lunes, 14 de julio de 2025

El Ejército Argentino avanza en la formación de los efectivos que operarán a sus nuevos radares RPA-200M adquiridos a INVAP

En el marco del proceso de modernización de capacidades para tareas de vigilancia y control, el Ejército Argentino continúa avanzando de manera sostenida en la incorporación de los nuevos radares de largo alcance RPA-200M, adquiridos a la empresa nacional INVAP. Actualmente, se lleva adelante la formación técnica del personal que tendrá a su cargo la operación y el mantenimiento de estos sistemas. Esta etapa de capacitación constituye un componente clave dentro de un plan integral orientado a garantizar la adecuada integración del RPA-200M a la estructura de defensa terrestre, asegurando tanto su operación autónoma como su sostenimiento logístico en el tiempo.

El curso de Operación y Mantenimiento del radar se llevó a cabo en la sede central de INVAP en San Carlos de Bariloche, con la participación de oficiales y suboficiales de la Agrupación de Artillería Antiaérea de Ejército 601 – Escuela y de la Dirección General de Investigación y Desarrollo. Los contenidos dictados se organizaron en dos fases: una etapa inicial a distancia, orientada a los fundamentos teóricos del radar y sus subsistemas, y una etapa presencial centrada en prácticas técnicas y operativas con simuladores y emisiones reales en radiofrecuencia. En esta instancia, los efectivos pudieron realizar ejercicios de detección de blancos en las cercanías del aeropuerto de Bariloche, en condiciones que replican escenarios tácticos reales.

La instrucción estuvo a cargo de un equipo de ingenieros de INVAP especializados en múltiples disciplinas, incluyendo electrónica de radiofrecuencia, software, sistemas lógicos programables, motores, actuadores, redes IP y generación trifásica. Esta diversidad permitió abordar de manera integral los desafíos técnicos que impone el salto cualitativo representado por el radar RPA-200M, el cual integra tecnologías avanzadas en radares primarios, secundarios y sistemas ADB-S, estableciendo un nuevo estándar en la vigilancia aérea terrestre del país.

El proyecto de incorporación de los RPA-200M se inscribe dentro de uno de los principales programas de renovación tecnológica impulsados por el Ejército Argentino en los últimos años, enfocado en la sustitución de sistemas obsoletos y la mejora de capacidades de vigilancia táctica y movilidad. La adquisición de estos radares fue oficializada a través de la Decisión Administrativa 1259/2022 del Ministerio de Defensa, que incluyó la compra de dos unidades completas, seis simuladores y equipamiento de laboratorio. Uno de los principales impulsores de esta necesidad fue el progresivo retiro de los veteranos Cardion AN/TPS-44 Alert, que acumulan décadas de servicio y cuentan incluso con experiencia operativa durante la Guerra de Malvinas.

Recientemente, el radar RPA-200M fue presentado al público durante la “EXPO Ejército 2025”, llevada a cabo en la Plaza de Armas del Edificio Libertador con motivo del 215° aniversario de la Revolución de Mayo y del Día del Ejército Argentino. En el marco de esta muestra institucional, y acompañado por otros sistemas recientemente incorporados, el RPA-200M se destacó como una muestra concreta de las capacidades de INVAP en el desarrollo de tecnología aplicada a la defensa y el ámbito aeroespacial.

miércoles, 9 de julio de 2025

La Armada argentina recibirá dos Beechcraft King Air 360ER MPA para misiones de patrulla marítima

La fuerza tiene experiencia en el uso de estas nobles maquinas, con equipos adecuados son aptas para vigilancia maritima.Foto Textron Aviation
La fuerza tiene experiencia en el uso de estas nobles maquinas, con equipos adecuados son aptas para vigilancia maritima.Foto Textron Aviation

El Comando de la Aviación Naval de la Armada Argentina incorporará dos aviones biturbohélices Beechcraft King Air 360ER MPA para su servicio de vigilancia marítima, en refuerzo de los escasos medios que hoy día están operativos.

Estas dos aeronaves son de nueva fabricación y serán equipadas con sensores diurnos/nocturnos  de última generación, radar de vigilancia extendida y los enlaces electrónicos adecuados, para la operación  con los cuatrimotores Lockheed  P-3C Orión que la Armada está recibiendo actualmente.

El Beechcraft 360C/ER tiene una longitud de 14,22 m, envergadura de 17,65 m. con una superficie alar de 28.8 m2 y altura de 4,37 m. La propulsión corre por cuenta de dos motores Pratt & Whitney Canadá PT-6A-60A cada uno de 1.050 HP que permiten a la versión 360C alcanzar una velocidad máxima de crucero de 578 km/h y a la 360ER una de 561 km/h. Puede despegar en unos 1.200 m. y transportar 1,2 toneladas de carga. El alcance del 360C es de 3.345 km. y el del 360ER de 4.982 km. Dispone de una compuerta de carga y acomoda, dependiendo de la configuración, a 2 pilotos y 11 pasajeros.

Argentina ejecuta la primera evacuación sanitaria invernal desde la Base Antártica Petrel tras su reactivación

 La misión fue ejecutada en un Beechcraft TC-12B Hurón en manos de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima del Comando de la Aviación Naval
Evacuación sanitaria en Base Petrel. Foto: ARA
La Armada Argentina llevó a cabo una operación de evacuación sanitaria en la Antártida, trasladando a un suboficial auxiliar de la Fuerza Aérea Argentina desde la Base Antártica Conjunta Petrel hasta Tierra del Fuego. El paciente, integrante de la dotación de invernada, presentaba problemas de salud que requirieron su evacuación inmediata.

La misión fue ejecutada por la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima del Comando de la Aviación Naval, mediante una aeronave Beechcraft TC-12B Hurón (matrícula 1-G-50). El vuelo partió desde la Base Aeronaval Río Grande en Tierra del Fuego, tras identificarse una ventana meteorológica favorable. Inicialmente, la operación estaba planificada para el 22 de junio, pero debió ser postergada por condiciones climáticas adversas.

La travesía incluyó tres horas de vuelo hacia la Antártida, dos horas de permanencia en la Base Petrel y un vuelo de regreso de duración similar. Debido a su complejidad, la operación requirió seguimiento meteorológico continuo, planificación intensiva y personal con entrenamiento específico para operar en ambientes extremos.

Un avión Lockheed P-3C Orion de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración participó como apoyo en tareas de búsqueda y rescate (SAR).

Este fue el primer vuelo sanitario realizado en pleno invierno antártico desde la reanudación de operaciones aéreas en Petrel en 2024, tras más de cinco décadas de inactividad. Asimismo, marcó la tercera vez que un TC-12B Hurón opera en la Antártida, consolidando las capacidades logísticas y operativas de la Aviación Naval en el continente.

VCBR 8×8 M1126 Stryker para el Ejército Argentino: las claves de su selección y futura incorporación a la Fuerza de Despliegue Rápido

A lo largo de los últimos años —y por no decir décadas— el Ejército Argentino ha emprendido diversos estudios para la adquisición e incorporación de una nueva familia de Vehículos de Combate Blindado a Rueda (VCBR). La reciente firma de una Carta de Aceptación de Oferta (LOA) con los Estados Unidos marca el principio del fin de esta fase del programa, proyectando el inicio de la incorporación del VCBR 8×8 M1126 Stryker.

No obstante, la noticia —recibida con gran entusiasmo por los integrantes de la fuerza— también ha sido objeto de críticas por parte de diversos sectores, apelando a argumentos falaces y con escaso rigor técnico, sin considerar el largo proceso de análisis y evaluación que ha sido invertido en esta etapa. A continuación, se brinda un breve repaso del Stryker, el cual será incorporado próximamente a las Brigadas Mecanizadas del Ejército.

Un requerimiento de largo aliento

Como se mencionó, el requerimiento del Ejército Argentino de contar con una nueva plataforma de vehículos blindados a rueda tiene sus orígenes años atrás, mediante la realización de diversos estudios y análisis de propuestas para su incorporación, sostenimiento, mantenimiento y operación en todo el territorio nacional.

No cabe duda de que la rapidez y movilidad que ofrecen este tipo de vehículos, así como su menor tiempo de alistamiento en comparación con otros medios blindados a orugas, constituyen un factor fundamental a la hora de conformar una Fuerza de Despliegue Rápido.

Teniendo esto en cuenta, desde el inicio del Programa VCBR, el Ejército y las Direcciones involucradas en los estudios prospectivos buscaron una plataforma de tracción 8×8, mejor adaptada y más apta para operar en entornos extremos que exigen al máximo el material de dotación.

Otros elementos considerados en los análisis fueron la protección, movilidad, potencia, armamento, comunalidad de componentes con otros medios del Ejército en servicio y, muy especialmente, que se tratara de una plataforma con historial de combate y servicio activo en fuerzas de nivel global.

Los candidatos evaluados

A lo largo de los años —con demoras causadas por factores políticos, financieros y económicos— se recibieron diversas propuestas, tanto de países como de empresas. Entre las más destacadas y debidamente analizadas por el Ejército Argentino, se incluyeron los VCBR 8×8 M1126 Stryker, Pandur II, LAV III neozelandeses y el 6×6 VBTP-MR Guaraní. En este último caso, se firmó una Carta de Intención (no vinculante) por 156 ejemplares en distintas variantes.

Cada propuesta fue cuidadosamente analizada, evaluando sus características conforme a los requerimientos del Ejército para equipar a su Fuerza de Despliegue Rápido, cuyo componente principal es la X Brigada Mecanizada “Tte. Grl. Nicolás Levalle” (Br Mec X), con asiento en Santa Rosa, provincia de La Pampa.

Entre los ítems destacados que inclinaron la balanza a favor del Stryker sobre otras opciones, se destacan una combinación de factores técnicos, de capacidades operativas, y también económicos y financieros.

¿Cuáles son los factores que llevaron a la elección del Stryker M1126 como futuro VCBR 8×8 del Ejército?

Sin lugar a dudas, salta a la vista su tracción 8×8, cumpliendo así con el primer requisito fundamental planteado por el programa VCBR. Además, es una plataforma probada en diversos escenarios operacionales y en servicio —en múltiples variantes— con fuerzas militares de todo el mundo, siendo el principal VCBR del Ejército de los Estados Unidos.

La variante seleccionada es la M1126, enfocada en tareas de transporte de tropas, aunque también cuenta con versiones especializadas como vehículo de combate de infantería, puesto comando, evacuación de heridos, entre otras.

Otro aspecto relevante es la comunalidad logística con otras familias de vehículos ya en servicio en el Ejército Argentino, como la familia de camiones Oshkosh FMTV, que comparte el mismo motor Caterpillar C7 que equipa al Stryker. Esto facilita su mantenimiento y sostenimiento logístico.

Este punto no es menor, ya que la negociación con los Estados Unidos —plasmada en la LOA— habilita una serie de ventajas propias del Programa de Ventas Militares al Extranjero (FMS, por sus siglas en inglés), tales como financiamiento, servicio postventa, interoperabilidad con otras fuerzas, rapidez y previsibilidad en los plazos de entrega.

Asimismo, como se mencionó, la tracción 8×8 fue siempre el requisito clave para garantizar su rápido despliegue. Para su utilización tanto en territorio nacional como en misiones de paz bajo la ONU, el VCBR Stryker está certificado por su fabricante, General Dynamics Land Systems (GDLS), para ser transportado en la bodega de carga de aeronaves Hércules C-130, en servicio con la Fuerza Aérea Argentina.

Las críticas y el debate sobre capacidades

Tal como se mencionó al principio, desde distintos sectores se ha criticado la adquisición del Stryker por supuestas limitaciones en su capacidad de vadeo o por no ser un vehículo anfibio, en comparación con otras propuestas. Sin embargo, esta capacidad ha sido considerada como marginal en la evaluación realizada, dado que en cualquier despliegue militar, la planificación contempla el reconocimiento del terreno y la selección de puntos óptimos para cruzar ríos o cursos de agua, ya sea con vehículos a ruedas o a orugas. El M1126 tiene una capacidad de vadeo de hasta 1,70 metros.

A su vez, pareciera que existe una confusión general sobre esta cuestión, donde la capacidad anfibia sería critica si la incorporación de estos vehículos fuera destinada a otra fuerza, como es el caso de la Infantería de Marina, la cual se proyecta como parte del poder naval integrado desde el mar hacia las costas para realizar desembarcados anfibios, y donde se requieren vehículos especializados, o adaptados, como es el caso de la familia LVTP o de su futuro reemplazo, constituido por la familia 8×8 ACV de BAE Systems, basado a su vez en el Super AV de Iveco Defense Vehicles.

Con la firma de la LOA, ¿cómo continúa el proceso?

Actualmente, y según se desprende de documentos públicos y otros de carácter reservado que trascendieron, el Ejército Argentino proyecta incorporar más de 200 VCBR 8×8. Según lo consignado en el Proyecto de Presupuesto 2024: “…se contempla incorporar 209 VCBR en las siguientes versiones: 120 Vehículos de Transporte de Personal armados con una ametralladora M2 12,7 mm; 27 Vehículos de Combate de Infantería armados con un cañón de 30 mm; 14 Vehículos Cazatanques; 12 Vehículos Portamorteros; 9 Vehículos Ambulancia; 9 Vehículos Puesto Comando; 8 Vehículos Recuperadores; 6 Vehículos Lanzapuente y 4 Vehículos para Apertura de Brechas”.

Por solo hacer un breve repaso, actualmente, basados en la plataforma Stryker, se cuenta con las siguientes variantes en servicio y que se adaptarían a los requerimientos del Ejército:

  • M1126 para transporte y apoyo de tropas.
  • M1127 de reconocmiento
  • M1129 portamortero.
  • M1130 vehículo de puesto comando
  • M1131 versión para apoyo de fuego
  • M1132 versión para ingenieros
  • M1133 versión para evacuación médica
  • M1296 Dragoon: versión modernizada el Stryker y equipada con un torre remota MCT-30 integrada con un cañon de 30mm XM813 Bushmaster II

VCBR M1126 Stryker. Créditos: Sgt. Jerod Hathaway
M1127
M1129
M1130

M1131A1 Stryker

M1132

M1133

M1296 Dragoon
La LOA firmada recientemente —suscripta por el Ministro de Defensa argentino, Luis Petri, y su par estadounidense, Pete Hegseth— forma parte de un programa de tres fases. En la primera, se contempla la incorporación de ocho (8) M1126 Stryker provenientes del Ejército de Estados Unidos.

Los dos primeros vehículos arribarán al país en los próximos meses, antes de finalizar el año, y se encuentran actualmente almacenados en condición de Fully Mission Capable (FMC). Fueron evaluados —tanto en exhibiciones estáticas como en condiciones operativas— por una delegación de la Dirección de Material del Ejército Argentino, que se trasladó al Regional Logistic Readiness Center en Tacoma, Washington.

La incorporación de esta primera tanda tiene un objetivo fundamental: el Ejército estará recibiendo una capacidad que no poseía, destinada al despliegue de personal. Por tanto, será necesario atravesar una fase de formación y entrenamiento para generar la doctrina de empleo y uso correspondiente. Esta primera fase permitirá abrir paso a las siguientes, en las que se prevé recibir más unidades en diversas configuraciones, tal como lo establece el programa.

Por último, y de cara a la concreción de esta primera fase, se proyecta que la misma se extienda hasta mediados del año próximo, a fin de completar el lote inicial de ocho ejemplares con la recepción de las seis unidades restantes. Mientras tanto, se brinda a la fuerza un tiempo prudencial para avanzar con la fase de familiarización con esta nueva plataforma, que no solo involucra a sus tripulaciones, sino también a todo el personal técnico y de mantenimiento que estará destinado a su sostenimiento.

Las Fuerzas Armadas argentinas evaluarán la propuesta por helicópteros CH-53G próximos a ser dados de baja por la Fuerza Aérea de Alemania

El fortalecimiento de los vínculos bilaterales con los Estados Unidos, así como con otros países occidentales, ha provocado la recepción de diversas propuestas y posibilidades en torno al reequipamiento de las Fuerzas Armadas argentinas. La más reciente de ellas apunta a recuperar la capacidad de transporte pesado de alas rotatorias mediante la posible transferencia de helicópteros CH-53G de la Fuerza Aérea de Alemania (Luftwaffe).

A la fecha, la Luftwaffe mantiene como principal plataforma pesada de alas rotatorias una importante flota de helicópteros CH-53G, la cual fue operada hasta la década de 2010 por el Cuerpo de Aviación del Ejército Alemán. 

Esta flota tiene su origen en los años sesenta, cuando el gobierno de Alemania alcanzó un acuerdo con Estados Unidos para la adquisición de hasta 110 ejemplares, derivados de la versión CH-53D y fabricados localmente por VFW-Fokker.

Teniendo en cuenta su importancia, tanto para el transporte de un importante volumen de unidades de infantería como de otras fuerzas, así como para el traslado de carga, ayuda humanitaria e incluso operaciones de lucha contra incendios, la flota fue sostenida y actualizada a lo largo de décadas de operación.

Por citar algunos ejemplos, empresas como Rheinmetall, a través de Rheinmetall Aviation Services, han brindado soporte a los CH-53G. Uno de los últimos contratos adjudicados por las Fuerzas Armadas de Alemania tuvo lugar en 2022, mediante el cual la firma se encargó de prestar servicios de soporte, mantenimiento y reparación a la flota con asiento en la base de Laupheim.

En cuanto a la posibilidad que presentan estos helicópteros, también debe mencionarse que la Fuerza Aérea Alemana se encuentra actualmente en proceso de sustitución de los mismos, a través de la incorporación de una nueva flota compuesta por 60 helicópteros CH-47F Block II Chinook, previendo el arribo de las primeras unidades para el año 2027.

En vista de esta situación, y considerando el potencial que estos medios representarían para las Fuerzas Armadas argentinas —las cuales vienen explorando distintas opciones para recuperar capacidades perdidas tras la baja de los últimos Chinook de la Fuerza Aérea (los pertenecientes al Ejército se perdieron durante la Guerra de Malvinas, con la destrucción de un ejemplar y la captura del otro)—, se estarían dando los primeros pasos para una posible evaluación.

De esta forma, y según fuentes consultadas por Zona Militar, y tal como ocurriera con el ofrecimiento anterior de helicópteros CH-46 Sea Knight dados de baja por Estados Unidos, las Fuerzas Armadas argentinas avanzarían en la evaluación de la propuesta por los CH-53G, iniciándose las gestiones a través de los respectivos contactos diplomáticos mediante los agregados militares.

No obstante, al igual que con los CH-46, esta evaluación —que requiere estudios de factibilidad para su operación y sostenimiento— debe enfrentar diversas variables financieras, además de otros requerimientos más urgentes por parte de las Fuerzas Armadas.

Como ya se ha señalado, la Dirección de Aviación del Ejército requiere una nueva plataforma para reemplazar en el futuro a sus UH-1H Huey/Huey II, habiéndose lanzado recientemente una licitación que contemplaba la incorporación de tres UH-60 Black Hawk, proceso que, al día de hoy, no presenta novedades respecto a su puesta en marcha tras que el proceso original fuera dejado sin efecto.

En cuanto a la Fuerza Aérea y la Armada, ambas instituciones también poseen necesidades vinculadas al fortalecimiento e incorporación de nuevos helicópteros en otros segmentos, como el mediano. El caso del Comando de Aviación Naval es aún más acuciante, dada la reducida dotación que opera la Segunda Escuadrilla de Helicópteros. Esta unidad viene evaluando la incorporación de nuevas partidas de Sea King, como las recientemente adquiridas en Estados Unidos, ante la inminente baja de ejemplares que se encuentran al límite de sus horas remanentes de vuelo y considerando la importancia que estas aeronaves tienen para el apoyo a la Campaña Antártica de Verano.

La Fuerza de Despliegue Rápido del Ejército inició los preparativos de cara al Ejercicio “Libertador” que tendrá lugar en el Norte argentino

El Comando y los elementos dependientes de la Fuerza de Despliegue Rápido (FDR) del Ejército Argentino han iniciado formalmente la fase de apresto de cara a la realización del ejercicio “Libertador”, actividad que se desarrollará durante los meses de agosto y septiembre en las provincias del Chaco y Formosa.

Durante esta etapa previa a la ejecución del ejercicio, se han llevado a cabo diversas actividades de adiestramiento operacional, entre las cuales se destacan las realizadas el 8 de julio, que incluyeron operaciones de vuelo con aeronaves Hércules C-130H de la Fuerza Aérea Argentina y lanzamiento de paracaidistas en la zona de Campo de Mayo. Paralelamente, se están desarrollando tareas de planeamiento, reconocimiento y coordinación, consideradas fundamentales para garantizar la interoperabilidad entre las unidades participantes.

El Ejercicio “Libertador” tiene como propósito fortalecer la capacidad operacional de la Fuerza Operativa, con el apoyo de la Fuerza de Sostenimiento, integrando múltiples organizaciones del Ejército Argentino. Las actividades continuarán durante los próximos meses con la participación de unidades provenientes de distintas regiones del país.

La lancha rápida ARA “Intrépida” de la Armada Argentina vuelve a patrullar los mares australes tras dos años fuera de servicio

 
Con el objetivo de fortalecer su presencia en el Atlántico Sur, la Armada Argentina efectuó una patrulla que incluyó el despliegue de la lancha rápida ARA “Intrépida” (P-85), que tras más de dos años fuera de servicio retomó sus actividades operativas en los mares australes. La operación contó además con el apoyo de una aeronave de exploración P-3C “Orión”, la cual llevó a bordo a altas autoridades navales que supervisaron el accionar de las unidades dependientes del Comando del Área Naval Austral.

La actividad fue encabezada por el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Almirante Carlos María Allievi, acompañado por el Vicealmirante Marcelo Ricardo Flamini, el Contraalmirante Gustavo Fabián Lioi Pombo y el Comodoro de Marina Román Enrique Olivero. Desde el P-3C característica 6-P-57 se efectuó un sobrevuelo de vigilancia y control que permitió observar en tiempo real las operaciones desarrolladas por la División Patrullado Austral, responsable de mantener la seguridad y control del extenso espacio marítimo en el extremo sur argentino.

Entre las unidades de superficie involucradas, se destacó la reincorporación de la lancha rápida ARA “Intrépida” (P-85), fuera de servicio durante más de dos años por novedades en su sistema de propulsión. Su vuelta a la actividad representa un paso significativo en el proceso de recuperación de capacidades impulsado por la Armada Argentina, en respuesta a la necesidad de sostener una presencia naval efectiva en un área de alto valor estratégico, tanto geopolítico como operativo para la fuerza.

La unidad, incorporada a la Armada el 2 de agosto de 1974, fue sometida a trabajos de reparación de envergadura en la Base Naval Ushuaia durante los meses de mayo y junio. Las tareas incluyeron el desmontaje y montaje de sus motores principales, con participación del personal del Departamento Talleres y de la dotación del buque. Tras completar una verificación exhaustiva de sus sistemas, la “Intrépida” zarpó nuevamente bajo el comando del Capitán de Corbeta Diego Sebastián Sierra, integrándose a las operaciones conjuntas de la División Patrullado Austral.

Actualmente, la lancha opera junto a su gemela, la ARA “Indómita” (P-86), y a las patrulleras ARA “Clorinda” (P-63) y ARA “Concepción del Uruguay” (P-64). Estas unidades se encuentran desplegadas en el Canal Beagle, donde desarrollan ejercicios tácticos y actividades de adiestramiento orientadas a consolidar la capacidad operativa y reafirmar la soberanía nacional sobre las aguas del sur.

Construida en el astillero Lürssen Werft de Alemania, la ARA “Intrépida” presenta un desplazamiento de 268 toneladas, 44,9 metros de eslora y está propulsada por cuatro motores MTU diesel que le permiten alcanzar velocidades de hasta 38 nudos. Está equipada con dos misiles MM-38 Exocet (uno por banda), integrados en la década de 1990, y posee una autonomía de 1.450 millas náuticas a 20 nudos. Su dotación está compuesta por 39 tripulantes.

A lo largo de su trayectoria, la “Intrépida” ha desempeñado múltiples funciones operativas y de apoyo, destacándose su participación en el Conflicto del Atlántico Sur, operando desde la zona de Isla de los Estados. También ha cumplido tareas de relevo de puestos de control del tráfico marítimo y ha tomado parte en ejercicios conjuntos con los Batallones de Infantería de Marina N.º 4 y 5, así como en maniobras combinadas con la Armada de Chile. Su regreso al servicio activo reafirma el compromiso de la Armada Argentina con la vigilancia de sus espacios marítimos y la preservación de sus capacidades estratégicas en el sur del país.

sábado, 5 de julio de 2025

La Armada Argentina participa en la conferencia final de planeamiento del ejercicio Unitas 2025

La edición 2025 se perfila como una de las más ambiciosas, tanto por la cantidad de países involucrados como por la diversidad de capacidades que se pondrán a prueba
Delegación argentina. Foto: ARA
La Armada Argentina, a través de oficiales del Comando de la Flota de Mar y de la Infantería de Marina, participó esta semana en la conferencia final de planeamiento del ejercicio Unitas 2025 en la ciudad de Jacksonville (Estados Unidos). El encuentro reunió a representantes de numerosas armadas y fuerzas navales del continente americano, así como de países aliados, en el marco de los preparativos para una de las principales maniobras navales conjuntas del hemisferio occidental.

Durante la conferencia, las delegaciones trabajaron en la coordinación de detalles operativos fundamentales para el desarrollo del ejercicio, que se llevará a cabo entre el 15 de septiembre y el 6 de octubre de 2025 en la costa este de Estados Unidos. Las discusiones se centraron en la integración de medios navales, el despliegue de unidades de Infantería de Marina, la participación de fuerzas especiales y la conformación del Estado Mayor multinacional que dirigirá las operaciones combinadas.

Unitas, cuya primera edición se realizó en 1959, es un ejercicio naval patrocinado por la Armada de los Estados Unidos, con el objetivo de mejorar la interoperabilidad entre las fuerzas participantes, fomentar el intercambio de experiencias y afianzar la cooperación internacional ante desafíos comunes en el ámbito marítimo. A lo largo de los años, ha evolucionado para incorporar escenarios cada vez más complejos, incluyendo operaciones anfibias, de superficie, aéreas y de guerra electrónica, entre otras. La edición 2025 se perfila como una de las más ambiciosas, tanto por la cantidad de países involucrados como por la diversidad de capacidades que se pondrán a prueba.

Además de su valor técnico y táctico, el ejercicio Unitas contribuye a consolidar la confianza mutua entre las naciones participantes, promover el entendimiento intercultural dentro del ámbito militar y reforzar las capacidades colectivas de respuesta ante crisis humanitarias, desastres naturales y amenazas a la seguridad marítima.

Helicópteros pesados CH-53G de la Fuerza Aérea de Alemania: ¿una posibilidad para las Fuerzas Armadas argentinas?

La reciente visita oficial del Ministro de Defensa, Luis Petri, a los Estados Unidos, durante la cual se reunió con su par norteamericano, Pete Hegseth, dejó importantes novedades en el plano de la cooperación bilateral en el área, así como también en lo referente al reequipamiento de las Fuerzas Armadas argentinas. Si bien todo el foco de atención se centró en la firma de la Carta de Aceptación de Oferta (LOA) por los VCBR 8×8 Stryker para el Ejército Argentino, otra serie de propuestas fueron presentadas a la cartera de Defensa Nacional por parte de los Estados Unidos.

La más importante, y llamativa por su alcance, se basaría en la posibilidad de transferencia de helicópteros pesados de transporte CH-53G, que la Fuerza Aérea de Alemania estará dando de baja próximamente, como una alternativa para equipar a las Fuerzas Armadas Argentinas.

Tal y como fuera reportado en varias oportunidades, las Fuerzas Armadas poseen importantes requerimientos para la renovación de sus capacidades de ala rotatoria mediante la adopción de nuevas plataformas. De cara al segmento pesado, diversas posibilidades vienen siendo consideradas tanto por la Fuerza Aérea como por el Ejército, con el objetivo de recuperar la capacidad que alguna vez aportaron los Chinook en el pasado.

Si bien el modelo de aeronave buscado y evaluado es el CH-47F, la imposibilidad de contar con unidades de segunda mano disponibles se ha convertido en un limitante a la hora de avanzar en un plan de incorporación. De tal forma, como se informara previamente, incluso llegaron a evaluarse como opción los CH-46 Sea Knight dados de baja por los Estados Unidos, posibilidad que fue finalmente descartada por la Fuerza Aérea Argentina, tal y como lo confirmara el mismo Brigadier Valverde.

Con estos antecedentes, y en el marco de la reunión que tuvo lugar en el Pentágono entre el ministro Petri y el secretario de Defensa Hegseth, trascendió una propuesta orientada a equipar al país con una partida de helicópteros de transporte CH-53. A diferencia de los CH-46 analizados previamente por la Fuerza Aérea, estos aún se encuentran en servicio. En concreto, se trata de los CH-53G que opera la Fuerza Aérea de Alemania, los cuales comenzarán a ser retirados próximamente con la incorporación de los nuevos Boeing CH-47F Block II.

Haciendo un breve repaso, estas aeronaves de importante porte y capacidad cuentan con un dilatado historial de servicio de más de 50 años en las Fuerzas Armadas de Alemania. Originalmente, el Cuerpo de Aviación del Ejército Alemán (Heer) operó una flota de hasta 110 ejemplares de la versión “G”, derivada del CH-53D, de los cuales 108 fueron construidos localmente por VFW-Fokker.

A lo largo de las décadas posteriores, las aeronaves fueron objeto de diversas actualizaciones para responder a los nuevos requisitos alemanes, hasta que, durante la década de 2010, en el marco de la reestructuración de las Fuerzas Armadas germanas, los CH-53G fueron transferidos a la Fuerza Aérea de Alemania, que aún los opera dentro de la orgánica del Ala de Helicópteros 64, con asiento en la base de Laupheim, ubicada en la ciudad homónima del estado de Baden-Württemberg.

Entre las novedades más recientes, se ha confirmado su futuro reemplazo mediante la compra de 60 nuevos helicópteros CH-47F Block II a Boeing, registrándose avances durante 2024 en el entrenamiento y formación de los primeros pilotos y tripulaciones alemanas en los Estados Unidos. Según lo anunciado oficialmente, se espera que las primeras unidades sean entregadas a la Fuerza Aérea de Alemania en 2027.

Por último, esta propuesta debe ser debidamente contextualizada, ya que, al igual que sucediera con la posibilidad de los CH-46 —los cuales ya no estaban en servicio—, los CH-53G son helicópteros con décadas de servicio, y su operación y sostenimiento logístico resultan onerosos.

En el actual contexto de situación, el Ejército Argentino tiene otras prioridades, como el futuro reemplazo de sus actuales Bell UH-1H Huey/Huey II. Recientemente, una licitación para la adquisición de tres UH-60 Black Hawk fue dejada sin efecto, sin que hasta el momento se vislumbre la publicación de una nueva convocatoria que reinicie el proceso.

Por su parte, en lo que respecta a la Armada y Fuerza Aérea Argentina, aún se desconoce cuál será el destino de los helicópteros Mil Mi-171E, los cuales permanecen almacenados a la espera de ser sometidos a las respectivas inspecciones, mientras que el Comando de Aviación Naval aún no ha recibido los primeros AW109 y hace esfuerzos para sostener y operar a su disminuida flota de aeronaves Sea King; vitales para la Campaña Antártica de Verano.

Si bien una potencial incorporación de CH-53G representaría un salto enorme en capacidades, en el actual contexto presupuestario de las Fuerzas Armadas en general, la propuesta acercada por los Estados Unidos se presenta más como una utopía que como una posibilidad concreta.

viernes, 4 de julio de 2025

Sig Sauer ya produce al año 100 millones de balas del calibre 6,8 mm con el que EEUU sustituye al veterano 5,56 de la OTAN

 La planta en Arkanas del fabricante alemán espera doblar la cifra en unos años, mientras la US Amy incorpora sus nuevas armas M7 y M250
Rifle de asalto XM5 de Sig Sauer (posteriormente bautizado como XM7) fotografiada en una feria en París.
El fabricante alemán Sig Sauer ha logrado producir 100 millones de balas del nuevo calibre de 6,8 mm al año en sus instalaciones de la localidad de Jacksonville, en el Estado norteamericano de Arkanas. El hito consolida la estrategia del Ejército estadounidense de reemplazar con esta nueva munición el extendido uso hasta ahora del calibre 5,56 de la OTAN, que lleva empleándose desde mediado de los años 1960.

La empresa informa de que actualmente se encuentra invirtiendo “en incrementos continuos de la capacidad total, allanando el camino para duplicar la producción en los próximos años”.

La adopción del nuevo calibre forma parte del denominado Programa de Armas de Escuadra de Nueva Generación (NGSW) del Ejército de EEUU (US Army), para “equipar a los combatientes estadounidenses con una velocidad y letalidad inigualables”.

Más preciso y letal a largas distancias

El nuevo calibre resulta más preciso y letal a largas distancias, según los responsables militares de su incorporación al Ejército de Estados Unidos. Por el contrario, las actuales armas de 5,56 mm no están funcionando bien a largas distancias en las guerras recientes, y además es dudoso que resulten suficientemente efectivas contra chalecos antibalas de origen chino y ruso, según aducen los responsables en el Ejército de su sustitución,. De ahí el interés por un cambio que ha derivado en el 6,8x51 mm.

Para lograr el notable incremento de producción de estos proyectiles, Sig Sauer, ha aprovechado “la automatización las nuevas técnicas de fabricación”, gracias a que, afirma, “cuenta con algunas de las capacidades de producción de munición más modernas del mundo”.

Mientras que incrementa la producción de los nuevos proyectiles de 6,8 mm, la empresa mantiene la fabricación de los viejos 5,56 mm y 7,62 mm, “además de una línea completa de munición para pistola”.

“Rendimiento inigualable”

El vicepresidente de Operaciones de Munición de la compañía, Sean McGee, esta munición de 6,8 mm, “combinada con los rifles M7 y M250 [que la emplean], ofrece un rendimiento inigualable para satisfacer las demandas del campo de batalla actual”. McGee ha mostrado el orgullo de la empresa por “liderar la modernización de la tecnología de las armas pequeñas y construir el arsenal del futuro”.

Desde que se puso la primera piedra de sus instalaciones en Arkanas, en 2017, la firma de matriz alemana lleva invertidos  más de 225 millones de dólares en este complejo y sus equipos, que ha traído más de 675 puestos de trabajo y un impacto económico al Estado estimado en 300 millones de dólares al año.

Interés de los socios de la Alianza Atlántica

El Ejército de Estados Unidos seleccionó hace algo más de tres años a Sig Sauer para que le suministrase dos nuevas armas: el fusil XM7 (denominada inicialmente como XM5) y la ametralladora XM250. Con ellas se están sustituyendo los viejos fusiles de asalto M4/M4A1 y ametralladoras M246 que se siguen empleando en la actualidad. Pero, sobre todo, implican la sustitución de los ampliamente utilizados cartuchos de 5,56X5 mm, que es la munición estándar de la OTAN, por los nuevos 6,8x51 mm que está introduciendo EEUU, y que puede acabar también en los arsenales de otros países de la Alianza Atlántica, dado el tirón norteamericano en este ámbito.

A través de la adquisición de los F-16 y VCBR 8×8 Stryker, Argentina continúa profundizando su relación de cooperación en materia de Defensa con Estados Unidos

 La alianza estratégica entre la República Argentina y los Estados Unidos ha alcanzado un nuevo hito con la reciente adquisición de equipamiento militar clave para las Fuerzas Armadas argentinas, entre los que destacan los cazas F-16 Fighting Falcon para la Fuerza Aérea y, recientemente, Vehículos de Combate Blindados a Rueda (VCBR) 8×8 Stryker 8×8, consolidando así una etapa de fortalecimiento en materia de cooperación bilateral.

Durante una reunión oficial celebrada el 2 de julio en el Pentágono, el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, recibió con honores al ministro de Defensa argentino, Luis Petri, para avanzar en una agenda conjunta orientada a institucionalizar la relación en defensa y contrarrestar influencias malignas en el hemisferio occidental.

“La paz regional exige la máxima voluntad y tenacidad. Podemos enfrentar juntos estos desafíos de seguridad compartidos, y sé que lo haremos“, afirmó Hegseth, quien destacó el compromiso argentino con la modernización de sus Fuerzas Armadas, reconociendo el reciente avance en adquisiciones estratégicas como los F-16 y los Stryker.

Petri, por su parte, remarcó: “Nuestra relación con Estados Unidos está en su mejor momento, y nuestra asociación continuará creciendo en todas las áreas del gobierno, pero fundamentalmente en defensa“. También elogió el reciente ataque de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes, ocurrido el 21 de junio de 2025, al señalar que “contribuyó a aumentar la paz mundial” y reafirmó el compromiso argentino con la lucha contra el terrorismo internacional.

Durante el encuentro también se abordaron otros ejes estratégicos de cooperación, como el desarrollo de capacidades en el espacio, el acceso a minerales críticos, la situación en el Atlántico Sur, y planes para una colaboración más profunda en seguridad regional y defensa mutua.

La adquisición de los F-16 Fighting Falcon, operativos en diversas fuerzas aéreas del mundo, se concretó a través de un acuerdo con Dinamarca, que incluyó la firma de un Memorándum de Entendimiento entre Petri y su par danés, Troels Lund Poulsen, en Copenhague. Este paso permitirá a la Fuerza Aérea Argentina recuperar su capacidad de combate supersónica tras décadas de desinversión, reemplazando a los antiguos interceptores Mirage III/Finger.

El Departamento de Defensa de EE.UU. celebró la “productiva reunión” entre ambos ministros y reafirmó su voluntad de avanzar en una asociación “sólida, profunda y duradera”, en línea con los objetivos trazados por las administraciones de Joe Biden y Javier Milei, en lo que representa una etapa renovada de alineamiento estratégico y cooperación hemisférica.

Mayores vínculos en materia de Defensa con Estados Unidos

Como parte de una ambiciosa agenda de modernización militar y reposicionamiento internacional, la República Argentina ha dado nuevos pasos concretos para consolidar su alianza estratégica con los Estados Unidos en materia de defensa. Este martes 2 de julio, durante su visita oficial a Washington, el ministro de Defensa Luis Petri anunció la firma de la Carta de Aceptación (LOA) para la incorporación de los primeros Vehículos de Combate Blindado a Rueda (VCBR) 8×8 Stryker destinados al Ejército Argentino.

El acto tuvo lugar en el Pentágono, donde Petri fue recibido por su par estadounidense, el secretario de Defensa Pete Hegseth. A través de sus redes sociales, el ministro celebró el acuerdo como parte del proceso de recuperación de capacidades estratégicas para “defender nuestra soberanía y garantizar la paz de todos los argentinos”.

Según la información disponible, la adquisición inicial contempla ocho vehículos Stryker 8×8 sin torre, probablemente de la variante M1126, provenientes de excedentes del Ejército de EE.UU. Estas unidades se encuentran preservadas y en condiciones de servicio, equipadas con afustes para ametralladoras de calibre 12,7 mm como armamento principal.

Además, la cooperación bilateral se profundiza también en el ámbito aéreo. El Jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier Gustavo Javier Valverde, confirmó recientemente que se ha iniciado el proceso formal para la adquisición de dos aviones cisterna KC-135R Stratotanker mediante un mecanismo de entrega directa (hot transfer) con la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Estas aeronaves cumplirán un rol clave en el apoyo logístico y estratégico de los nuevos cazas F-16 Fighting Falcon, que Argentina incorporará próximamente.

“La Fuerza Aérea Argentina inició el proceso de solicitud (LOR – Letter of Request) de hasta 2 aeronaves KC-135R (…) a la espera de que las aeronaves estén disponibles y se completen los estudios correspondientes”, detalló el brigadier Valverde.

Este robustecimiento del vínculo con Washington se enmarca en una relación de cooperación mutua, en la que Argentina no solo adquiere tecnología militar más moderna, sino que también se posiciona como aliado estratégico regional de Estados Unidos. Este alineamiento va más allá de las compras directas: debido a los requisitos normativos del sistema estadounidense, todo material militar con tecnología norteamericana —aun cuando provenga de terceros países— requiere la autorización de EE.UU. para ser transferido a otros Estados. Así ocurrió, por ejemplo, con los 24 F-16 adquiridos a Dinamarca, cuya entrega debió contar previamente con el visto bueno del Departamento de Estado.

Con estas adquisiciones, la Argentina avanza en su recuperación militar y en su integración estratégica con Occidente, reafirmando su compromiso con la estabilidad regional, la lucha contra el terrorismo y el fortalecimiento de sus capacidades disuasivas, en un contexto geopolítico global cada vez más desafiante.

¿Cuál son los siguientes pasos?

Con todo lo mencionado en los párrafos anteriores, vemos una clara intención de la República Argentina de modernizar sus Fuerzas Armadas, y esta situación no parece cambiar al corto y mediano plazo. Ya que hay otras adquisiciones que el gobierno argentino todavía tiene en mente en concretar. Siendo una de ellas, la compra de helicópteros UH-60 Black Hack usados. Nuevamente, si bien no hay un contrato firmado o un vendedor en concreto, para esta adquisición se deberá contar con la autorización de los Estados Unidos, dada la tecnología de la aeronave.

Otra clase de helicópteros que se busca adquirir para la Fuerza Aérea Argentina son de transporte pesado, como los CH-47 Chinook, donde el Brigadier Valverde expresó que “…Con respecto a las aeronaves de alas rotativas del segmento pesado y mediano-pesado, continuamos trabajando para la incorporación y recuperación de dicha capacidad. […] En relación a los CH-47, EE.UU. no ha puesto a disposición hasta el momento ninguna unidad. Asimismo, para los CH-46, después de una excautiva evaluación, hemos llegado a la conclusión de que no sería conveniente su incorporación debido a que es un sistema que está desprogramado…”

VCBR 8×8 M1126 Stryker para equipar al Ejército Argentino: detalles adicionales de cara a su incorporación

 La reciente firma de la Carta de Aceptación de Oferta (LOA) entre la República Argentina y los Estados Unidos, rubricada por el Ministro de Defensa, Luis Petri, y su par norteamericano, Pete Hegseth, parece poner punto final a una dilatada etapa del programa VCBR 8×8 del Ejército Argentino, en la cual el M1126 Stryker se ha impuesto. A lo largo de los últimos años —por no decir décadas— la Fuerza ha evaluado y estudiado diversas propuestas para incorporar un Vehículo Blindado de Combate a Ruedas, en sintonía con los requerimientos operacionales para su despliegue en el territorio nacional. No obstante, la firma de este importante documento forma parte de un proceso más ambicioso y relevante que deberá ser encarado por la Fuerza.

Para ponerlo en perspectiva: ¿cuándo fue la última vez que la Fuerza incorporó, más allá de los necesarios vehículos de transporte, una nueva plataforma de vehículos blindados? La respuesta pone de manifiesto que, desde la incorporación de los últimos VC y VCTP de la familia TAM, este tipo de vehículo de combate ha escaseado en las últimas décadas, independientemente de si son a orugas o ruedas.

La reciente firma de la LOA, en la cual el Stryker se ha impuesto finalmente sobre otras opciones —entre las que destacaron los VBTP-MR 6×6 Guaraní (inclusive habiéndose firmado una Carta de Intención por parte de la pasada administración con Brasil), los Pandur II propuestos por empresas israelíes, e incluso los LAV III provenientes de los stocks del Ejército de Nueva Zelanda— viene precedida por diversos aspectos.

El primero de ellos, dado a conocer por fuentes consultadas por Zona Militar, fue la reciente visita a los Estados Unidos de una pequeña delegación encabezada por personal de la Delegación de Material del Ejército Argentino, con el objetivo de evaluar los Stryker seleccionados para conformar esta primera tanda de ocho (8) unidades, además de interiorizarse en diversos aspectos de la plataforma de cara a su entonces potencial incorporación.

Esto no es un dato menor, ya que el Ejército Argentino ha resaltado y recalcado en diversos documentos, tanto oficiales como reservados, su intención de incorporar una importante flota de vehículos blindados a rueda en distintas configuraciones.

La firma en el pasado de la Carta de Intención por los Guaraní 6×6, más allá de que esta propuesta haya quedado en el camino, permitió dimensionar estos planes. A modo de ejemplo, dicha carta contemplaba la incorporación de 156 ejemplares, englobando a 120 vehículos de transporte de personal, 27 vehículos de combate de infantería y 9 vehículos puesto comando.

A su vez, tal y como detalla en sus redes sociales el titular de la cartera de Defensa, la firma de la LOA por los primeros ocho Stryker en su variante M1126 forma parte de “…la primera de tres etapas para la adquisición de vehículos de combate Stryker” para el Ejército Argentino.

Tal como señaláramos previamente desde Zona Militar, la propuesta presentada por los Estados Unidos, tanto durante la pasada gestión al frente del Pentágono como la actual, también comprendería la provisión de variantes especializadas de la familia Stryker, con el objetivo de cumplir los requisitos previamente señalados.

En detalle, y como quedó plasmado en el Proyecto de Inversión surgido del Proyecto de Ley de Presupuesto 2024 —el cual contempla una inversión de US$ 320 millones—, la iniciativa incluye finalmente una cifra superior a la expresada anteriormente en la Carta de Intención firmada por los Guaraní.

Según señaláramos: “…se contempla incorporar 209 VCBR en las siguientes versiones: 120 Vehículos de Transporte de Personal armados con una ametralladora M2 12,7 mm; 27 Vehículos de Combate de Infantería armados con un cañón de 30 mm; 14 Vehículos Cazatanques; 12 Vehículos Portamorteros; 9 Vehículos Ambulancia; 9 Vehículos Puesto Comando; 8 Vehículos Recuperadores; 6 Vehículos Lanzapuente y 4 Vehículos para Apertura de Brechas”.

Regresando a los primeros 8 VCBR Stryker que serán incorporados, no debe dejarse de señalar que esta primera tanda servirá como una toma de contacto inicial para el personal del Ejército Argentino, que deberá adquirir toda una serie de conocimientos para operar, sostener y mantener los Vehículos Blindados a Rueda.

A su vez, es necesario aclarar algunos aspectos para evitar malos entendidos. Los futuros VCBR Stryker llegarán al país sin armamento, ya que el Ejército Argentino cuenta en su dotación con las ametralladoras Browning M2 de 12,7 mm que los equipan. Además, los blindados serán provistos con nuevas radios suministradas por la empresa israelí Elbit Systems, dato relevante considerando que esta firma también está a cargo del suministro de los equipos y kits de modernización de los tanques VC TAM actualizados al estándar TAM 2C-A2.

En cuanto al proceso de evaluación y selección realizado por la delegación argentina en Estados Unidos, los integrantes participaron de demostraciones tanto de los vehículos en operaciones como de sus capacidades de mantenimiento y sostenimiento. También se llevaron a cabo las necesarias inspecciones a fin de seleccionar las mejores unidades para su incorporación.

La realización de estas demostraciones e inspecciones permitió constatar el buen estado del material, que se encontraba en condición FMC (Fully Mission Capable), verificándose los sistemas de motorización, frenos, suspensión y comunicaciones. Asimismo, se puso a disposición del Ejército Argentino toda la documentación técnica de los vehículos, con el fin de verificar los registros de mantenimiento de cada unidad, así como la trazabilidad de sus componentes.

Otro aspecto a destacar es que la delegación argentina fue invitada a presenciar ejercicios realizados por personal y medios de una de las Brigadas de Combate Stryker del Ejército estadounidense, permitiendo apreciar y validar sus capacidades en términos de movilidad, potencia de fuego y protección para la tripulación y ocupantes.

Por último, y de acuerdo con fuentes consultadas del Ejército Argentino, en sintonía con lo expresado por el Ministro de Defensa, el inicio del proceso de incorporación de los VCBR 8×8 Stryker no constituye una compra puntual, sino que forma parte de la adquisición de una nueva familia de vehículos de combate blindado, destinada a dinamizar tanto a la Fuerza de Despliegue Rápido como a otras unidades del Ejército, y a satisfacer —de una vez por todas— un requerimiento de décadas.