Baterías nucleares de la empresa estadounidense City Labs |
Un equipo de científicos de la Universidad Politécnica de Tomsk asegura que, para el año 2016, tendrán lista la partida de combustible con la que alimentar sus primeras baterías nucleares.
Desarrolladas a partir del isótopo níquel-63 –que se crea en un reactor experimental universitario-, estas ‘pilas’ serán fabricadas por la empresa Rosatom. El catedrático Ígor Shamanin describe este isótopo como “inestable, un puro emisor de radiaciones beta con una energía reducida”. Gracias a él, Shamanin estima que se puede crear una pila nuclear capaz de funcionar “hasta 50 años”.
¿Dónde harían falta unas baterías tan duraderas? Shamanin cita los marcapasos y las naves espaciales como posibles destinos de estos componentes: “Hoy en día se abastecen de energía mediante voluminosas baterías solares, pero son muy caprichosas y están poco protegidas ante las lluvias de meteoros”. Frente a ellas, una pila nuclear sería pequeña y no exigiría que el aparato se expusiera continuamente al Sol.
Hace dos años, la empresa estadounidense City Labs Inc. puso a la venta por un precio cercano a los 2.000 euros una línea de baterías que transformaban la radiación nuclear del tritio –un isótopo del hidrógeno- en energía eléctrica, ofreciendo una duración de hasta 20 años. También estaban pensadas para su utilización en marcapasos.
Desarrolladas a partir del isótopo níquel-63 –que se crea en un reactor experimental universitario-, estas ‘pilas’ serán fabricadas por la empresa Rosatom. El catedrático Ígor Shamanin describe este isótopo como “inestable, un puro emisor de radiaciones beta con una energía reducida”. Gracias a él, Shamanin estima que se puede crear una pila nuclear capaz de funcionar “hasta 50 años”.
¿Dónde harían falta unas baterías tan duraderas? Shamanin cita los marcapasos y las naves espaciales como posibles destinos de estos componentes: “Hoy en día se abastecen de energía mediante voluminosas baterías solares, pero son muy caprichosas y están poco protegidas ante las lluvias de meteoros”. Frente a ellas, una pila nuclear sería pequeña y no exigiría que el aparato se expusiera continuamente al Sol.
Hace dos años, la empresa estadounidense City Labs Inc. puso a la venta por un precio cercano a los 2.000 euros una línea de baterías que transformaban la radiación nuclear del tritio –un isótopo del hidrógeno- en energía eléctrica, ofreciendo una duración de hasta 20 años. También estaban pensadas para su utilización en marcapasos.
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