Por Gabriela Origlia - La Nación
CÓRDOBA.- Unos 170 contratos no se renovarán en Fabricaciones Militares, en las unidades de Villa María y de Río Tercero, en esta provincia, y de Fray Luis Beltrán, en Santa Fe. Muy probablemente haya más recortes hacia fin de año, porque el objetivo de Defensa es cerrar 2018 con 1100 empleados, frente a los 1600 con que se inició este período.
En la actualidad, Fabricaciones Militares es un organismo descentralizado del área de Defensa, con el mismo régimen operativo de un ministerio. Se avanza para transformarla en sociedad del Estado, figura que le dará más flexibilidad y la asimila a una empresa que habitualmente opera en producción y servicios. Tandanor y la Fábrica Militar de Aviones (Fadea), por ejemplo, son hoy sociedades anónimas. "La intención no es privatizar FM, sí buscar socios puntuales para determinados proyectos", enfatizaron.
Fuentes de Defensa confirmaron a LA NACION que este año el Tesoro hará un aporte de $1600 millones a la empresa estatal y en 2019, ese valor caerá a $1100 millones. En diciembre último quedaron sin efecto 360 contratos y cerró la unidad de Azul (tenía 232 empleados contratados y 35 permanentes).
Fabricaciones Militares es, proporcionalmente, el área de Defensa que más personal contratado tiene, unas 1280 personas. La explicación es que hasta mayo de 2014 figuró como "sujeta a privatización", por lo que no podía aumentar su personal estable.
En Río Tercero ya se notificaron unos 70 despidos y en Villa María, 42, según confirmó a LA NACION Damián Albornoz, delegado de la planta de Río Tercero. "No habrá toma de los establecimientos para evitar enfrentamientos, pero sí movilizaciones. No hay garantías de que en diciembre no sigan los recortes", dijo.
El resto de los cortes de contrato -hasta llegar a 170- se realizarán en la sede central, donde hay unas 160 personas, y en Fray Luis Beltrán, donde trabajan 380. El mayor rojo en función de lo que produce lo registra la fábrica de Río Tercero, unos $400 millones al año; el mismo volumen tiene la planta de Santa Fe y $350 millones, la de Villa María.
La transformación en sociedad de Estado apunta a la incorporación de capital privado; el mismo plan que existe para las otras empresas dependientes de Defensa.
La fábrica de Fray Luis Beltrán es la única categorizada como unidad de "defensa y seguridad", ya que desarrolla chalecos, pistolas 9 mm, municiones, cartuchos de goma o de humo, y otros tipos de disuasivos que utilizan las fuerzas de seguridad.
La de Río Tercero -la más grande en términos de empleados: 480- tiene un área destinada a la petroquímica, que produce básicamente para el sector privado y otra que se dedica a la reparación de vagones. La de Villa María desarrolla pólvora y explosivos y atiende, primordialmente, al sector minero.
En el Ministerio de Defensa apuntan que Fadea redujo su déficit a la mitad este año, el Tesoro le aportará unos $350 millones. La ecuación -aseguran- no solo es porque se achicó el plantel, sino porque se sumaron negocios privados. Las expectativas están puestas en una negociación con México (esperan la asunción del nuevo gobierno para definirla), que cuenta con un importante polo productor de aeropartes, pero no fabrica aviones. La meta es hacer el avión Pampa en conjunto. En Tandanor, los números están equilibrados.
"Los mayores problemas están en Fabricaciones Militares y hay que resolverlos; el objetivo es mejorar la competitividad y seguir produciendo, pero no a cualquier precio", indicaron las fuentes de Defensa.
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