Hace años, decenas de medios rusos informaron que el bombardero ruso se había desplegado en la base. Esta noticia no resultó ser cierta por dos razones: cobertura de pista inadecuada y corta. Los dos están interrelacionados, pero la superficie de la pista juega un papel más importante que su tamaño. Con una superficie dura, como lo era hasta hace poco, un gran bombardero no podía despegar ni aterrizar independientemente de la longitud de la pista. Los ingenieros rusos resolvieron el problema de la estructura de la pista. Está modernizada y construida con losas duras. Esta nueva estructura de pista permite que un bombardero Tu-22M3 utilice Khmeimim para despegar y aterrizar sin problemas Sin embargo, el tamaño de la pista no ha cambiado, pero analistas y expertos en aviación dicen que una vez que el pavimento ya esté mejorado, no habrá obstáculos para que los bombarderos lo utilicen. 

En realidad, según la situación actual, Moscú no tiene ninguna razón para enviar un Tu-22 a Siria. Primero, Rusia tiene una fuerza militar seria en Siria, y tiene control diplomático y militar sobre lo que está sucediendo en la región. Incluso si a veces cae en un punto m uerto con las fuerzas turcas o llega a tiempos difíciles, Moscú puede enviar suficientes aviones de combate.  Sobre todo porque la Fuerza Aérea Turca no puede volar en el espacio aéreo sirio. En segundo lugar, Moscú puede necesitar un bombardero para atacar un portaaviones. Sin embargo, Moscú tiene una presencia aún más fuerte en el Mediterráneo y ha desplegado buques de guerra, lanchas de desembarco y fragatas en su base del puerto de Tartus, Siria. Las fuentes dicen que más de uno o dos submarinos rusos están patrullando el área bajo el agua. Hace años, Rusia utilizó un bombardero en Siria, pero el avión no despegó ni aterrizó de la base aérea de Khmeimim. (Source/Photo: Various Media)