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martes, 12 de octubre de 2021

La USAF se deshace del último de los 17 B-1B mientras se prepara para recibir a los B-21.


El Mando de Ataque Global de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) ha completado la desinversión de 17 Rockwell B-1B Lancers, ya que el último de los 17 bombarderos supersónicos partió de la Base Aérea Edwards, en California, con destino al depósito de la Base Aérea Davis-Monthan, en Arizona.

La desinversión de los 17 B-1B Lancers es un apoyo a la USAF para adaptar y modernizar la fuerza de bombarderos de los Estados Unidos, que fue autorizada por la Ley de Autorización de la Defensa Nacional.

El general de brigada Kenyon Bell, director de logística e ingeniería de la AFGSC, ha declarado: “El plan de desinversión se ha ejecutado sin problemas. Con menos aviones en la flota de B-1, los encargados del mantenimiento podrán dedicar más tiempo y atención a cada avión que quede en la flota”.

Los 17 B-1B han sido retirados de una flota de 62, quedando 45 B-1B en el inventario activo de la USAF. Múltiples B-1B retirados en el plan de desinversión tuvieron diversos resultados, un avión fue entregado a la base aérea de Tinker, Oklahoma para ser prototipo de acciones de reparación estructural; otro fue llevado a la base aérea de Edwards en California como avión de pruebas en tierra; otro fue a Wichita, Kansas al Instituto Nacional de Investigación de Aviación para la cartografía digital; y uno fue a la base aérea de Barksdale, en Luisiana para ser expuesto en el Museo de Poder Global de Barksdale.

El último de los 17 B-1B Lancers destinados a la desinversión se desplaza en la Base Aérea de Edwards, California.
Quedan así 13 B-1B destinados a ser almacenados en el Boneyard de la base aérea de Davis Monthan, en Arizona. La mayoría de ellos se almacenarán en el Tipo 4000, mientras que los cuatro restantes estarán en condiciones recuperables, es decir, en el Tipo 2000, para su almacenamiento en vuelo.

La desinversión de 17 B-1B no afecta a la letalidad de la USAF ni al personal de mantenimiento asociado. La desinversión permitirá que el personal se concentre en el mantenimiento y en el mantenimiento a nivel de depósito de los 45 B-1B restantes, lo que aumentará la disponibilidad de la flota y comenzará a preparar la modernización de la flota de bombarderos.

Bell también mencionó: “Comenzar a retirar estos bombarderos heredados nos permite allanar el camino para el B-21 Raider. Las operaciones continuas de los últimos 20 años han hecho mella en nuestra flota de B-1B, y los aviones que retiramos habrían requerido entre 10 y 30 millones de dólares por avión para volver a una flota en statu quo a corto plazo hasta que el B-21 sea operativo”.

“Al retirar estos aviones ahora, el AFGSC puede centrarse en dar prioridad a la salud de la flota actual, incluyendo los esfuerzos de modernización, para hacer que la flota de bombarderos sea más letal y capaz en general”, concluyó Bell. (Source/Photo: Key.Aero)

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