El ejercicio militar de Vostok 2018 en el este de Rusia ya estaba considerado como el juego de guerra más grande de Rusia desde 1981. El Ministerio de Defensa de China anunció ayer jueves que enviará 3.200 soldados del Ejército Popular de Liberación para unirse a más de 100.000 soldados rusos en los ejercicios previstos del 11 al 15 de septiembre.
Las tropas chinas aportarán, además de los soldados, 900 tanques y 30 modernos aviones. Rusia alardea con el mayor ejercicio desde la época de la Guerra Fría en el que participan, más de 1.500 tanques y 120 aviones.
Una pequeña fuerza de Mongolia también ha sido invitada a participar, lo que refleja la forma en que los grandes ejercicios de la Guerra Fría en Rusia incluyeron a socios de los países del Pacto de Varsovia. La mayoría de los antiguos miembros del Pacto de Varsovia mirarán el ejercicio Vostok 2018 con cierta inquietud. Esta semana se ha cumplido el 50 aniversario de la invasión de Checoslovaquia por las tropas del Pacto.
“A pesar de los furiosos intentos de Occidente de aislar al Kremlin, los países todavía quieren colaborar con Rusia. Mediante la venta de armas y la cooperación, Rusia está utilizando su fuerza militar para aumentar su presencia geopolítica en el mundo “, declaró el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu.
Mientras Rusia despliega sus músculos militares, China está ansiosa por poner a prueba al nuevo y mejorado Ejército Popular de Liberación.
El diario The South China Morning Post citó ayer al observador militar con sede en Pekín, Zhou Chenming, quien señaló que si bien China ha invertido fuertemente en la modernización de su ejército, tiene una marcada escasez de tropas con experiencia real en combate. Rusia también ha invertido mucho en la modernización militar en los últimos años.
Zhou dijo que China también estaba ansiosa por reforzar su alianza con Rusia y hacer un despliegue más amenazador de lo que Moscú o Pekín podrían hacer por sí solos:
“China también quiere mostrar su apoyo al presidente ruso Vladimir Putin, que se enfrenta a varios desafíos diplomáticos, especialmente a las críticas del secretario de Estado de EE.UU. [Mike Pompeo] por la anexión de Crimea por parte de Moscú”, dijo Zhou.
Añadió, que el lugar elegido para la celebración de los juegos de guerra había sido intencionado.
“Putin quiere usar los juegos de guerra de los militares rusos con el Ejército Popular de Liberación Chino para mostrar su fuerza militar, pero no quiere irritar demasiado a Estados Unidos y plantear la posibilidad de un juicio erróneo por parte de la administración Trump, por lo que eligió la región Trans-Baikal menos sensible en el Lejano Oriente, lejos de los aliados de Estados Unidos en Europa “, dijo Zhou.
Otro analista, Song Zhongping de Hong Kong, dijo que China enviaría a sus tropas de élite a Vostok 2018 para entrenamiento de combate en el campo de batalla para complementar los simulacros antiterroristas y antipiratería que han recibido. Song sugirió que tanto China como Rusia están buscando enviar un mensaje cuidadosamente calibrado de fuerza impresionante, pero no muy provocativa, a Washington.
La CNN señaló que las fechas para el ejercicio Vostok coinciden con las del Foro Económico Oriental en Vladivostok, un evento organizado por el presidente ruso Vladimir Putin, al que se espera que asista el presidente chino, Xi Jinping.
John Hayward - Breitbart
Una pequeña fuerza de Mongolia también ha sido invitada a participar, lo que refleja la forma en que los grandes ejercicios de la Guerra Fría en Rusia incluyeron a socios de los países del Pacto de Varsovia. La mayoría de los antiguos miembros del Pacto de Varsovia mirarán el ejercicio Vostok 2018 con cierta inquietud. Esta semana se ha cumplido el 50 aniversario de la invasión de Checoslovaquia por las tropas del Pacto.
“A pesar de los furiosos intentos de Occidente de aislar al Kremlin, los países todavía quieren colaborar con Rusia. Mediante la venta de armas y la cooperación, Rusia está utilizando su fuerza militar para aumentar su presencia geopolítica en el mundo “, declaró el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu.
Mientras Rusia despliega sus músculos militares, China está ansiosa por poner a prueba al nuevo y mejorado Ejército Popular de Liberación.
El diario The South China Morning Post citó ayer al observador militar con sede en Pekín, Zhou Chenming, quien señaló que si bien China ha invertido fuertemente en la modernización de su ejército, tiene una marcada escasez de tropas con experiencia real en combate. Rusia también ha invertido mucho en la modernización militar en los últimos años.
Zhou dijo que China también estaba ansiosa por reforzar su alianza con Rusia y hacer un despliegue más amenazador de lo que Moscú o Pekín podrían hacer por sí solos:
“China también quiere mostrar su apoyo al presidente ruso Vladimir Putin, que se enfrenta a varios desafíos diplomáticos, especialmente a las críticas del secretario de Estado de EE.UU. [Mike Pompeo] por la anexión de Crimea por parte de Moscú”, dijo Zhou.
Añadió, que el lugar elegido para la celebración de los juegos de guerra había sido intencionado.
“Putin quiere usar los juegos de guerra de los militares rusos con el Ejército Popular de Liberación Chino para mostrar su fuerza militar, pero no quiere irritar demasiado a Estados Unidos y plantear la posibilidad de un juicio erróneo por parte de la administración Trump, por lo que eligió la región Trans-Baikal menos sensible en el Lejano Oriente, lejos de los aliados de Estados Unidos en Europa “, dijo Zhou.
Otro analista, Song Zhongping de Hong Kong, dijo que China enviaría a sus tropas de élite a Vostok 2018 para entrenamiento de combate en el campo de batalla para complementar los simulacros antiterroristas y antipiratería que han recibido. Song sugirió que tanto China como Rusia están buscando enviar un mensaje cuidadosamente calibrado de fuerza impresionante, pero no muy provocativa, a Washington.
La CNN señaló que las fechas para el ejercicio Vostok coinciden con las del Foro Económico Oriental en Vladivostok, un evento organizado por el presidente ruso Vladimir Putin, al que se espera que asista el presidente chino, Xi Jinping.
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