Según el viceprimer ministro ruso Yury Borisov, las fuerzas armadas rusas retrasarán los planes de producción masiva de los carros de combate de próxima generación Armata debido al alto coste de los nuevos vehículos.
El pasado domingo, el viceprimer ministro Yury Borisov en unas declaraciones a los medios de comunicación locales de Moscú, dijo que las fuerzas armadas rusas no aspiran por el momento a comprar los modernos tanques “Armata” en grandes cantidades debido a su alto coste, y prefieren apostar por aumentar el potencial y modernización de los vehículos militares ya existentes.
“Hemos reflexionado, y nos preguntamos por qué inundar a todas las Fuerzas Armadas rusas con los nuevos tanques Armata, si ya tenemos los excelentes T-72 muy demandados en el mercado, en comparación con los Abrams, Leclercs y Leopardos, tanto por su precio, eficiencia y calidad, dijo Borisov.
“Realmente no necesitamos por el momento hacer compras masivas de los nuevos tanques Armata, y estos modelos aunque muy avanzados con su alta tecnología, son bastante caros en relación con los que tenemos en nuestras unidades”, señaló Borisov.
Un T-14 Armata durante un desfile por las calles de Moscú.
Hasta la fecha, los fondos de defensa rusos se han desviado hacia la modernización de vehículos blindados más antiguos y el ejército de Rusia ha decidió modernizar su flota de tanques de batalla principales como los T-72, T-80 y T-90 de diseño de la época soviética. Rusia volvió y actualizó estos vehículos creando nuevas brigadas de tanques equipadas con carros de combate T-72B3, T-80BVM y T-90M modernizados.
La pregunta pertinente aquí es qué tan efectiva es la inversión de fondos, especialmente a la luz del presupuesto forzado. Existe otra razón por la cual el Ministerio de Defensa será reacio a comprar Armata: el factor humano. Mientras que la generación anterior de tanques podía ser conducida por reclutas que habían recibido entrenamiento preliminar, la tripulación de alta tecnología de Armata deberá estar compuesta por profesionales, contratistas con mucha experiencia operando tales equipos. “Sería inútil construir 1000 Armatas, porque no habrá suficientes operadores de tanques para ellos“, afirma el experto. “Actualmente no hay ningún lugar para obtener tales comandantes y otros miembros de la tripulación para el Armata, ya que el tanque en sí, acaba de llegar. Se necesitarán varios años antes de que haya suficientes soldados que sepan conducir esta máquina. Es poco probable que las Fuerzas Armadas necesiten más de un centenar de esas máquinas”, concluye Leonkov.
El carro de combate principal de próxima generación Armata de Rusia se aparta de la anterior práctica soviética de desarrollar plataformas duras relativamente simples y baratas.
Con una serie de características innovadoras, el T-14 Armata representa una nueva generación de carros de combate rusos. La novedad más importante es una torreta no tripulada, con la tripulación de tres personas sentadas en una cápsula blindada en la parte delantera del casco.
Carro de combate T-90M modernizado.
El armamento principal es un novedoso cañón diferente al tradicional de los diseños ruso/soviéticos el 2A46, también de calibre 125 mm y de ánima lisa que permite el disparo de misiles desde el interior sin conjuntos de adaptación. El T-14 Armata está motorizado con un potente bloque diesel de 1500 caballos de fuerza y dispone de una caja de cambios de doce velocidades de tipo automática con una velocidad máxima estimada entre 80-90 km/h. con una autonomía de 500 km.
Army Recognition
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