Un modelo del FC-1, uno de los aviones de combate del régimen chino, en la exhibición en el Zhuhai Airshow de China el 31 de octubre de 2004. El régimen chino podría empezar a desarrollar aviones FC-1 junto a Argentina. (Mike Clarke / AFP / Getty Images)
El régimen chino podría estar usando la venta de armas a Argentina como una manera de entrar en el mercado de América Latina, según un nuevo análisis de la compañía de inteligencia IHS Jane’s.
Durante un comunicado del 5 de febrero, funcionarios de China y Argentina podrían haber "confirmado una serie de programas militares previamente reportados", según Jane’s.
Los acuerdos abarcan toda la gama militar argentina. Incluyen sistemas de armas para el ejército, la marina y la fuerza aérea del país.
"Mientras que 100 o más APCs [transporte blindado de personal], hasta cinco corbetas o 14 nuevos aviones de combate no alteren significativamente el equilibrio de poder con los vecinos de Argentina o en lo que respecta a las ambiciones de Argentina por recuperar las islas Malvinas", afirma Jane’s, "esto también podría marcar el inicio de exportaciones militares chinas más sustanciales".
Una vez firmados los acuerdos, el régimen chino y Argentina podrían intercambiar oficiales militares y China podría construir hospitales de campaña en Argentina.
Los acuerdos podrían incluir la coproducción de vehículos militares entre el régimen Chino y Argentina.
De acuerdo con Jane’s, los vehículos coproducidos por China y Argentina podrían incluir APCs anfibios chinos 8×8 VN1, aviones de combate chinos FC-1, y corbetas chinos P-18N de 1.800 toneladas.
Si Argentina sigue adelante con sus programas de coproducir vehículos militares con China, dice Jane’s, el régimen chino podría conseguir "su primera ‘cabeza de playa’ militar-comercial importante en América Latina".
Los programas para co-desarrollar vehículos militares siguen acuerdos similares firmados entre Argentina y el régimen chino en 2012. El régimen chino está construyendo una estación espacial de control y seguimiento en la provincia de Neuquén, al sur de Argentina, la cual está siendo bastante cuestionada debido a sus posibles usos militares.
Las ventas de armas a Argentina, junto con las ventas de armamento de China, según Jane’s, "crea un posible cambio en el equilibrio de poder de América Latina y un aumento de la influencia militar de China en la región".
La nueva frontera de China
El régimen chino está trabajando para ampliar su influencia en América Latina.
Los líderes de la comunidad de 33 países de América Latina y el Caribe (CELAC) se reunieron en Beijing a mediados de enero. Durante la reunión, el régimen chino prometió invertir U$S 250 millones en América Latina en los próximos 10 años, e incrementar el comercio bilateral en U$S 500 mil millones.
El régimen chino parece estar aprovechándose del mar revuelto. Los países de América Latina están experimentando su tasa de crecimiento económico más baja desde 2009, según un informe del 28 de enero del Servicio de Investigación del Congreso.
Al mismo tiempo, señala el informe, los países latinoamericanos han incrementado su confianza en resolver sus propios problemas, lo que les ha llevado a ser menos dependientes de Estados Unidos. A través de este cambio, señala, China "se ha convertido en un importante socio comercial para muchos países de la región, ubicándose como uno de los dos principales mercados de exportación e importación".
El comercio chino en América Latina ha crecido de unos U$S 18 mil millones en 2002 a casi U$S 260 mil millones en 2013, indica el informe, aunque nota que Estados Unidos sigue siendo el mayor socio comercial de muchos países, con cerca de U$S 846 mil millones de dólares en 2013.
También hay cada vez más críticas frente a la inversión china en América Latina –que los expertos comparan a los programas de inversión similares en África– acuerdos donde los programas de inversión chinos han mostrado ayudar a los países en el corto plazo, y perjudicarlos a largo plazo.
Fact Check de Argentina informó después del acuerdo de inversiones chinas firmado el 29 de diciembre de 2014, que éste "subvertiría la fuerza laboral de Argentina a favor de los trabajadores chinos".
El informe comparó la inversión con los programas chinos en África, donde "los críticos dicen que a Beijing sólo le interesa África como una fuente potencial de recursos minerales, y que sus proyectos allá frecuentemente benefician más a los gobiernos que a la población local".
En Sri Lanka hay un retroceso similar contra los proyectos de inversión del régimen chino. El recientemente elegido presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, dice que espera cambiar esta dinámica.
Sirisena catalogó al "dinero del crédito recibido desde el exterior" –lo cual fue interpretado como una referencia a la inversión de China– un robo "frente a toda la gente a plena luz del día".
"Si esta tendencia continúa por otros seis años, nuestro país se convertirá en una colonia y nosotros nos convertiremos en esclavos", escribe Sirisena en su manifiesto electoral.
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