miércoles, 9 de septiembre de 2015

El avión PC-21 suizo, favorito en el programa francés de un nuevo entrenador

Para preparar a los pilotos de los Rafale
París

El concurso que prepara Francia para dotarse de un nuevo avión de entrenamiento militar tiene un favorito para su Fuerza Aérea, el PC-21 de la compañía suiza Pilatus Aircraft. El programa, prevé la compra de entre 20 y 25 aeronaves más formación en suelo y 12.000 horas de vuelo al año para ayudar a preparar a los pilotos del avión de combate Rafale fabricado por Dassault Aviation.

Según el expiloto y analista del think tank (grupo de reflexión) Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas Jean-Vincent Brisset, la Fuerza Aérea considera al Pilatus PC-21 como “la elección correcta, ya que cumple con los requisitos” de la licitación que el gobierno está preparando, de acuerdo con la información publicada por Defense News. La avanzada cabina del aparato suizo (en la imagen inferior) y su bajo coste de mantenimiento y vuelo son bazas a su favor en un proceso en el que deberá competir con muchos aviones que también se ajustan a lo que Francia está buscando. Por este motivo, pese a su popularidad dentro del arma aérea no está garantizado que vaya a resultar ganador.

Entre sus rivales se sitúa con fuerza el modelo italiano M-345, de la filial aeronáutica de Finmeccanica, Alenia Aermacchi, que presentó su candidatura el pasado junio y espera que se emita una solicitud formal de propuesta (paso conocido como RFP, por siglas en inglés) este otoño. También prepara sus armas para competir la compañía checa Aero Vodochody con una versión modernizada de su avión a reacción L39. Fuentes de la empresa han explicado que prevén que la competición se produzca a finales de año.

Por su parte, se estima que Reino Unido oferte el reactor Hawk de BAE Systems. En palabras del ejecutivo de la compañía Steve Timms, “si se emite una RFP, sin duda estaremos interesados”, según cita Defense News, que incluye otro posible competidor: el norteamericano Beechraft T6 Texan.

El avión elegido se empleará en la formación de los 290 pilotos de combate que deberán volar 250 horas cada uno al año, una parte en los propios Rafale, otra en simuladores y una tercera en el nuevo avión de entrenamiento, que contará en su cabina con un equipo de simulación del avión de combate. En él se trabajará para adiestrar a los pilotos en el vuelo de los Rafale en misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Los vuelos de alta intensidad se continuarán entrenando en los Alpha Jet de la Fuerza Aérea Francesa, de los que la mayoría de unidades van a ser retiradas. El resto serán mejorados para continuar formando pilotos hasta finales de la década de 2020.

En este proceso de mejora de la flota de entrenadores ha quedado descartado que Francia vaya a desarrollar un nuevo reactor de entrenamiento propio, según el presidente de Dassault Aviation, Eirc Trappier, que explicó el pasado 23 de julio durante una ponencia que el país no cuenta con presupuesto para ello.

Foto: Pilatus Aircraft

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