La paciencia ha sido necesaria para que el programa de aviones no tripulados Eurodrone MALE [Medium Altitude Long Endurance], dirigido por Airbus en asociación con Dassault Aviation y Leonardo, finalmente despegara.
Propuesto en 2013, este proyecto ha sido objeto de largas negociaciones entre los industriales implicados y los cuatro estados clientes [Francia, Alemania, Italia y España], con discusiones a veces “virulentas”, tan complicado fue llegar a un acuerdo sobre los costes, que luego se anunciaron un 30% más altos de lo previsto.
El pasado mes de noviembre, la Organización Conjunta de Cooperación en Materia de Armamento [JACCO] anunció que se había ultimado un proyecto de contrato. Sólo faltaba obtener el acuerdo de los países clientes… y por tanto, en el caso de Alemania, el de la Comisión Bugdet del Bundestag [cámara baja del parlamento].
Esta última fue llamada a pronunciarse sobre este contrato el mes pasado. El Ministerio de Defensa alemán incluso se había adelantado a la votación publicando el 24 de marzo con un artículo en su página web titulado “El Eurodrone está en camino”. Sin embargo, la votación se aplazó mientras se examinaba un informe del Ministerio de Hacienda, muy crítico con el contrato de este proyecto europeo de drones. En efecto, el documento se mostraba preocupado por un riesgo de desviación financiera, con costes adicionales “imprevisibles” debido a una “distribución inusualmente unilateral de los riesgos a expensas de los clientes”.
Al final, los imperativos políticos tuvieron prioridad sobre las consideraciones financieras. De hecho, los diputados alemanes dieron luz verde al proyecto Eurodrone al liberar un presupuesto de 3.000 millones de euros el 14 de abril. Pero le ponen condiciones, precisamente para evitar cualquier deslizamiento financiero.
“Hoy el Bundestag ha confirmado el contrato para el Eurodrone. Este es un paso importante para la firma del contrato. Con el proyecto Eurodrone, se refuerza la industria europea de defensa y se asegura la soberanía europea”, ha declarado Dirk Hoke, actual CEO de Airbus Defence & Space, que dejará su cargo el 1 de julio.
En cuanto a las condiciones impuestas por los diputados alemanes, la Oficina Federal de Equipamiento, Tecnología de la Información y Apoyo en Servicio de la Bundeswehr [Bundesamt für Ausrüstung, Informationstechnik und Nutzung der Bundeswehr – BAAINBw] tendrá que establecer un mecanismo independiente de la OCCAr para controlar los costes del proyecto Eurodrone. Y el gobierno federal tendrá que informar cada seis meses. Además, se pide al Ministerio de Defensa que vele por que “la capacidad de producción esté garantizada en el país y que las cuotas de valor añadido acordadas por contrato permanezcan en Alemania”.
Según el director de sistemas de drones de Airbus, los 60 aviones Eurodrone encargados hasta la fecha se ensamblarán en Manching [Alemania] “por razones de eficiencia y costes”.
Además, y según un acuerdo alcanzado previamente entre los democristianos de la CDU/CSU y los socialdemócratas del SPD, los eurodrones destinados a las fuerzas armadas alemanas no podrán ser armados. Al menos al principio.
A modo de recordatorio, y a petición de Berlín, el Eurodrone estará equipado con dos motores turbohélice y pesará unas 10 toneladas. Eso es cinco veces más que un MQ-9 Reaper estadounidense, cuyo sucesor ya está en desarrollo al otro lado del Atlántico… Además, cabe preguntarse si no llegará demasiado tarde, dada la evolución de la tecnología y las amenazas.
De hecho, el Ministerio de Defensa alemán, que espera 21 de ellos, indica que “el objetivo es firmar un contrato en 2021” y que “el primer avión podría entregarse entonces probablemente en 2029”.
Sin embargo, Francia, que va a recibir seis sistemas [es decir, 18 drones], contaba con una puesta en marcha en 2025. Y a principios de enero, la ministra Parly mencionó el año 2027 para la primera entrega. Así que podría ser que la Fuerza Aérea tenga que ser paciente. (Source/Photo/Author: Laurent Lagneau/Opex360)
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