Argentina avanza en la modernización de sus Fuerzas Armadas y fortalece sus vínculos militares con Estados Unidos. Hoy, en el Pentágono, junto al Secretario de Defensa @PeteHegseth, firmamos la carta de aceptación para incorporar vehículos blindados Stryker al @Ejercito_Arg.… pic.twitter.com/ethSfePfn9
— Luis Petri (@luispetri) July 2, 2025
El anuncio, realizado por el propio ministro a través de sus redes sociales, fue presentado como parte del proceso de incorporación de nuevas capacidades militares impulsado por el gobierno nacional, con el objetivo de modernizar a las Fuerzas Armadas argentinas y reforzar los vínculos bilaterales con Estados Unidos. “Seguimos recuperando capacidades estratégicas, para defender nuestra soberanía y garantizar la paz de todos los argentinos”, señaló Petri tras el encuentro.
De acuerdo con la información disponible hasta el momento, esta primera tanda incluiría ocho vehículos blindados 8×8 Stryker sin torre, presumiblemente de la variante M1126, provenientes de excedentes del Ejército de los EE.UU. Los ejemplares se encontrarían en condición preservada, sin haber sido sometidos a recorridas generales, y contarían con afuste para ametralladora de 12,7mm como sistema de armamento principal.
Si bien aún no se ha difundido la letra fina de la LOA firmada, trascendió que los blindados a rueda podrían llegar acompañados por repuestos, herramientas de apoyo y ciertos elementos logísticos para garantizar su sostenimiento. El carácter condicional de esta información remite a que los términos definitivos se establecerán en la ejecución de la carta de aceptación, etapa que será clave para asegurar la concreción del proyecto.
La incorporación de un Vehículo de Combate Blindado a Ruedas (VCBR) para el Ejército Argentino es un requerimiento de larga data, planteado como parte de una estrategia de reequipamiento que busca dotar a la Fuerza de un medio con movilidad táctica, protección balística y capacidad de despliegue rápido. El proyecto original, trabajado desde hace años, contempla la necesidad de contar con un número significativo de unidades que permita su operación a nivel sección y compañía, en condiciones sostenidas y con estructura logística propia.
Se puede considerar que esta primera tanda de ocho unidades debería ser entendida como un paso inicial hacia un programa más amplio, que requiera continuidad presupuestaria y voluntad política para evitar la repetición de experiencias previas donde la baja escala del material incorporado limitó su impacto operativo.
En este sentido, la importancia de ejecutar la LOA en plazos razonables y avanzar con futuras compras que alcancen los volúmenes originalmente contemplados por el Ejército Argentino será determinante para consolidar el proceso de modernización. La adquisición de los Stryker 8×8 —vehículos que han sido desplegados ampliamente por el Ejército de los Estados Unidos en diversos escenarios— representa un paso superador para empezar a satisfacer ciertas necesidades del Ejército Argentino que son de larga data.
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