Según la información que nos suministra la Fuerza Aérea Argentina (FAA), en este año está previsto que los aviadores elegidos para volar los cazas F-16 adquiridos en el marco del programa Peace Condor, sean sometidos a un exigente entrenamiento que permite simular las condiciones extremas que enfrentan los pilotos de caza en maniobras de alta aceleración y combate aéreo.
En la Base Aérea Wright-Patterson, en el estado de Ohio, funciona una de las instalaciones más interesantes y exigentes del mundo: la centrífuga humana del 711th Human Performance Wing, operada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Este dispositivo, único en su tipo dentro del Departamento de Defensa estadounidense, permite simular las condiciones extremas que enfrentan los pilotos de combate en maniobras de máxima exigencia.
Aviadores argentinos comienzan a realizar prácticas allí, estando previsto que los oficiales elegidos para operar los cazas F-16 participen de estos y otros ejercicios en la centrífuga de Wright-Patterson.
Esta instalación comprende una centrífuga, que es una máquina giratoria diseñada para replicar las fuerzas G que experimentan los pilotos durante vuelos extremos. En maniobras como giros cerrados o ascensos abruptos, pueden verse sometidos a fuerzas de hasta 9 veces la gravedad terrestre (9G).
La centrífuga humana de Wright-Patterson es operada conjuntamente por el 711th Human Performance Wing (711 HPW), una unidad especializada en estudiar el rendimiento humano bajo condiciones extremas, y la United States Air Force School of Aerospace Medicine (USAFSAM), considerada un referente global en medicina aeroespacial. Ambas organizaciones trabajan en conjunto dentro del Air Force Research Laboratory (AFRL) para asegurar que cada sesión de entrenamiento combine precisión científica, realismo operacional y exigencia fisiológica al más alto nivel en el marco de un ambiente seguro y controlado.
En la Base Aérea Wright-Patterson, en el estado de Ohio, funciona una de las instalaciones más interesantes y exigentes del mundo: la centrífuga humana del 711th Human Performance Wing, operada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Este dispositivo, único en su tipo dentro del Departamento de Defensa estadounidense, permite simular las condiciones extremas que enfrentan los pilotos de combate en maniobras de máxima exigencia.
Aviadores argentinos comienzan a realizar prácticas allí, estando previsto que los oficiales elegidos para operar los cazas F-16 participen de estos y otros ejercicios en la centrífuga de Wright-Patterson.
Esta instalación comprende una centrífuga, que es una máquina giratoria diseñada para replicar las fuerzas G que experimentan los pilotos durante vuelos extremos. En maniobras como giros cerrados o ascensos abruptos, pueden verse sometidos a fuerzas de hasta 9 veces la gravedad terrestre (9G).
La centrífuga humana de Wright-Patterson es operada conjuntamente por el 711th Human Performance Wing (711 HPW), una unidad especializada en estudiar el rendimiento humano bajo condiciones extremas, y la United States Air Force School of Aerospace Medicine (USAFSAM), considerada un referente global en medicina aeroespacial. Ambas organizaciones trabajan en conjunto dentro del Air Force Research Laboratory (AFRL) para asegurar que cada sesión de entrenamiento combine precisión científica, realismo operacional y exigencia fisiológica al más alto nivel en el marco de un ambiente seguro y controlado.
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