La IX Brigada Mecanizada se adiestró en los Campos de Instrucción Fortín Chacabuco y Bahía Solano, en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. Participaron el comando de la IX Brigada Mecanizada, los regimientos de Infantería Mecanizada 8 y 25, de Caballería de Tanques 9 y de Caballería de Exploración 3, el Grupo de Artillería Blindado 9, el Batallón de Ingenieros Mecanizado 9, la Compañía de Comunicaciones Mecanizada 9, la Base de Apoyo Logístico Comodoro Rivadavia, la Compañía de Inteligencia Mecanizada 9, la Sección de Aviación del Ejército 9, el Hospital Militar Regional Comodoro Rivadavia y la Compañía de Reserva Puerto Deseado. Estas variadas unidades se movilizaron a distancias importantes, para legar a la zona de reunión para participar de una maniobra denominada Rifleros del Chubut.
Las rutas patagónicas cambiaron su monótono paisaje con el incesante movimiento de vehículos de transporte de material y personal de las Unidades que se dirigían al sector de trabajo. La magnitud del esfuerzo se apreció en su totalidad, cuando la plaza de armas del Cuartel Fortín Chacabuco amaneció, colmada en toda su extensión, cubierta con todo tipo de vehículos de los elementos participantes de las ejercitaciones. Antes de alcanzar la zona de reunión, en el campo de instrucción, el movimiento de las columnas fue aprovechado para desarrollar un ejercicio de marcha motorizada de nivel brigada, del que participaron más de 280 vehículos, que incluyo a numerosos medios mecanizados como los tanques SK-105 Kurassier y carriers M-113 que luego participarían de las ejercitaciones en el terreno.
Para esta acción en particular se trabajó de forma conjunta con la dirección de tránsito de la Municipalidad de Comodoro Rivadavia, ya que el desplazamiento se realizó, en parte, a través del ejido norte de la ciudad y sobre la Ruta Provincial 1.
El personal desplegado, para las ejercitaciones sumó alrededor de 2.500 efectivos, entre oficiales, suboficiales y soldados, realizando distintas actividades de instrucción y adiestramiento de los efectivos, también se pudieron comprobar las actividades propias del planeamiento de operaciones militares y la ejecución táctica de las mismas por parte de organizaciones completas de las unidades involucradas, destacándose el tiro de combate ejecutado por las unidades de Caballería, Infantería y Artillería. También se realizaron operaciones aeromóviles y anfibias. La operación fue supervisada en el terreno por el comandante de la IX Brigada Mecanizada, general de brigada Néstor D`Ambra.
Más allá de los ejercicios propios de cada elemento, se realizó un planeamiento en el que trabajó el Estado Mayor del comando de la brigada y las planas mayores de los elementos dependientes. El elemento de trabajo fue una brigada mecanizada (disminuida), constituida en reserva de una división de ejército, que debía accionar ofensivamente como parte de la dinámica de la defensa.
Esta reserva fue conformada en dos fuerzas de tareas, una mecanizada, sobre la base del Regimiento de Infantería Mecanizado 25 y la otra blindada, sobre la base del Regimiento de Caballería de Tanques 9.Esta actividad puso a prueba las capacidades y trabajo de planeamiento de las Planas Mayores, como también la implementación de medidas de coordinación y control.
La ejecución de las operaciones
Durante el desarrollo se ejecutaron parte de las acciones previstas durante el planeamiento, pudiéndose adiestrar a las distintas organizaciones de la gran unidad. Es esta etapa, se comprobaron distintas técnicas y procedimientos de empleo, así como también la eficiencia del Sistema de Comunicaciones e Informática particular de la gran unidad. Las operaciones incluyeron distintos tipos de apoyos tácticos, como las tareas de ingenieros, en particular las tareas relacionadas con las aperturas de brecha que facilitaron la movilidad de los elementos de maniobra y el apoyo de sanidad con la instalación y operación del Puesto Principal de Socorro.
Las actividades finalizaron con la ejecución de una ruptura de contacto con el enemigo y la ejecución de tiro de combate por parte de los elementos de exploración.También se certificaron fracciones de los Regimientos de Infantería Mecanizado 8 y 25, del Regimiento de Caballería de Exploración 3, del Grupo de Artillería Blindado 9 y de la Compañía de Comunicaciones Mecanizada 9.Promediando las ejercitaciones, el ambiente geográfico particular patagónico mostró su arista más distintiva, el viento patagónico (se registraron ráfagas de mas de cien kilometros horarios), lo que obligó a los diferentes niveles de la conducción a reorientar las actividades programadas a la situación climatológica reinante.
Al finalizar el ejercicio, comandante de la IXna Brigada Mecanizada, general de brigada D´Ambra expresó su satisfacción por el trabajo realizado, resaltando “las ganas de hacer, el empeño y el profesionalismo puesto de manifiesto en cada una de las actividades”. Enfatizó, que “se puso en valor cada munición disparada, cada ración y cada litro de combustible consumido durante la salida al terreno”.
Luego, en las instalaciones del cuartel Fortín Chacabuco, se ejecutó la crítica del ejercicio, y se hizo hincapié en el trabajo silencioso, abnegado y constante de cada una de las unidades participantes que en varias oportunidades requirieron de una cuota “extra” de esfuerzo para poder materializar las actividades operacionales. En dicha oportunidad, el general D´Ambra destacó el buen estado de mantenimiento de las columnas motorizadas que se materializó con el regreso de todos los vehículos a sus unidades sin novedades de importancia, destacando la labor de los mecánicos y técnicos. Del mismo modo, se destacó el apoyo de las comunicaciones en el desarrollo de las operaciones.
Para finalizar, y luego de 10 días de intenso trabajo en el terreno, se realizó una misa de campaña a cargo de los capellanes Cherino y Torres, para luego dar paso a la despedida de todos los elementos e iniciar el repliegue a sus respectivos asientos de paz, a buena distancia de la zona de operaciones.(Source/Photo: Defensa.com)
Para esta acción en particular se trabajó de forma conjunta con la dirección de tránsito de la Municipalidad de Comodoro Rivadavia, ya que el desplazamiento se realizó, en parte, a través del ejido norte de la ciudad y sobre la Ruta Provincial 1.
El personal desplegado, para las ejercitaciones sumó alrededor de 2.500 efectivos, entre oficiales, suboficiales y soldados, realizando distintas actividades de instrucción y adiestramiento de los efectivos, también se pudieron comprobar las actividades propias del planeamiento de operaciones militares y la ejecución táctica de las mismas por parte de organizaciones completas de las unidades involucradas, destacándose el tiro de combate ejecutado por las unidades de Caballería, Infantería y Artillería. También se realizaron operaciones aeromóviles y anfibias. La operación fue supervisada en el terreno por el comandante de la IX Brigada Mecanizada, general de brigada Néstor D`Ambra.
Más allá de los ejercicios propios de cada elemento, se realizó un planeamiento en el que trabajó el Estado Mayor del comando de la brigada y las planas mayores de los elementos dependientes. El elemento de trabajo fue una brigada mecanizada (disminuida), constituida en reserva de una división de ejército, que debía accionar ofensivamente como parte de la dinámica de la defensa.
Esta reserva fue conformada en dos fuerzas de tareas, una mecanizada, sobre la base del Regimiento de Infantería Mecanizado 25 y la otra blindada, sobre la base del Regimiento de Caballería de Tanques 9.Esta actividad puso a prueba las capacidades y trabajo de planeamiento de las Planas Mayores, como también la implementación de medidas de coordinación y control.
La ejecución de las operaciones
Durante el desarrollo se ejecutaron parte de las acciones previstas durante el planeamiento, pudiéndose adiestrar a las distintas organizaciones de la gran unidad. Es esta etapa, se comprobaron distintas técnicas y procedimientos de empleo, así como también la eficiencia del Sistema de Comunicaciones e Informática particular de la gran unidad. Las operaciones incluyeron distintos tipos de apoyos tácticos, como las tareas de ingenieros, en particular las tareas relacionadas con las aperturas de brecha que facilitaron la movilidad de los elementos de maniobra y el apoyo de sanidad con la instalación y operación del Puesto Principal de Socorro.
Las actividades finalizaron con la ejecución de una ruptura de contacto con el enemigo y la ejecución de tiro de combate por parte de los elementos de exploración.También se certificaron fracciones de los Regimientos de Infantería Mecanizado 8 y 25, del Regimiento de Caballería de Exploración 3, del Grupo de Artillería Blindado 9 y de la Compañía de Comunicaciones Mecanizada 9.Promediando las ejercitaciones, el ambiente geográfico particular patagónico mostró su arista más distintiva, el viento patagónico (se registraron ráfagas de mas de cien kilometros horarios), lo que obligó a los diferentes niveles de la conducción a reorientar las actividades programadas a la situación climatológica reinante.
Al finalizar el ejercicio, comandante de la IXna Brigada Mecanizada, general de brigada D´Ambra expresó su satisfacción por el trabajo realizado, resaltando “las ganas de hacer, el empeño y el profesionalismo puesto de manifiesto en cada una de las actividades”. Enfatizó, que “se puso en valor cada munición disparada, cada ración y cada litro de combustible consumido durante la salida al terreno”.
Luego, en las instalaciones del cuartel Fortín Chacabuco, se ejecutó la crítica del ejercicio, y se hizo hincapié en el trabajo silencioso, abnegado y constante de cada una de las unidades participantes que en varias oportunidades requirieron de una cuota “extra” de esfuerzo para poder materializar las actividades operacionales. En dicha oportunidad, el general D´Ambra destacó el buen estado de mantenimiento de las columnas motorizadas que se materializó con el regreso de todos los vehículos a sus unidades sin novedades de importancia, destacando la labor de los mecánicos y técnicos. Del mismo modo, se destacó el apoyo de las comunicaciones en el desarrollo de las operaciones.
Para finalizar, y luego de 10 días de intenso trabajo en el terreno, se realizó una misa de campaña a cargo de los capellanes Cherino y Torres, para luego dar paso a la despedida de todos los elementos e iniciar el repliegue a sus respectivos asientos de paz, a buena distancia de la zona de operaciones.(Source/Photo: Defensa.com)
Es bueno ver que a pesar de la mala situación económica, el EA sigue ejercitándose en su función principal, su razón de ser, la guerra.
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