subte, el metrobus y llegar a la terminal de combis que ya funciona en la zona de la ciudad. Pero no son pocos los que dicen que abrir las entrañas de esa arteria es un desafío extra porque nadie sabe a ciencia cierta qué tipo de construcciones cruzan la zona.
Según los números oficiales, el RER impactará en más de 10 millones de personas en la región metropolitana de Buenos Aires con ahorros de tiempo promedio de entre 30 y 40 minutos. "En paralelo a la construcción de la estación subterránea, se hará también el túnel bajo la 9 de Julio y la Estación Central, para completar la conexión física entre las líneas Roca, San Martín y Mitre en 2023", confían en el Gobierno.
La licitación se anunciará mañana y tendrá entre sus requisitos apoyar los números en financiamiento propio, una receta que durante el kirchnerismo se intentó usar, pero funcionó muy poco. Los tiempos cambiaron para el financiamiento internacional del país y ahí, quizá, radique la única posibilidad de que el RER abandone la maqueta que está a metros de la oficina de Dietrich para ser una realidad.
Por Diego Cabot LA NACION
Mañana se dará el primer paso del proyecto más ambicioso que tiene el Gobierno para cambiar el tránsito en el área metropolitana. Se trata del llamado a licitación para construir la estación subterránea de trenes de Constitución, el eslabón que impulsará más de una docena de obras, por ahora sólo proyectadas, para que bajo la avenida 9 de Julio se construya un enorme túnel de transferencia ferroviaria. A través de la obra los trenes del Sur se conectarán con los del Norte. El plan que se denomina Red de Expresos Regionales (RER) es una de las apuestas para los próximos años.
Se estima que la construcción costará 283 millones de dólares.
El Gobierno estimó que necesitará 283 millones de dólares de inversión. "Será una licitación internacional y los grupos interesados deberán venir con financiamiento propio", confiaron en el Ministerio de Transporte de la Nación. La estación estará a casi 15 metros de profundidad y ocupará una superficie de alrededor de 8800 metros cuadrados. "Se espera que las obras empiecen en octubre y estén terminadas en 2020", dijo una fuente del ministerio.
Desde diciembre de 2015, una maqueta con mucho detalle de la RER se colocó a pocos metros de la oficina del ministro Guillermo Dietrich. "La RER es transporte público de calidad, con infraestructura moderna y más frecuencias. Es seguridad: todos los trenes tendrán frenos automaticos. Es darle la posibilidad a millones de personas de llegar a lugares que antes no lo hacían por falta de medios de transporte rápidos y cómodos", señaló a LA NACION el funcionario.
Según el proyecto, la estación estará ubicada enfrente de la actual, en terrenos vecinos a la traza de la autopista 9 de Julio. Se extenderá en paralelo a la calle Hornos, entre las avenidas Juan de Garay y Caseros. Siempre de acuerdo a lo que surge de los tableros que le dieron forma a la licitación, el techo deberá tener una cubierta transparente hecha con paneles de vidrio. Además, se incorporarán paneles fotovoltaicos para favorecer el ahorro energético.
Constitución es uno de los lugares por donde más usuarios pasan a diario. Según números de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, la estación cabecera de la línea Roca vendió en 2016 poco más de 28,9 millones de boletos. Sólo para ilustrar el volumen de pasajeros, en Once se vendieron 16,5 millones en 2016, y en Retiro Mitre, 9,8 millones. En los primeros meses del año, las boleterías de la terminal ferroviaria aumentaron las ventas.
Paso previo
Desde el año pasado, el Ministerio de Transporte de la Nación estableció una convocatoria particular para las grandes licitaciones. Por ejemplo, para la adquisición de material rodante se habilitó un data room, una suerte de oficina donde las empresas tienen un tiempo para consultar los pliegos y hacer sugerencias. "Es un proceso de consulta previo a la licitación, que se realiza para mejorar los aspectos técnicos y ampliar la transparencia en la obra pública. Estas reuniones son un paso previo a la licitación final y participan empresas constructoras, fabricantes y especialistas para que conozcan los proyectos de ingeniería", dijo una fuente del ministerio.
La estación subterránea será el primer paso del ambicioso proyecto del RER. Los planos dibujaron un sistema de 20 kilómetros de túneles, el principal y más importante bajo la avenida 9 de Julio, donde también estará la principal estación de transferencia, a través de los que se comunicarán los principales ramales ferroviarios que, actualmente, finalizan su recorrido en estaciones terminales. El proyecto prevé que el ferrocarril Roca llegue a la estación Constitución subterránea y continúe bajo tierra a lo largo de toda la avenida hacia Retiro. En la zona de la Facultad de Derecho, saldrá a la superficie para empalmar con las vías que van hacia el Norte.
Sin embargo, no todos los especialistas están de acuerdo con el mega proyecto de ingeniería. Le critican el costo que el Gobierno estimó en 14.000 millones de dólares a ser ejecutados hasta 2023, fecha en que se proyecta su finalización. Los tiempos es otro de los puntos que despiertan cuestionamientos: señalan que otras ciudades tardaron décadas en terminar este tipo de obras. Los críticos dicen, además, que el precio de semejante infraestructura no se justifica porque para distribuir los pasajeros que llegan a Constitución hacia la zona norte están disponibles el subte y el metrobus. Sin embargo, en la gran mayoría de las grandes ciudades modernas conviven varias alternativas de transporte en una misma traza.
Finalmente hay un desafío que no escapa a nadie. El RER requerirá una Estación Central, ubicada debajo del Obelisco. Allí, además de los trenes, se podrá abordar el subte, el metrobus y llegar a la terminal de combis que ya funciona en la zona de la ciudad. Pero no son pocos los que dicen que abrir las entrañas de esa arteria es un desafío extra porque nadie sabe a ciencia cierta qué tipo de construcciones cruzan la zona.
Según los números oficiales, el RER impactará en más de 10 millones de personas en la región metropolitana de Buenos Aires con ahorros de tiempo promedio de entre 30 y 40 minutos. "En paralelo a la construcción de la estación subterránea, se hará también el túnel bajo la 9 de Julio y la Estación Central, para completar la conexión física entre las líneas Roca, San Martín y Mitre en 2023", confían en el Gobierno.
La licitación se anunciará mañana y tendrá entre sus requisitos apoyar los números en financiamiento propio, una receta que durante el kirchnerismo se intentó usar, pero funcionó muy poco. Los tiempos cambiaron para el financiamiento internacional del país y ahí, quizá, radique la única posibilidad de que el RER abandone la maqueta que está a metros de la oficina de Dietrich para ser una realidad.
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