Va en contra de la histórica posición británica.
Por María Laura Avignolo para Clarín.
En estas imprevisibles elecciones generales británicas, el líder laborista y pacifista Jeremy Corbyn puede llegar a ser primer ministro si las encuestas tienen razón. La sola idea horroriza a los militares británicos que combatieron en las islas Malvinas y a los isleños, por las posiciones pro negociadoras históricas de Corbyn. Está convencido de que un acuerdo de paz “modelo Irlanda del Norte”, con poder compartido entre Gran Bretaña y Argentina, es posible y se opuso al conflicto anglo argentino en 1982. Una posición que no coincide con la histórica línea de su partido, que cree en el derecho de los isleños a determinar su propio futuro.
Todo comenzó en el debate entre Corbyn y la primera ministra conservadora Theresa May, que no se enfrentaron sino que fueron entrevistados separadamente. En el interrogatorio del periodista Jeremy Paxman al líder laborista de origen trotskista, le preguntó sobre sus acusaciones de que el conflicto en las Islas Malvinas había “sido una conspiración Tory” para que la entonces primera ministra Margaret Thatcher consiguiera oxígeno político, cuando tenía serios problemas internos en el reino. Entonces Corbyn, que era consejero, dijo que el conflicto “era una nauseabunda pérdida de dinero y vidas” y uno de esos conflictos locos de banderas que se agitan sin sentido”.
El lenguaje de Corbyn se suavizó en estos años, pero no bastó para no enfurecer a los militares británicos. “Creo que es importante que haya una solución negociada a través de las Naciones Unidas. Margaret Thatcher hizo una gran parte de la cuestión, y sentí que estaba explotando la situación”, dijo el líder laborista, en los 45 minutos de debate.
El general Julian Thompson, jefe de las fuerzas terrestres británicas en la guerra en las islas, admitió que “me sentí irritado para decirlo suavemente. Acá hay un tipo que se considera a sí mismo socialista, presumiblemente antifascista, que estaba preparado para ver a gente británica entregada a pasar su vida bajo las reglas de una junta fascista” dijo.
Ante la sola posibilidad de que Corbyn pudiera ser primer ministro, si Theresa May no consigue la mayoría necesaria en el Parlamento en las elecciones del próximo 8 de junio en Gran Bretaña, el general Thompson expresó su “horror”. “Horror, horror. No lo puedo expresar con más fuerza”, dijo el general.
No fue el único. Simon Weston, el marino galés herido de guerra con terribles quemaduras luego de que su barco fuera atacado por aviones argentinos en 1982, aseguró que las declaraciones de Jeremy Corbyn son “groseramente estúpidas”
Corbyn, el laborista que cree en un acuerdo de paz para Malvinas
El representante laborista, Jeremy Corbyn. (AP)
Por María Laura Avignolo para Clarín.
En estas imprevisibles elecciones generales británicas, el líder laborista y pacifista Jeremy Corbyn puede llegar a ser primer ministro si las encuestas tienen razón. La sola idea horroriza a los militares británicos que combatieron en las islas Malvinas y a los isleños, por las posiciones pro negociadoras históricas de Corbyn. Está convencido de que un acuerdo de paz “modelo Irlanda del Norte”, con poder compartido entre Gran Bretaña y Argentina, es posible y se opuso al conflicto anglo argentino en 1982. Una posición que no coincide con la histórica línea de su partido, que cree en el derecho de los isleños a determinar su propio futuro.
Todo comenzó en el debate entre Corbyn y la primera ministra conservadora Theresa May, que no se enfrentaron sino que fueron entrevistados separadamente. En el interrogatorio del periodista Jeremy Paxman al líder laborista de origen trotskista, le preguntó sobre sus acusaciones de que el conflicto en las Islas Malvinas había “sido una conspiración Tory” para que la entonces primera ministra Margaret Thatcher consiguiera oxígeno político, cuando tenía serios problemas internos en el reino. Entonces Corbyn, que era consejero, dijo que el conflicto “era una nauseabunda pérdida de dinero y vidas” y uno de esos conflictos locos de banderas que se agitan sin sentido”.
El lenguaje de Corbyn se suavizó en estos años, pero no bastó para no enfurecer a los militares británicos. “Creo que es importante que haya una solución negociada a través de las Naciones Unidas. Margaret Thatcher hizo una gran parte de la cuestión, y sentí que estaba explotando la situación”, dijo el líder laborista, en los 45 minutos de debate.
El general Julian Thompson, jefe de las fuerzas terrestres británicas en la guerra en las islas, admitió que “me sentí irritado para decirlo suavemente. Acá hay un tipo que se considera a sí mismo socialista, presumiblemente antifascista, que estaba preparado para ver a gente británica entregada a pasar su vida bajo las reglas de una junta fascista” dijo.
Ante la sola posibilidad de que Corbyn pudiera ser primer ministro, si Theresa May no consigue la mayoría necesaria en el Parlamento en las elecciones del próximo 8 de junio en Gran Bretaña, el general Thompson expresó su “horror”. “Horror, horror. No lo puedo expresar con más fuerza”, dijo el general.
No fue el único. Simon Weston, el marino galés herido de guerra con terribles quemaduras luego de que su barco fuera atacado por aviones argentinos en 1982, aseguró que las declaraciones de Jeremy Corbyn son “groseramente estúpidas”
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