miércoles, 23 de diciembre de 2015

El ejército chino tendrá ¡300.000 militares menos!


Fuente: http://www.onemagazine.es/

El presidente chino, Xi Jinping, trabaja contrarreloj para mostrar los primeros resultados de una ambiciosa reforma de modernización del Ejército, que incluye el recorte de 300.000 tropas, mientras la resistencia contra las medidas en algunos sectores del estamento militar pone a prueba su liderazgo. Más de tres meses después de que Xi anunciara la reforma durante el desfile militar en conmemoración del 70 aniversario del fin de la II Guerra Mundial, varios diarios del país han avanzado que algunos cambios comenzarán a hacerse efectivos de forma inminente. Entre los primeros se espera que las actuales siete regiones de comandos militares (Shenyang, Pekín, Jinan, Nankín, Cantón, Chengdu y Lanzhou) sean reagrupadas en cinco "zonas estratégicas" o "zonas de combate", un proceso que el diario hongkonés South China Morning Post (SCMP) cree que estará operativo desde el 1 de enero.

La mayor novedad sería una vasta "zona" en el oeste que se concentraría en frenar el "separatismo" y el "extremismo" en las regiones de Xinjiang y Tíbet, dos polvorines étnicos de China. El hecho de que "algunos departamentos también serán eliminados", dice a Efe el excoronel Yue Gang, garantiza que "la resistencia sea incluso mayor que la surgida en el Ejército en reformas previas", según el experto. "Es algo que va a ocurrir sin duda", apunta, y opina que esta reforma es más agresiva que la emprendida por el Gobierno del anterior presidente Hu Jintao en 2003, cuando se recortaron 200.000 tropas (hasta los 2,3 millones actuales). Y es que, pese a que se han llevado cabo diez reducciones del mayor Ejército del mundo desde que se formó la República Popular de China en 1949, la de ahora, que se dirigirá "sobre todo contra oficiales de alto y medio rango", opina Yue, va acompañada de medidas más profundas.

Así, tres de los cuatro cuarteles generales (departamento político general, logístico, de personal y armamento) serán eliminados, quedando solo el primero, con el objetivo de centralizar el poder. Desvinculándose de la resistencia, el general Liu Yuan, comisario político del brazo logístico, escribió a finales de diciembre una carta de despedida a sus subordinados, que luego circuló entre otros militares de Pekín, subrayando su "absoluta obediencia a las reformas" del presidente Xi Jinping. Al mando también de la Comisión Militar Central (CMC), Xi busca así mismo con la reforma consolidar su poder sobre el Ejército, en el que ha emprendido una purga sin parangón para erradicar la corrupción. De este modo, dos ex "número dos" del ELP, Xu Caihou y Guo Boxiong, fueron destituidos en los pasados dos años, y en un aviso a navegantes Pekín dijo que la reforma también implicará la creación de una comisión disciplinaria en el seno de la CMC.

Aunque el Gobierno chino defiende la medida como una señal de su compromiso con erradicar la rampante corrupción del cuerpo militar de las pasadas décadas, algunos consideran que la empleará como "herramienta política contra sus oponentes", según comenta al SCMP el observador militar Anthony Wong Dong. El excoronel Yue niega que así sea y argumenta que, con ella, "Xi cumple con su responsabilidad como líder, y para ello le hace falta asegurar su autoridad militar". Además, "si no hacen la reforma, el Ejército chino no podrá adaptarse a las guerras modernas", añade a Efe Yue. Una necesidad aún más apremiante dada la situación en los mares de la China Meridional y de la China Oriental, donde Pekín mantiene tensiones territoriales con países vecinos, respaldados por EEUU, y por lo que Pekín busca reequilibrar el peso entre las fuerzas terrestres, aéreas y navales, a favor de las últimas.

Por ello y para evitar que la reforma derive en una situación de "inestabilidad social", como advirtió el diario del ELP el pasado mes en una amenaza velada, a Xi le urge mostrar que tiene el control y que las primeras medidas salen a flote. Es importante, según algunos expertos, que solucione de antemano los salarios de los 300.000 rescindidos, que equivalen a algo menos del total de las fuerzas armadas francesas (unas 360.000, sin la reserva y los paramilitares). "Pese a los obstáculos, esta reforma se ha preparado durante mucho tiempo y saldrá adelante", indica a Efe Jia Duqiang, experto en defensa de la Academia China de Ciencias Sociales. De no hacerlo, sería un estrepitoso fracaso para Xi Jinping que pondría en entredicho su capacidad de liderazgo y su reputación como el líder más fuerte que China ha tenido en décadas.

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