Las empresas de defensa rusas están desarrollando un sonar para proteger las aguas territoriales de Rusia. El sistema permitirá detectar los barcos enemigos y submarinos a una distancia de cientos de kilómetros, informa el diario'Izvestia'.
"Por el momento el proyecto del nuevo sistema está en la fase de estudio. Los trabajos deben terminar el próximo año y después de la aprobación del Ministerio de Defensa empezará su despliegue", dijo a 'Izvestia' un representante del departamento militar familiarizado con la situación.
El interlocutor no quiso proporcionar información sobre los términos concretos de la disponibilidad del sistema y el lugar donde estará desplazado debido a la confidencialidad del proyecto.
El creador del sistema es la empresa espacial de sistemas especiales Kometa, que coopera con decenas empresas de defensa rusas.
"El objetivo es bastante difícil. Hay que desarrollar tres aspectos: el marino, el espacial y el terrestre. El marino incluye sonoboyas y detectores submarinos que registren la situación y manden los datos recibidos a los satélites que se sitúan en la esfera espacial. La esfera terrestre consta del sistema de navegación que analizará la información recibida y la pasará a los usuarios", concluyó el representante del Ministerio de Defensa.
Según Dmitri Bóltenkov, historiador de la Armada, el Ártico es el lugar más probable para el emplazamiento del sistema hidroacústico. "Durante la Guerra Fría los submarinos atómicos estadounidenses y británicos vigilaban activamente el Ártico. Particularmente, entraron en los mares del norte de Rusia. Pero hoy tratan de vigilar activamente los barcos y submarinos de la Flota del Norte, especialmente ahora, cuando la Armada rusa posee modernos portadores de misiles de tipo Yasen y Boréi. Tampoco se puede olvidar que los submarinos enemigos son portadores de cohetes basados en el mar Tomahawk, capaces de atacar objetivos a una distancia de más de 1.500 kilómetros", explica Bóltenkov.
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