Lo están montando en la UNC. Permitirá prevenir contingencias ambientales, crecidas de ríos, caída de granizo o tormentas. Mejorará la seguridad para la aeronavegación.
Por Redacción LAVOZ
En los próximos meses comenzará a funcionar en Córdoba el Radar Meteorológico Argentino, el primero de una serie de 12 artefactos que el Gobierno nacional comenzó a instalar en diferentes puntos del país –el primero en esta ciudad– para conformar el Sistema Nacional de Radares Meteorológicos (Sinarame).
Consta de una torre de 33 metros sobre la cual ya se ha montado el radomo –una “pelota” gigante de 6 metros de diámetro– que alberga el radar propiamente dicho. El enorme artefacto de casi 40 metros de altura en total ya puede verse desde las calles Maestro López y Filloy, en el extremo sur de la Ciudad Universitaria. En las adyacencias está el edificio de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC y el Laboratorio de Recursos Hídricos, relacionados con el proyecto.
Cuando entre en funcionamiento se convertirá en un avanzado sistema de alerta meteorológico e hidrológico, cuya información será utilizada por científicos e investigadores, pero también por organismos públicos y privados para prevenir, por ejemplo, efectos perjudiciales de tormentas, crecidas de ríos, de embalses, etcétera. También servirá para la aeronavegación que desde hace años padece la inexistencia de un radar de estas características en Córdoba.
El artefacto fue desarrollado y fabricado por Invap, la empresa Sociedad del Estado nacional dedicada al diseño y construcción de sistemas tecnológicos complejos que también llevó a cabo el satélite Arsat 1. Pero en Córdoba hay dos unidades académicas de la UNC involucradas en distintos roles: las facultades de Matemática, Astronomía y Física (Famaf), y de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Los docentes e investigadores de la Famaf Giorgio Caranti y Raúl Comes supervisan el contrato con Invap y gestionan la instalación del RMA-1.
Raúl Taborda, titular del Laboratorio de Investigaciones Aplicadas y Desarrollo Electrónico de la Facultad de Ciencias Exactas, está a cargo de las mediciones de radiaciones electromagnéticas no ionizantes previas y posteriores a la instalación del radar.
Tecnología doppler
El RMA-1 es el primer radar meteorológico que utiliza tecnología doppler, de doble polarización, fabricado en el país.
Como explicaron allegados al proyecto, esta característica permite que el radar no sólo “ve” o anticipa un fenómeno (que puede ser una tormenta severa, por ejemplo), sino que también puede medir la velocidad de las partículas de precipitación que trae, y la forma o geometría del fenómeno detectado, para diferenciar si se trata de una gota de agua, de un cristal, de mariposas, langostas o simplemente de polvo.
Con esta precisión tendrá un radio de alcance o cobertura de 240 kilómetros, que se extenderá a 480 kilómetros en modo “vigilancia”.
Días atrás, durante una visita a las instalaciones, el rector de la UNC, Francisco Tamarit, destacó el emprendimiento como “un esfuerzo del sistema científico-tecnológico nacional; es un desarrollo genuinamente nacional, con tecnología de punta a nivel mundial”.
Por su parte, el ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de la Provincia, Fabián López, subrayó las prestaciones informativas que brindará el radar “en tiempo real”, para que se puedan tomar medidas preventivas.
RMA-1 es parte del proyecto con el que se pretende cubrir todo el territorio nacional con radares meteorológicos similares.
El “Sinarame”, Sistema Nacional de Radares Meteorológicos, fue presentado en junio de 2011, a cargo de los ministerios de Planificación Federal y de Defensa de la Nación, a través de la Subsecretaría de Recursos Hídricos y el Servicio Meteorológico Nacional, respectivamente. Con un presupuesto inicial de 74 millones de pesos.
El desarrollo y fabricación nacional de este tipo de artefactos constituye la primera etapa del sistema, que sumará otros ocho radares meteorológicos doppler ya existentes en el país, pero importados, que son manejados por el Servicio Meteorológico Nacional.
En el proyecto del Sinarame están involucrados, a través de un consorcio público-privado, el Instituto Nacional del Agua, el Instituto Nacional de Tecnologías Agropecuarias, el Servicio de Hidrografía Naval, la Armada Argentina, la Administración Nacional de Aviación Civil, la Dirección de Agricultura y contingencias climáticas de la provincia de Mendoza; y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) a través de las facultades de Matemática, Astronomía y Física (Famaf) y de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, entre otras instituciones.
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