Análisis.
Por Daniel Santoro.
Fuente: http://www.clarin.com
Expertos en temas de Defensa de Cambiemos y del Frente para la Victoria coinciden en que el Gobierno debe comprar aviones de combate para recuperar el control democrático del espacio aéreo, sin hablar del terrestre y el marino. Y el control se hace con aviones supersónicos de combate de los cuales hoy, por primera vez desde los años 70, la Argentina carece totalmente. Amén, de que le queda un solo avión de transporte C-130 en condiciones de volar. Por esta carencia, un hipotético avión supersónico “enemigo” podría circular por los cielos argentinos libremente sin nadie que lo pudiera interceptar, lo que todos los días hacen decenas de avionetas de narcotraficantes.
Dentro de la Fuerza Aérea hay un intenso debate sobre qué hacer frente a una situación “catastrófica”. Sintéticamente, el jefe de la Fuerza apoya la compra de los Kfir pero está en minoría. Otro sector propone usar los 360 millones de dólares y fabricar Pampa y Tucano de entrenamiento en la fábrica militar de Córdoba bajo una administración eficiente y sin La Cámpora. Un tercer sector cree que lo mejor es enviar los pilotos a países como EE.UU. para que los entrenen y consigan el brevet para poder pilotear aviones supersónicos, dejando la compra para más adelante.
Pero la mayoría coincide en que una decisión estratégica de este nivel técnico y económico debe ser decidida por el próximo presidente.
Fuente: http://www.clarin.com
Expertos en temas de Defensa de Cambiemos y del Frente para la Victoria coinciden en que el Gobierno debe comprar aviones de combate para recuperar el control democrático del espacio aéreo, sin hablar del terrestre y el marino. Y el control se hace con aviones supersónicos de combate de los cuales hoy, por primera vez desde los años 70, la Argentina carece totalmente. Amén, de que le queda un solo avión de transporte C-130 en condiciones de volar. Por esta carencia, un hipotético avión supersónico “enemigo” podría circular por los cielos argentinos libremente sin nadie que lo pudiera interceptar, lo que todos los días hacen decenas de avionetas de narcotraficantes.
Dentro de la Fuerza Aérea hay un intenso debate sobre qué hacer frente a una situación “catastrófica”. Sintéticamente, el jefe de la Fuerza apoya la compra de los Kfir pero está en minoría. Otro sector propone usar los 360 millones de dólares y fabricar Pampa y Tucano de entrenamiento en la fábrica militar de Córdoba bajo una administración eficiente y sin La Cámpora. Un tercer sector cree que lo mejor es enviar los pilotos a países como EE.UU. para que los entrenen y consigan el brevet para poder pilotear aviones supersónicos, dejando la compra para más adelante.
Pero la mayoría coincide en que una decisión estratégica de este nivel técnico y económico debe ser decidida por el próximo presidente.
Por eso la negativa del brigadier Roca a firmar suena como la más lógica y transparente.
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