Tensión diplomática. Argentina denuncia a las empresas que explotan el área en conflicto. Los kelpers les dan la bienvenida.
Por Natasha Niebieskikwiat (Clarin.com) |
El escenario del Atlántico Sur encuentra a la Argentina, a Gran Bretaña y a los kelpers en la antesala de una batalla legal por el petróleo. Las condiciones ya están dadas y las barajas tiradas.
Sobre fines de mayo último, el Gobierno presentó ante la justicia de Río Grande, Tierra del Fuego, una denuncia contra nueve petroleras extranjeras que realizan exploraciones hidrocarburíferas en aguas de las Malvinas.
Las empresas que fueron denunciadas son las británicas Rockhopper Exploration plc, Premier Oil plc, Falkland Oil And Gas Limited y las estadounidenses Noble Energy Inc. y Edison International SpA. Todas son operadoras en aguas en disputa y, para Buenos Aires, "carentes de autorización, concesión o permiso alguno otorgado por la autoridad competente argentina" en las islas que se reclaman.
Pasaron apenas diez días de dicha denuncia, y el Gobierno kelper salió en público a darle la bienvenida a un nuevo descubrimiento petrolero en el yacimiento Isobel Deep, en la cuenca norte de Malvinas. Isobel Deep es el segundo yacimiento de seis de la campaña petrolera planeada en las Malvinas a lo largo de 2015, y está en manos de Premier Oil, la Falkland Oil & Gas Ltd y Rockhopper Exploration.
Los isleños siguen a todo vapor su marcha hacia una economía petrolera, y las islas en pleno se preparan desde el punto de vista de la infraestructura portuaria y habitacional para recibir a los trabajadores de esta industria. Rockhopper ya tiene un yacimiento donde informó haber encontrado petróleo comercialmente viable.
Desde el punto de vista legal, Londres no ha dado pasos legales para evitar la campaña internacional del gobierno de Cristina Kirchner montada desde 2010 cuando británicos e isleños se lanzaron a sus exploraciones hidrocarburíferas. Para entonces, habían pasado tres años desde que los argentinos dieron de baja los acuerdos de cooperación petrolífera firmados aquí por el ex presidente Carlos Menem.
Vale recordar que en estos cinco años, desde la Cancillería, se enviaron decenas de cartas contra las empresas y sus ejecutivos. Y también se enviaron advertencias a las capitales donde estas operan. El Gobierno también hace cuentas para ver en qué tribunal internacional podría llevar su reclamo, incluso La Haya.
Esta semana volvió a ventilarse también el pedido argentino a la justicia federal en Tierra del Fuego, para que se soliciten medidas cautelares contra las empresas denunciadas que incluyen hasta el embargo de bienes de las compañías, y cautelares contra los empresarios.Sin embargo nada parece detener a kelpers y británicos, y empresas globalizadas que buscan extraer crudo para 2017.
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