Por: Megan Eckstein
Fuente: USNI News
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Los marines, en su forma de combatir, no puede descansar exclusivamente en nuevos equipos, tiene que prepararse para el tipo de guerra que está emergiendo. “Actualmente es necesario que se adiestre para la batalla naval en red en esta era de la guerra de la información”, dijo el Comandante de la Infantería de Marina, General Robert Neller.
Neller, hablando en la Marine Corps Association, dijo el 5 de mayo que no quería que los marines cayeran en la trampa de “prepararse para la última guerra”. En su lugar tienen que adaptar su adiestramiento a operaciones anfibias con fuegos de precisión y vehículos aéreos no tripulados (UAV), controlados a nivel compañía e incluso a nivel pelotón.
“¿Cómo será la próxima guerra?” Preguntó Neller. “Es inevitable que nos equivoquemos pero creo que hay algunas cosas que podemos decir acerca de cómo va a ser. Creo que será sobre la base de una campaña marítima: vamos a luchar con la Armada, vamos a partir del mar, vamos a capturar algún tipo de base naval o tal vez una base de operaciones avanzadas. Puede que tengamos que defenderla contra una amenaza marítima. Puede que, finalmente, en ese lugar haya … combate terrestre sostenido. Pero creo que nuestro enemigo va a ser diferente, yo creo que será un enemigo con capacidades próximas a las nuestras. El enemigo combatirá en red, tratarán de interferir nuestras comunicaciones”.
Neller dijo que en las operaciones en Irak y Afganistán, las comunicaciones, la inteligencia y el acceso al espacio aéreo no sufrieron anomalías que constituyeran una sorpresa. Pero en el futuro, las interferencias y la denegación de área serán un hecho, al igual que la presencia de vehículos aéreos no tripulados enemigos a los que hacer frente.
Además, dijo que las condiciones del combate serán propicias para que haya muchas más bajas.
“Así que creo que va a ser un combate muy diferente. Y esto debería afectar a la forma en que vamos no sólo a equiparnos y a organizar la fuerza sino a cómo nos vamos a adiestrar. Tenemos que empezar ahora”.
Hizo notar el esfuerzo de restauración de la capacidad de la aviación, así como los esfuerzos de modernización de los vehículos de combate de tierra y del armamento. Pero la próxima guerra puede estallar antes de que los marines estén equipados con todo el equipo de nueva generación, por lo entrenamiento para el combate futuro debe comenzar ya y con lo que tenemos.
“Podemos comprar todo el equipo que queramos”, dijo, pero “cuando vamos a la guerra, cuando sea y como sea, vamos con lo que tenemos. Y no importa lo que tengamos, debemos habernos entrenado con ello”.
“Aprovechar el apoyo que supone la simulación en el entrenamiento será una ventaja”, dijo Neller. La aviación saca el máximo partido de los simuladores, practicando intensivamente en un entorno virtual, antes incluso de probar nuevas maniobras o equipo en el aire. Las fuerzas terrestres van a la zaga en el uso de estas tecnologías, dijo, lo que tiene que cambiar ya.
“Y una formación más avanzada, fuerza contra fuerza, ayudaría a los marines a prepararse para lo inesperado”, dijo Neller. “Las fuerzas no deben adiestrarse para condiciones ideales, deberían hacerlo contra marines igualmente expertos y en ambiente que les restrinja el movimiento, las comunicaciones y la inteligencia, así que cuando ocurra [contra un adversario], ya sabremos lo que va a ocurrir y habremos pensado cómo actuar””.
En general, según Neller, durante sus 40 años de carrera, los marines han tenido un éxito variable en el adiestramiento para la guerra. Cuando fue comisionado en 1975, post-Vietnam, el Cuerpo continuó entrenando para las operaciones al estilo Vietnam.
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