En el momento más álgido de la Guerra Fría, la Unión Soviética posicionaba más de 4.000 aeronaves a 15 minutos de entrar al rango de ataque contra Suecia. Y aunque para esta época Suecia contaba con una de las fuerzas aéreas más grandes del mundo, con 660 aviones de combate, eran ampliamente superados en número. Así que, desde esta época, los aviones de combate suecos han tenido que recurrir a la tecnología para desarrollar una capacidad de disuasión creíble frente a Rusia.
El aumento de la actividad de las Fuerzas Armadas de Rusia en la región báltica, ha llevado a Suecia a reactivar instalaciones que se construyeron en la mitad del siglo XX para hacer frente a las amenazas de la Unión Soviética. Dicho incremento de actividad ha resultado también en el fortalecimiento de requisitos para el Gripen E de Saab, que está en proceso de desarrollo para la entrega de una flota de 60 aparatos la Fuerza Aérea Sueca.
En distintas declaraciones a medios de comunicación, el General Mats Helgesson, ex Comandante de la Fuerza Aérea Sueca, aseguró que “el Gripen, especialmente el modelo E, fue diseñado para matar Sukhois”. Aclarando más tarde: “quise decir que cuando desarrollamos nuestro avión, como Gripen y sus predecesores, Viggen y Draken, siempre miramos qué tipo de amenazas tenemos en nuestra vecindad. Miramos hacia el futuro y predecimos qué tipo de amenaza encontraremos. En nuestro caso, deberíamos mirar a los aviones rusos, que serán los que se puedan enfrentar en el aire. En este sentido, Gripen fue desarrollado para enfrentar a los Sukhoi.”
En esta afirmación subyace la plena confianza de la Fuerza Aérea Sueca en este avión de combate, especialmente en su sistema de Guerra Electrónica (EW), que es el componente principal para equiparar al Gripen en un enfrentamiento con cazas rusos. El Gripen se reconoce como uno de los cazas con mayor capacidad de EW en el mercado y una capacidad de jamming extremadamente respetable. La detección y el análisis de las amenazas potenciales contra el Gripen E/F en condiciones de combate, así como las medidas evasivas o contramedidas, son los principales objetivos del sistema de Guerra Electrónica del avión. Gracias a la alta velocidad con que el sistema multifuncional de guerra electrónica (MFS-EW) procesa y fusiona gran cantidad de datos, el piloto tiene una visión total de su entorno y sabe dónde y cómo están dispuestos los radares de vigilancia, los sistemas de defensa antiaérea, los buques, los cazas de defensa aérea, los aviones de alerta temprana y las fuerzas amigas. En escenarios complejos, el conocimiento y la información son claves para el éxito de toda misión.
Gripen fue el primer caza en integrar el Meteor, el misil aire-aire Beyond Visual Range más avanzado del mundo y resistente a los jammers rusos. Si se conjuga un avanzado radar AESA, alta capacidad de EW y el Meteor, el desempeño en combate del Gripen es más que notable.
El ex ingeniero de vuelo de la Fuerza Aérea Sueca Stefan Englund, explica al respecto: "Gripen participó por primera vez en Red Flag 2006 con el Gripen A, fue asignado al equipo rojo. Los Gripen conectaron su Data-Link y obtuvieron la conciencia del campo de batalla necesaria y evitaron todas las defensas terrestres, anotaron 10 kills el primer día. Sin pérdidas, permanecieron sin ser detectados.” Englung argumenta que entonces fue evidente que la capacidad de Gripen debía ser revaluada. “Un piloto de Gripen derribó cinco F-16 Block 50+ durante un combate aéreo cercano en Red Flag Alaska. Y nunca perdieron ningún encuentro aéreo ni fallaron en sus objetivos de misión. Fue el único caza que realizó todas las salidas planificadas”, asegura.
Esa fuerza de ataque ha sido mejorado entre la versión del Gripen A y el Gripen E, que recientemente adquirió Brasil y Suecia, y que está siendo ofrecido a varios países, entre ellos Canadá, Finlandia y Colombia. En la imagen al pie de este texto se observa una fuerza de ataque de tres Gripen. Uno de ellos busca objetivos con el radar, mientras que otro lo hace con el sistema IRST Skyward-G (búsqueda por infrarrojos). Una tercera plataforma activa el sistema de contramedidas electrónicas (ECM), que confunde a los sensores enemigos. Con este conjunto de medidas, los tres aviones son más difíciles de detectar. Si un enemigo dispara un misil, el caza puede desplegar chaffs y flares para esquivarlo.
El Raven ES-05, un radar activo de barrido electrónico (AESA), consta de pequeños módulos electrónicos que rastrean objetivos en diversas direcciones, en el aire, en tierra o en el mar, simultáneamente, en distintas frecuencias, sin necesidad de modificar la posición de la antena. El radar Raven ES-05 es además resistente a las interferencias electrónicas, tiene una alta disponibilidad de servicio y un campo visual de más de 200°.
El Gripen E/F está también equipado con el sensor Skyward-G de búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST). A diferencia del radar, que es activo y emite ondas para descubrir la ubicación del enemigo, el IRST es pasivo, ya que aprovecha las emisiones de calor del objetivo para ubicarlo. El Skyward-G puede funcionar en combinación con el Raven ES-05 o independientemente, reduciendo así las posibilidades de detección del caza.
Gripen E lleva una mayor carga útil de chaffs y flares, nuevos dispensadores y cuenta con la capacidad de desplegar el señuelo activo expandible BriteCloud, de Leonardo.
Leonardo describe el BriteCloud como un bloqueador de memoria de radiofrecuencia digital autónomo, diseñado para proteger un avión de combate de amenazas como misiles guiados por RF y radares de control de fuego. Después de la expulsión manual o automática de un dispensador, BriteCloud detecta las emisiones de RF y las compara con su biblioteca de amenazas pre programada. Una vez que se encuentra una coincidencia, el señuelo aplica algoritmos avanzados y emite una señal de engaño para derrotar el radar enemigo y el misil entrante.(Source/Photo: Various Media)