jueves, 2 de abril de 2015

Yemen, el Afganistán del Golfo


© AP Photo/ Hani Mohammed

mundo.sputniknews

La intervención militar externa en el conflicto tribal de Yemen podría llevar a que este país situado en la región petrolera clave se convierta en un nuevo Afganistán, advierte Vedomosti en su editorial de este martes.

Arabia Saudí, país que lidera esta operación, espera así debilitar la amenaza chií en la región y crear una coalición antiiraní, así como hacer más seguro el estrecho de Mandeb, frente a la costa de Aden, que cruzan petroleros con el crudo del Golfo.

Sin embargo, una "pequeña guerra victoriosa" sería casi imposible en un país como Yemen que, por su sociedad tribal y zonas montañosas de difícil acceso se asemeja a Afganistán, sostiene Alexéi Malashenko, de la Fundación Carnegie.

De ahí que el ejército invasor pueda enfrentarse a importantes bajas y fracasos bélicos, tal como les sucediera a las tropas egipcias durante la operación de 1962-1963.

Es más, la intervención en Yemen amenaza con desestabilizar la propia Arabia Saudí, concretamente sus zonas del este con población chií, y empeorar la situación en toda la región petrolera, lo que provocaría una subida de los precios del combustible.

La escalada en Yemen es una oportunidad para que Rusia medie en el conflicto y ayude a restablecer la paz, señala Vedomosti.

El rotativo recuerda que los bandos enfrentados yemeníes ya pidieron la mediación de Moscú, según anunció el vicecanciller Mijaíl Bogdánov.

"Arabia Saudí está en contra, pero podría cambiar de parecer presionada por EEUU, que no quiere que el precio del petróleo suba", concluye el diario.

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