G. S. Forte para InfodefensaEl primer destructor antiaéreo AWD, construido en Australia por el astillero ASC, ya está en el agua. La nave, bautizada como Hobart, ha sido botada en el muelle Port River de los astilleros de Adelaida, al suroeste del país. Se trata de la primera unidad de las tres que el Gobierno australiano ha encargado basadas en las fragatas F-100 en servicio en la Armada española. El buque cuenta con diseño y asistencia técnica de la constructora naval española Navantia.
El nuevo destructor, de 7.000 toneladas y casi 147 metros de eslora, será capaz de alcanzar los 28 nudos de velocidad cuando opere con la Marina Real australiana. En el momento de su puesta en el agua se encuentra completado al 75 por ciento. En los próximos meses se le ajustarán sus sensores y armas y el año que viene está previsto que se inicien las pruebas de mar, según un comunicado del Departamento de Defensa.
Entre los cerca de 6.000 asistentes al acto de botadura, celebrado el pasado sábado, se encontraban en lugares destacados –y entre otros miembros del equipo del programa AWD (Air Warfare Destroyer)– el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, y el director de Navantia Australia, Francisco Barón, que destacó el interés de la empresa por colaborar más activamente en la gestión del programa.
Hace unos días las autoridades australianas anunciaron que el próximo viernes abrirán un proceso de licitación limitada para elegir a un contratista que ayude a ASC en la gestión de lo que queda del proyecto, a raíz de una serie de sobrecostes y retrasos detectados atribuidos a Australia.
En concreto, el Departamento de Defensa dio a conocer hace unos días el resultado de una “auditoría forense” realizada sobre este programa de destructores y que concluye que se requerirán 1.200 millones de dólares canadienses (940 millones de dólares) adicionales para poder completarlo. La investigación también estima que la entrega a la Marina Real australiana de la primera unidad se atrasará hasta dentro de dos años (estaba prevista inicialmente para el pasado diciembre), la segunda se suministrará en septiembre de 2018 (en vez de marzo de 2016, como se había calculado) y la tercera estará en manos de las autoridades del país en marzo de 2020 (la previsión inicial era junio de 2017).
El actual Ejecutivo del país atribuye estos contratiempos en el programa “al legado de asuntos no resueltos que heredó del anterior Gobierno Laborista”.
“Fundamental” para crear una industria naval en el país
Australia firmó en 2007 con el astillero español Navantia un contrato de 285 millones de euros para la adquisición del diseño, la transferencia de tecnología, la asistencia técnica y distintos equipos y servicios para la construcción de estos buques basados en las fragatas españolas F-100. En los siguientes también contrató a Navantia la construcción adicional de distintos bloques de los barcos. Más recientemente, el pasado diciembre, la compañía española volvió a aumentar su participación en el proyecto.
Los AWD están siendo construidos por ASC y el contratista de defensa Raytheon Australia. La primera tiene como subcontratistas a las británicas BAE Systems y Forgacs y a la española Navantia.
El ministro de Defensa, David Johnston, ha explicado que el programa AWD “es uno de los proyectos de defensa más grandes y complejos llevados a cabo en la historia de Australia y resulta fundamental para crear una capacidad de construcción naval fuerte en el país”.
Además, añade, “es un ejemplo de cómo una capacitada fuerza de trabajo australiana trabajando mano a mano con socios internacionales puede entregar buques de guerra que combinarán gran resistencia, armas ofensivas y defensivas, flexibilidad y versatilidad”.
El segundo destructor de esta clase, que también se construye en Adelaida, llevará el nombre de Brisbane y el tercero se llamará Sydney.
Foto: Navantia y Ministerio de Defensa de Australia
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