Por: Javier Bonilla
Los ajustes presupuestarios aplicados desde el año pasado han reducido el ritmo de trabajo en el Astillero y la Base Naval de Submarinos (EBN) de la Marina de Brasil, en Itaguaí. El director del Centro de Comunicación Social de la Marina, contralmirante Flávio Augusto Viana Rocha, ha asegurado que dadas las actuales restricciones de financiación, la prioridad es la próxima implantación del astillero de construcción y el ship lift (ascensor para barcos). La idea es que la conclusión de tal infraestructura coincida con la entrega de los primeros cuatro submarinos convencionales que se producirán en la base, tres de ellos ya en distintas fases de ensamblaje. Los recortes, imponiendo una reducción de 41% de la previsión presupuestaria aún del 2015, podrían causar cientos de despidos por parte de la empresa Odebrecht, el contratista principal en el Programa de Desarrollo de Submarinos (Prosub), asociado a DCNS.
Implementado en diciembre de 2008, tras un acuerdo con Francia, el Prosub implica tres grandes proyectos: la construcción de la infraestructura industrial y el apoyo para la construcción, operación y mantenimiento de submarinos; armado de cuatro submarinos convencionales (S-BR); y el diseño y la construcción del submarino con propulsión nuclear (SN-BR). Si bien los primeros submarinos convencionales ya se encuentran en producción, la construcción del modelo de propulsión nuclear debería comenzar en 2017 previéndose una duración de diez a doce años hasta su entrega. Antes debería, según solicitó la Federación de las Industrias del Estado de Río de Janeiro (FIRJAN), duplicarse el ancho del canal que utilizarán los buques tanto de esa base como del cercano y enorme puerto comercial de Itaguaí, que actualmente es de 200 metros y no facilitaría las actividades comerciales y militares conjuntas que se desarrollarán en la región.
Fotografía: Scorpene Brasileiro.
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