Esta admisión por parte del ejército israelí muestra que el misil podría efectivamente haber impactado en la central nuclear de Dimona, pero esto sucedió por razones que se desconocen. La explosión que se produjo en una planta de fabricación de sistemas de propulsión de los sistemas Arrow, considerados como la columna vertebral de la defensa antiaérea israelí y el misil disparado desde Siria hacia las instalaciones nucleares de Dimona son ambos portadores de “un mensaje transparente a los líderes del régimen israelí: si “Israel” continúa cometiendo actos maliciosos, sufrirá consecuencias que serán más peligrosas la próxima vez”.
Además, parece que Benyamin Netanyahu ya no disfruta del apoyo inquebrantable que le ofrecía Donald Trump. Funcionarios de la nueva administración estadounidense advirtieron recientemente a “Israel” que no continúe con su comportamiento malicioso que podría costarle caro. En otras palabras, la administración Biden implícitamente insinuó a “Israel” que no quería pagar los costos políticos y de seguridad de las acciones de Tel Aviv y que ya no las apoyaría. (Source/Photo: Various Media)
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