Foto: Lockheed Martin |
Entre algunos de los requerimientos solicitados en las Especificaciones Técnicas, el Ejército detalló que los tres Black Hawk estarán destinados a tareas de asalto aéreo, transporte de cargas externas, evacuación aeromédica, búsqueda y rescate, lucha contra incendio, y protección civil. También se mencionó que los helicópteros, los cuales recibirán las matrículas AE-531, AE-532 y AE-533, deberán contar con equipos para rappel y fast rope, gancho de carga, afustes de ametralladoras, y provisión de tanques auxiliares internos y externos.
La potencial compra de los Black Hawk abre la puerta para una iniciativa abordada hace algunos años por Zona Militar: esto es la creación de una unidad de Aviación de Ejército para apoyo de Operaciones Especiales, proyecto que sin duda se presentaba como un desafío ya que su materialización no solo requiere recursos humanos altamente capacitados, “…sino que también deberá derivar en la incorporación o refuerzo del material aeronáutico existente, acorde a los desafíos que imponen las misiones de Operaciones Especiales dentro de los cada vez más complejos escenarios militares actuales…”.
UH-60C del US Army adiestrándose en Colombia. Foto: US Army |
Aviación para apoyo a Operaciones Especiales
Una de las razones de ser de la Aviación para apoyo a Operaciones Especiales será la de proporcionar aeromovilidad y soporte especializado a las TOE a través de aeronaves de ala fija y ala rotatoria. “…Su existencia incrementará exponencialmente las capacidades y otorgará una mayor flexibilidad…”.
Se trata de un elemento que será “…debidamente seleccionado, entrenado y equipado, limitado en dimensiones pero altamente motivado, ágil y flexible…al poseer una huella menor respecto a sus homólogos convencionales, resulta ideal para la ejecución de operaciones o procedimientos de combate que respondan a situaciones particulares de alta complejidad, y que, por su trascendencia y características, no puedan ser resueltas por otros medios…”.
Conforme a la doctrina vigente, algunos de los requerimientos elementales que deben ser observados a la hora considerar una unidad de Aviación para apoyo a Operaciones Especiales son “…la capacidad para operar aeronaves de ala fija y ala rotativa a muy baja altura y en formación, hacia una ubicación precisa, cumpliendo con estrictos criterios de tiempo en el objetivo y haciendo uso de gafas de visión nocturna (NVG). También se incluye la capacidad de poder operar desde zonas austeras o aeródromos no preparado, siempre con iluminación mínima y empleando NVG…”.
En relación al aspecto material, Bo C. Andersen y Niels B. Arleth ponen en manifiesto el axioma de las OOEE “Los humanos son más importantes que el equipamiento” en su trabajo titulado “Mitigating the Shortage of Special Operations Aviation by an Unconventional Approach”, al afirmar que “…a lo largo de la historia, los aviadores han llevado a cabo operaciones especiales en aviones convencionales, demostrando así que no se trata simplemente de una cuestión de tecnología de alta gama o del tamaño del presupuesto militar. Tampoco se trata simplemente de un debate parroquial sobre más horas de vuelo, mejores sensores electro-ópticos y aviones de mayor rendimiento. Por el contrario, se trata de un cambio de mentalidad necesario para entender cómo crear lo especial, o lo inesperado, y cómo completar la tarea con recursos y capacidades limitados…” .
En estos últimos párrafos intentamos condensar el concepto de que el personal siempre será el principal recurso, que algunos de los requerimientos elementales ya se encuentran presentes en el Ejército Argentino y que lo material puede suplirse, aunque lo ideal al largo plazo será contar con las herramientas indicadas. “Es la actuación del elemento humano la que en última instancia hace que la misión sea un éxito.”
¿Es factible una unidad de Aviación de Ejército para apoyo a Operaciones Especiales?
Esta misma pregunta nos hicimos hace más de tres años cuando abordamos la iniciativa en la nota titulada “Aviación de Operaciones Especiales, una posibilidad”. Por aquel entonces, concluíamos que “…Materializar una iniciativa de esta magnitud sin duda es una meta que presenta múltiples desafíos, que van desde lo meramente presupuestario pasando por cuestiones de cultura organizacional, doctrina, recursos humanos y materiales…”.
Foto: Ejército Argentino |
Sin embargo, una iniciativa de este tipo acompañada de la decisión por materializarla, podría allanar el camino para dar los primeros pasos. Incluso, llevando la idea más allá de la potencial compra de los helicópteros UH-60 Black Hawk. Esto último en relación a como la Aviación de Ejército y los Comandos del Ejército vienen trabajando en los últimos tiempo, algo que se pudo apreciar durante el ejercicio AONIKENK.
En esa ocasión, no solo se realizaron prácticas nocturnas de asalto aéreo e inserción de fast rope con los UH-1H, sino que también se utilizaron los AB-206B1 como medios de apoyo e inserción de Comandos en espacios reducidos. Estas operaciones podrían incrementarse y perfeccionarse, ya en el marco de una unidad específica.
Siendo uno de los elementos que conforman la Punta de Lanza del Ejército Argentino, las TOE del Ejército se beneficiarían enormemente a la hora de contar con una unidad de Aviación pensada y conformada para brindarle apoyo. Algo para reflexionar.
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