lunes, 16 de mayo de 2022

Los aviones de ataque anticarro norteamericanos A-10 Thunderbolt Warthogs vuelven a Europa

A-10C Thunderbolt II
Diez aviones de ataque anticarro norteamericanos A-10C Thunderbolt II, alias Warthogs, pertenecientes a la Guardia Nacional Aérea de Maryland, acaban de ser desplegados en Europa en favor de la OTAN.

Los diez A-10C Thunderbolt II, han llegado al Viaje Continente vía a Islandia para llevar a cabo oficialmente un entrenamiento de empleo y combate  y apoyar el macro ejercicio multinacional Swift Response. Este supuesto táctico anual, que dirige el Ejército de los Estados Unidos, está teniendo lugar entre el 2 y el 20 de mayo en Europa del Este, incluyendo las regiones del Ártico, el Mar Báltico y los Balcanes. El ejercicio implica aproximadamente a 9.000 efectivos de 17 naciones aliadas y asociadas a la OTAN, entre ellos unos 2.700 militares del Ejército y la Fuerza Aérea de Estados Unidos o United States Air Force (USAF).

El más que veterano Fairchild Republic (hoy M7 Aerospace) A-10C Thunderbolt II, conocido con el sobrenombre Warthog porque su parte delantera se asemeja a la cabeza del jabalí africano facóquero, entró en servicio en la Fuerza Aérea de Estados Unidos en 1977, en plena Guerra Fría, como avión de ataque al suelo especializado en misiones anticarro.

Antes de la caída del Muro de Berlin (en noviembre de 1989), la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Europa disponía de 140 A-10C Thunderbolt , el equivalente a 6 escuadrones,  que hubieran sido vitales para hacer frente a una posible invasión de las fuerzas acorazadas del extinto Pacto de Varsovia a la Europa Occidental. Tras la desaparición de esa alianza y la de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la fuerza de aviones anticarro se dispersó, pero la Guerra del Golfo (1991) y los siguientes conflictos en los que participó Estados Unidos confirmaron la validez de los A-10C para apoyar al Ejército de Estados Unidos y a los Marines, lo que ha permitido a esta aeronave seguir en servicio 45 años después de su incorporación.

Los A-10C de la ANG de Maryland se despliegan regularmente en la región del Báltico, en particular en Estonia, país que en 2004 se incorporó a la OTAN. Desde 2013, estos aviones, junto a sus pilotos y personal de apoyo, viajan cada dos años hasta Europa para participar en ejercicios organizados por el  Mando Europeo de Estados Unidos. Además, durante su despliegue, se suelen incluir entrenamientos con los equipos de coordinación de ataque aérea al suelo o Joint Terminal Attack Controller (JTAC) de Estonia, que al no contar con aviones de combate propios, depende de estos entrenamientos para mantener la cualificación.

Este año, más que nunca, la vuelta de los aviones cazacarros A-10C Thunderbolt II  a Europa es un claro mensaje a Rusia, cuyo plan de guerra relámpago en Ucrania se ha convertido ya en una dolorosa guerra de desgaste.

Los A-10C se unen a un importante contingente de aviones de la OTAN desplegados en Europa del Este para reforzar las capacidades de los socios de la región. Estados Unidos también ha desplegado más aparatos de la ANG, en concreto ocho aviones furtivos o stealth F-35A, pertenecientes a la de Vermont, que han aterrizado en la base aérea de Spangdahlem (Alemania) para apoyar la misión de policía aérea reforzada en el flanco oriental de la Alianza. (Source/Photo: Defensa.com)

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