La Fuerza Aérea Argentina firma un acuerdo de fabricación y mantenimiento con FADEA por 110 millones de dólares

La Fuerza Aérea Argentina y FADEA alcanzaron un acuerdo por un monto de aproximadamente 110 millones de dólares (al cambio oficial), para la realización de una serie de trabajos en diferentes aeronaves.Este nuevo convenio, que tiene un plazo de ejecución de tres periodos, con un adelanto del 30%, implica la fabricación de tres aviones de entrenamiento avanzado IA-63 Pampa III más la actualización de otros tres  jets ya en servicio.

Del mismo modo, se obliga a completar las inspecciones mayores y trabajos de actualización de tres aviones de transporte  C-130 Hércules que se encuentran en la fábrica y que deberían ser entregados a la Fuerza Aérea Argentina hacia fin de año.

En las instalaciones de la planta y con inspecciones mayores en ciernes se encuentran los aviones Hércules matrícula TC-61 y TC-70, mientras que próximamente debería ingresar el TC-60, que tiempo atrás vino de los Estados Unidos y debería inspeccionarse y actualizarse. También está, desde hace años, el L-100-30 TC-100 a la espera de una decisión sobre esta aeronave.

Este desastre, ha provocado que la Fuerza Aérea Argentina disponga de apenas medios pesados para las innumerables tareas que deben hacer y solo cuente con un par de Hércules para la próxima campaña antártica.

FADEA, compañía estatal que depende del Ministerio de Defensa, atraviesa una difícil situación económico-financiera, ahora se le exigen desde la nueva Administración nacional de Milei resultados positivos y ordenamiento interno en todos sus sectores, pues  fue mal administrada por otras jefaturas políticas que la desbarrancaron económicamente y aumentaron sus plantillas desmedidamente con funcionarios y empleados políticos.

Las administraciones anteriores usaron los fondos de los distintos contratos firmados para cubrir los costes normales y emolumentos, sin abonar las obligaciones con los proveedores nacionales y externos. Tampoco se buscó obtener nuevos clientes para FADEA y hoy día se depende casi en exclusividad de las instituciones militares nacionales, que a duras penas pueden sostener lo que firmaron.

Más aún, la compañía no presentaba ninguna documentación ni balances y era sostenida por dineros provenientes del gobierno nacional, con directorios  que usaban los fondos públicos para beneficio político exclusivo, desordenando las finanzas.

Hoy día, la nueva administración intenta ordenar las distintas variables, situación muy compleja cuando su principal cliente es la Fuerza Aérea Argentina, que demora mucho los pagos de los diferentes trabajos que deben realizarse. Por ello, FADEA enfrenta un procedimiento preventivo de crisis.