Por: José Mª Navarro García
La Oficina Conjunta de Proyecto de Bell-Boeing ha firmado un contrato con el Naval Air Systems Command (NAVAIR) de la U.S. Navy para desarrollar e integrar la capacidad de reabastecimiento en vuelo en los V-22 Osprey de la Infantería de Marina estadounidense.
El contrato tiene un importe de 58,7 millones de dólares y cubre la ingeniería no recurrente y los servicios logísticos necesarios para implementar esta capacidad de reabastecimiento que debe estar lista en junio de 2019.
Recordemos que Bell y Boeing trabajan en esta capacidad para el convertiplano hace años, de hecho en agosto de 2013 se realizaron las primeras pruebas de reabastecimiento en vuelo con un MV-22 de los marines y aviones F/A-18C/D en Texas. Las pruebas demostraron que los aviones podían situarse a escasos nueve metros sin que se detectaran turbulencias significativas provocadas por los rotores del Osprey.
Entonces se empleó un sistema de reabastecimiento desmontable que sigue el concepto roll-on, roll-off, es decir, que los equipos no están integrados en la aeronave y pueden ser desmontados o montados según las necesidades de la misión. El equipo instalado emplea la tecnología de manguera y cesta, la misma que emplean los marines en sus aviones (a diferencia de la USAF que emplea el sistema de pértiga y receptáculo).
Un sistema similar al del C295 Esta tecnología nos recuerda a las pruebas que Airbus Defence and Space está realizando en su avión de transporte C295, de ahí que seguramente podamos conocer cómo funciona el sistema del Osprey ya que conocimos las características del diseñado para el C295 en enero de este año. La ventaja de esta tecnología es poder disponer de plataformas de reabastecimiento sin desarrollar aeronaves dedicadas
El sistema AAR por Air-to-Air Refuelling del C295 también se basa en un sistema paletizado desmontable que despliega la cesta de reabastecimiento desde el interior del fuselaje del avión, a través de la puerta de carga, característica que también hemos visto en las pruebas del Osprey. El sistema visto en el C295 emplea una bobina donde se enrolla la manguera de 20 metros de longitud y que sale del avión por una pieza que asemeja una tolva y que se encargaría de limitar el movimiento lateral de la manguera. El extremo de la manguera aloja la cesta y un sensor que informa al operador del sistema de la tensión de la manguera para evitar daños durante la operación.
La diferencia principal entre los dos sistemas es que dada la mayor velocidad del V-22, este puede reabastecer a aviones a reacción aunque podría hacerlo también con aeronaves más lentas como helicópteros o aviones turbohélices si reduce suficientemente su velocidad. Airbus Defence and Space tiene previsto realizar este año las pruebas aéreas primero en seco y luego húmedas (sin transferencia de combustible y luego con trasvase real) y conseguir la disponibilidad en 2017.
Fotografías: Pruebas del Osprey con el sistema de reabastecimiento en vuelo en 2013 (Bell-Boeing)
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