Tlon es una compañía argentina que está diseñando y fabricando cohetes para poner satélites en la órbita baja terrestre

Si bien el tango “Volver”, de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera, dice “que 20 años no es nada”, en algunos casos 15 años puede ser demasiado tiempo. Hace una década y media nació Tlon Space S.A, una firma argentina de capitales privados que promete revolucionar al sector aeroespacial nacional.

Concebida para prestar el servicio de poner en órbita nanosatélites de terceros, la empresa desarrolló un vehículo lanzador espacial ultraliviano. “Nuestro producto es escalable industrialmente, de fácil manipulación y lanzamiento”, explica Luis Monsegur, Chief Operating Officer (COO) de Tlon. Y agrega: “Nuestros cohetes tienen la capacidad para acelerar hasta llegar a una velocidad de unos 8 kilómetros por segundo, necesaria para alcanzar la órbita baja de nuestro planeta. Es allí donde colocamos los satélites para que permanezcan en forma indefinida en el espacio”.

Presente y futuro

Luego de años de trabajo para desarrollar los cohetes, en Tlon ya comenzaron con los vuelos de prueba en distintos puntos del país, y seguirán en esta línea para perfeccionar el sistema TLON Aventura1. Creado por ellos, se trata del cohete más ligero de la industria, ya que pesa menos de una tonelada. Entre otros detalles, este vehículo de alta frecuencia se construye en una semana por profesionales argentinos y su costo se encuentra por debajo de los 500.000 dólares.

Para continuar con las pruebas, utilizarán cinco vehículos. “En noviembre último, efectuamos con éxito tres vuelos de nuestro cohete sonda NEUTRON 2 para el testeo de los subsistemas de telemetría, inercial y recupero; y por último, en diciembre, realizamos tres vuelos de lanzamientos a 2K con el fin de testear el funcionamiento del subsistema de recupero ya instalado en el vehículo AVENTURA 1”, relata Monsegur. 2K es una meta original propuesta arbitrariamente de 2 kilómetros de altura, pero el fundamento es permitir una rápida evolución iterativa del sistema, el cual por naturaleza tiene numerosos detalles a ser testeados.

“Los equipos lanzados cuentan con los elementos necesarios para su recupero, evitando cualquier residuo en la superficie. La sección de la nave que alcanza la órbita, reingresa y se incinera sin residuo, para evitar la proliferación de basura espacial”, señala Monsegur.

La campaña de vuelos 2021 ya comenzó: en enero, la empresa realizó con éxito un cuarto vuelo de testeo. En todas las oportunidades el vehículo se recuperó exitosamente.

Durante la campaña, que se desarrollará a lo largo de este año, se realizarán vuelos cada vez más exigentes así como diversas pruebas de resistencia de los motores en banco con el objetivo final de alcanzar la órbita terrestre.


Todas estas actividades cuentan con la participación de especialistas en temas aeronáuticos, espaciales, combustibles, comunicaciones, transporte, seguridad y protección del medio ambiente con énfasis en la actividad aérea/aeroespacial.

Un mercado con mucho potencial

“La oportunidad que se presenta es única. En palabras simples, los clientes serán aquellos que tengan uno o varios satélites pequeños y quieran ponerlos en órbita. La empresa se encargará de lanzarlo y ubicarlo en la órbita requerida”, relata Monsegur, entusiasmado, y señala que Tlon ya firmó convenios de cooperación con empresas de servicios satelitales de Argentina, Estados Unidos y España.

Según el ejecutivo de Tlon, el valor de lanzamiento de un nanosatélite en el mercado internacional varía entre los 50.000 y 70.000 dólares por kilogramo en órbita, “y Tlon puede bajar radicalmente este costo debido a sus desarrollos tecnológicos patentados”.

Actualmente, solo hay tres empresas privadas operando comercialmente: SpaceX, Rocket Lab y CASIC. “Queremos comenzar nuestras operación en 2022, porque son muchas las compañías que están observando la órbita baja terrestre como un lugar ideal para prestar servicios a través de constelaciones de satélites -advierte Monsegur-, y esta tendencia se intensificará en el futuro, hasta el punto tal que se estima que el mercado se multiplicará por trece en los próximos siete años, y es en este escenario que queremos posicionarnos como un jugador de importancia”.(Source/Photo/Author: Débora Slotnisky/La Nación)