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lunes, 21 de marzo de 2022

El Comando Sur de EEUU alerta sobre la creciente influencia de China y Rusia en América Latina

La general Laura Richardson, jefa del Comando Sur, advirtió ante el Congreso de EEUU sobre la "influencia negativa" de China y Rusia en la región

La comandante del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson. Foto: USSouthCom
La comandante del Comando Sur de Estados Unidos (USSouthcom), general Laura Richardson, advirtió que el fuerte avance de Rusia y, principalmente, de China sobre Latinoamérica, en especial, en los ámbitos económico, diplomático, tecnológico, de la información y militar suponen un gran desafío para la influencia de EEUU en la región.

"La influencia negativa de China en esta región pronto podría parecerse a la influencia depredadora y egoísta que ahora tiene en África", sostuvo Richardson durante su comparecencia ante el Comité de Servicios Armados del Congreso estadounidense.

La jefa del Comando Sur detalló que, para fortalecer su posición económica, política y militar en el continente, en los últimos años China ha invertido fuertemente en infraestructuras estratégicas y tecnología, pero que también ha llevado a cabo campañas de propaganda y desinformación, entre ellas, ataques cibernéticos.

El riesgo de las inversiones chinas

Durante su discurso en el Capitolio, Richardson señaló que actualmente 21 países de la región participan en el proyecto de Xi Jinping para una nueva y ampliada Ruta de la Seda, lo que supone recibir préstamos respaldados por el gigante asiático para infraestructuras clave como puertos, telecomunicaciones, carreteras, puentes y proyectos mineros que, en última instancia, “satisfarán la creciente demanda interna de China y su búsqueda de un monopolio continuo de minerales críticos”.

En este sentido, la comandante estadounidense denunció que varios de estos proyectos "carecen de la debida diligencia, involucran corrupción, ignoran los derechos indígenas y desprecian por completo la protección del medioambiente". Y remarcó: "Más importante aún, estos proyectos le dan a China acceso a sectores sensibles e infraestructura crítica de manera que exponen a estos países a amenazas a la seguridad nacional y la privacidad de los datos".

Asimismo, según Richardson, varios de estos proyectos chinos en la región podrían poner en riesgo directamente activos de EEUU. La líder del Comando Sur puso como ejemplo las instalaciones de investigación espacial que el país asiático gestiona en la provincia de Neuquén, en la Patagonia argentina, que "podría rastrear y apuntar a satélites estadounidenses".

De igual manera, la militar alertó sobre el interés de una empresa estatal china por obtener los derechos para construir instalaciones cerca del puerto argentino de Ushuaia -la ciudad más austral del mundo- lo que no solo le proporcionaría a China presencia en el Estrecho de Magallanes sino que mejoraría notablemente su acceso a la Antártida.

Industria y entrenamiento militar

Otros de los intereses del gigante asiático en la región es incrementar su injerencia en la esfera militar y políticas de defensa. Por este motivo, apuntó Richardson, China “regala” suministros de seguridad y equipos de telecomunicaciones a los países latinoamericanos para ganar el favor de las fuerzas armadas y de seguridad regionales y así lograr introducir sus productos militares en el continente.

Así, China, de la mano de las empresas estatales Norinco y CAIC, pone especial énfasis en la venta de vehículos blindados y aeronaves de combate, por ejemplo, sus modelos VN1 y JF-17, para lo que no duda incluso en ofrecer a los países de la región la instalación de filiales de estas compañías en sus territorios o alianzas tecnológicas con empresas locales.

Además, en lo que a adiestramiento militar se refiere, Richardson sostuvo que China ha incrementado el entrenamiento a miembros de la Fuerza Armadas regionales, quienes viajan a Beijing para recibir educación militar en español y portugués "siguiendo el modelo de los programas profesionales de EEUU", que incluyen formación en mandarín, ciberseguridad y doctrina militar china.

La diplomacia de las vacunas

La comandante del Comando Sur también señaló que la pandemia de la Covid-19 ha sido una excelente oportunidad para China de incrementar su influencia en la región.

"Mientras la Covid-19 devastaba la región, la República Popular China vendió millones de vacunas y brindó asistencia médica y préstamos para pagar vacunas a varios países de América Latina y el Caribe. Sin embargo, también presionó a las naciones socias para adoptar la tecnología 5G fabricada en China o cambiar el reconocimiento diplomático de Taiwán a cambio de esas vacunas", aseguró Richardson.

Un dato no menor es que de los 14 estados que actualmente reconocen a Taiwán, ocho se encuentran en Latinoamérica. En diciembre de 2021, Nicaragua -gran beneficiario de la ayuda sanitaria china- cambió el reconocimiento diplomático de Taiwán a la República Popular China.

Acciones rusas

Rusia también empleó la táctica de las vacunas contra el coronavirus para fortalecer su presencia en la región. Las dosis de Sputnik-V fueron las primeras inoculaciones que se aplicaron en numerosos países latinoamericanos en los primeros meses de la campaña internacional de vacunación, marcada por la competencia entre países por inmunizar a su población lo antes posible.

Sin embargo, Richardson destacó que la principal herramienta de Putin sigue siendo las fake news: "Rusia continúa desestabilizando la región y socavando la democracia inundando la región con desinformación, para incluir cientos de artículos que distorsionan las acciones de seguridad de los Estados Unidos".

La militar detalló que, en 2020, el medio Russia Today (RT), en su versión en español, duplicó sus seguidores en las redes sociales pasando de siete millones a más de 18 millones de usuarios. “Estas campañas de desinformación son solo una parte de los esfuerzos más amplios de Rusia para influir en las elecciones de los gobiernos nacionales en toda la región”, apuntó.

Asimismo, Rusia ha incrementado su presencia militar en la región, de la mano de sus socios tradicionales pero también en otros nuevos, que le han permitido ampliar su acceso aéreo y marítimo para proyectar poder militar en todo el región. "Los acuerdos con Venezuela, Nicaragua y Brasil permiten a los buques de guerra rusos hacer escalas en sus puertos con avisos sin mucha anticipación", dijo la comandante ante el Congreso. En los últimos años, por ejemplo, Rusia duplicó sus despliegues navales en el continente, pasando de cinco (2008-2014) a 11 (2015-2020).

La respuesta de EEUU

Ante las amenazas china y rusa, Richardson explicó que su país ha seguido en los últimos años tres líneas de acción: "Fortalecer las alianzas, contrarrestar las amenazas y construir nuestro equipo".

Así, a través del Programa de Educación y Capacitación (IMET), el Comando ofrece educación de alta calidad haciendo hincapié en el profesionalismo en las FFAA y en valores como los derechos humanos, el estado de derecho y la igualdad de género.

"Cada año, aproximadamente 800 estudiantes militares extranjeros de 27 países participan en el programa IMET. A la fecha, han asistido a cursos del IMET, impartidos en instituciones estadounidenses, 17 jefes de Defensa y seis ministros de Defensa", detalló Richardson.

En este sentido, la general estadounidense cifró entre 11 a 12 millones de dólares el presupuesto que el Comando Sur destina a cursos de formación en la región, lo que supone un 10% del presupuesto global del programa IMET.

Otra de las herramientas que emplea EEUU para hacer frente a Rusia y China son los programa de financiación militar (FMF) y de ventas al extranjero (FMS), a través de los que se ayuda a los ejércitos de las naciones amigas a adquirir artículos de defensa de EEUU, como vehículos, aeronaves, armas y equipos para reforzar sus capacidades de defensa.

Cada año, el Departamento de Estado de EEUU destina, dentro del programa FMF, 75 millones de dólares a la región, fondos que entre el 40% y 50% son asignados a Colombia, el socio militar más cercano en el continente.

A su vez, EEUU posee una amplia red de informantes en el continente. En este sentido, según detalló Richardson, a través del programa de recompensas del Departamento de Defensa, el Comando Sur pagó el año pasado 1,3 millones de dólares a 54 informantes que proporcionaron información que resultó en 63 operaciones de países socios que neutralizaron a 209 personas que eran terroristas o amenazas de protección de la fuerza. Acciones que supuso un aumento del 100 % en comparación con 2020.

"Este programa también condujo a la destrucción de cuatro laboratorios de drogas con una producción mensual de 3.400 kg de cocaína valorada en 88,4 millones de dólares por mes o alrededor de 1.060 millones por año", detalló la comandante.(Source/Photo: Infodefensa)

1 comentario:

  1. Lo unico que es me ocurre opinar sobre las declaraciones de esta general estadounidense es, "CARADURISMO" Dios mio 2 siglos mintiendo y destruyendo países por deporte.

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