Por Javier García, AgentinaEnElEspacio
En más de una oportunidad hemos recibido de nuestros lectores solicitudes pidiendo que publiquemos un artículo explicando cuales son las diferencias entre los distintos proyectos en materia de cohetería que se están llevando a cabo en nuestro país, y principalmente, pidiendo que expliquemos cuáles son las diferencia entre cada uno de ellos, algo que a veces se presta a confusión para el público no especializado en el tema. Accediendo a esta solicitud es que finalmente publicamos un breve informe titulado “Proyectos de Cohetería en Argentina”, en un intento de satisfacer la inquietud de nuestros lectores.
Cohetes argentinos, 1961 - 2014.
Actualmente el país lleva adelante en forma paralela tres proyectos en materia de cohetería; El Programa de Inyector Satelital para Cargas Útiles Livianas (ISCUL), El proyecto Grandes Dimensiones Propulsante Compuesto (GRADICOM), y el Programa de Acceso al Espacio para la Defensa. Veamos entonces cuales son las características principales de cada uno de ellos.
Proyecto GRADICOM
El proyecto Grandes Dimensiones Propulsante Compuesto (GRADICOM) es de carácter dual (civil y militar), y se desarrolla bajo la órbita del Ministerio de Defensa (MINDEF). La institución encargada de liderarlo es el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF).
El programa tiene como objetivo principal el desarrollo de motores cohete de combustible sólido, con miras a su utilización en cohetes sonda, lanzadores satelitales, cohetes de artillería, y misiles.
Argentina alcanzó un importante grado de avance en el desarrollo de motores de combustible sólido hacia fines de los 80, el cual se vio forzado a abandonar como consecuencia de las fuertes presiones políticas y económicas ejercidas por parte de Estados Unidos, que actuando en complicidad con el gobierno de Carlos Menem –este último oficiando de entreguista-, logró la cancelación del proyecto y la imposición al país de abandonar las actividades en materia de cohetería. El país abandonó de esta manera durante más de veinte años el desarrollo tecnológico en materia de vectores, y en cierta manera, podría decirse que el proyecto GRADICOM surge como un intento de recuperar el terreno perdido en la materia.
El proyecto busca recuperar y desarrollar conocimientos y capacidades en materia de cohetería, como ser diseño estructural, electrónica, química de propulsantes, aerodinámica, hidráulica, energía térmica y rampas de lanzamiento, de manera que puedan ser transferidas luego al ámbito civil -cohetes sonda e inyectores satelitales-, y al militar -misiles y cohetes de artillería-.
Junto a CITEDEF participan en este proyecto otras instituciones del sector científico y tecnológico nacional, como el Instituto Universitario Aeronáutico (IUA) y el Centro de Investigaciones Aplicadas de la Fuerza Aérea Argentina.
Es en el marco de este proyecto que se efectúa en el año 2009 el lanzamiento del cohete sonda GRADICOM I, un vector de una sola etapa cuya finalidad era la homologación del motor Gradicom, y con el cual se esperaba alcanzar una altura máxima -apogeo- de entre 40 y 60 km.
Posteriormente en 2011, en un intento de lograr un mayor alcance -un apogeo de entre 90 y 100 km- se llevó a cabo el lanzamiento del cohete GRADICOM II, un vector de mayor complejidad que su antecesor que constaba de dos etapas y módulo de carga útil conteniendo un GPS y diversos sensores encargados de medir parámetros de vuelo, temperatura, presión, etc.
Actualmente se encuentra en desarrollo el GRADICOM III, vector de dos etapas, mayor diámetro, y que incluirá además la recuperación de carga útil. Con el GRADICOM III se espera alcanzar los 350 km de altura. El lanzamiento del mismo fue anunciado por el MIDEF para ocurrir durante el año 2014, pero finalmente el año transcurrió sin que hubiera novedades al respecto. De momento, se desconoce cuál sería la fecha tentativa para el lanzamiento, aunque se especula que podría acontecer durante el primer semestre del año en curso.
Programa de Acceso al Espacio para la Defensa
Este proyecto se desarrolla en el ámbito militar, bajo la órbita del Ministerio de Defensa (MINDEF), y es liderado por la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGID) de la Fuerza Aérea Argentina con participación del CITEDEF y Fabricaciones Militares (FM).
El proyecto persigue el objetivo de poder realizar en el espacio ultraterrestre acciones tendientes a garantizar la defensa nacional; Observación terrestre, comunicaciones, control de fronteras y del Área Económica Exclusiva del Mar Argentino.
En dicho marco se realiza en el año 2013 -haciendo uso de algunas tecnologías desarrolladas a través del Proyecto Gradicom-, el lanzamiento del vector Centenario, un cohete de una sola etapa, módulo de carga útil, propulsado por un motor de combustible sólido. Este lanzamiento incluyó además la recuperación del módulo de carga útil que llevaba a bordo diversos experimentos, por ejemplo, para efectuar análisis meteorológicos y de vibraciones.
Diversas instituciones participaron con sus experimentos en el módulo de carga útil; El Instituto Universitario Aeronáutico (IUA), La Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), la Universidad Nacional del Comahue (UNCOMA), y la Asociación Argentina de Tecnología Espacial (AATE).
La próxima etapa del proyecto contempla el lanzamiento de un vector de dos etapas denominado FAS 1500, cuyo lanzamiento fue anunciado por el MINDEF para ocurrir durante el año en curso.
Uno de los objetivos del Programa de Acceso al Espacio para la Defensa es el desarrollo de una familia de cohetes sonda que puedan, a través del tiempo, escalar en tamaño y capacidad, finalizando posiblemente en el desarrollo de un inyector satelital de nano y microsatélites.
Programa de Inyector Satelital para Cargas Útiles Livianas (ISCUL)
Este proyecto se desarrolla en el ámbito civil, bajo la órbita del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios (MINPLAN). La institución encargada de liderarlo es la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
El ISCUL tiene como finalidad la elaboración de todas las etapas necesarias para que el país disponga de un lanzador satelital -denominado Tronador- con capacidad de poner en órbita polar a una altura de 600 km, satélites de hasta 250 kg de peso -serie SARE-, dentro de una estrategia de desarrollo satelital conocida como arquitectura segmentada. De esta manera el país busca poder efectuar varios lanzamientos de la serie SARE por año, y realizar además el lanzamiento de pequeños satélites pertenecientes a otros países de la región.
Participan asimismo del proyecto ISCUL un importante número de instituciones del sistema científico y tecnológico nacional; el Centro de Investigaciones Ópticas (CIOp), el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA), el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), el Instituto Universitario Aeronáutico (IUA), el Departamento de Electrotecnia y el Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el Grupo de Procesamiento de Señales, Identificación y Control (GPSIC) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Diversas empresas del sector público y privado tienen también participación en el proyecto, ya sea en el desarrollo de componentes para el lanzador o de aquellos destinados a la construcción de las facilidades auxiliares del mismo -área de ensayos de motores, área de integración final del lanzador con el satélite, plataforma de lanzamiento, planta de producción de propelentes-.
Una etapa posterior del proyecto ISCUL contempla el desarrollo de un inyector satelital de mayor porte y mayor capacidad de carga -hasta 1000 kg en órbita LEO-, denominado Tronador III. Si bien la información oficial al respecto es muy escasa –por no decir nula-, se especula que se trataría de un vector híbrido con aceleradores –conocidos como “boosters”- de combustible sólido en la primera etapa, mientras que utilizaría combustible líquido en las etapas superiores. En este punto -boosters de combustible sólido- es donde el proyecto ISCUL se estaría beneficiando de una capacidad desarrollada mediante el proyecto GRADICOM.
En el marco del proyecto ISCUL se realizaron diversos lanzamientos de vectores que han ido escalando en tamaño y capacidad. En el año 2007 se lanza el Tronador I, un pequeño cohete que apenas superaba los 3 metros de longitud con motor de combustible líquido, que si bien no fue el primer motor cohete de este tipo desarrollado en el país, si fue el primero en ser utilizado para impulsar un cohete sonda.
Con diferentes grados de éxito –lanzamientos exitosos y fallidos- se llevaron a cabo luego diversos lanzamientos; Tronador 1b, T4000, Vex-1A y Vex-1B, estimándose el próximo -Vex-5A- para acontecer durante el primer semestre de este año.
El Tronador ha alcanzado en la actualidad un importante grado de madurez mediante el cual el país ha logrado desarrollar y dominar tecnologías que resultan fundamentales para el éxito del proyecto ISCUL. De no mediar una decisión política en sentido contrario, el proyecto ISCUL debiera poder colocar su primera carga en órbita en el mediano plazo.
Proyectos Complementarios
Los tres proyectos en curso son complementarios y cada una de ellos responde a necesidades específicas -ya sea del ámbito civil o militar-, de distintos organismos e instituciones del Estado. Valiéndose de los productos y desarrollos tecnológicos resultantes de los proyectos de cohetería, éstos confían en poder cumplir con ambiciosos programas –algunos de los cuales son política de Estado- haciendo uso de tecnologías desarrolladas localmente.
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