Segundo proceso licitatorio
Por Irene Valiente - Infodefensa
Casi
nueve meses sin noticias
El submarino ARA San Juan. Foto: Archivo de la Armada |
Por Irene Valiente - Infodefensa
Oscar Aguad saluda a personal de la Armada dedicado a buscar el ARA San Juan. Foto: Ministerio de Defensa de Argentina. |
Las estadounidenses Ocean Infinity y Sistemas
Electrónicos Acuáticos (SEA) fueron preseleccionadas esta semana por
el Gobierno argentino para buscar el ARA San Juan.
Ambas empresas son las finalistas en el segundo proceso de licitación que se
abre con el propósito de hallar el submarino, cuyo rastro se perdió en el
océano Atlántico el 15 de noviembre de 2017, con 44 tripulantes a bordo.
La oferta de Ocean Infinity fue de 7,5 millones de dólares, mientras que la
de SEA -que, pese a ser de origen norteamericano, tiene dueño y base en
Venezuela- fue de 7 millones, según consta en el Portal de Compras Públicas del
país. El dinero únicamente será abonado por el Ejecutivo si se encuentra
al buque.
Está previsto que al finalizar esta semana, la Comisión evaluadora tome una
decisión y emita un dictamen, tras lo que habrá un plazo de tres días para
impugnar a la empresa elegida y, si eso no ocurre, este mismo agosto se
intensificará la búsqueda. No es la primera vez que suena el nombre de SEA: el
pasado abril, el Gobierno había cedido ante la presión de los familiares de los
submarinistas y se había manifestado a favor de contratar un vehículo submarino autónomo (AUV) de esta compañía, después de que su titular,
el empresario venezolano Hugo Marino asegurara que podía hallar el buque en menos de
100 días.
El ministro de Defensa, Oscar Aguad, reveló que las dos
firmas fueron seleccionadas de un total de cuatro que se habían presentado al
que es el segundo proceso de licitación bajo la modalidad de “contratación
directa” desde que desapareció el buque , ya que, la “preadjudicación” que se había otorgado a la
española Igeotest
Geoscience en el anterior, al que se presentaron nueve empresas,
fue cancelada por el Gobierno por “errores formales”.
Casi
nueve meses sin noticias
Pese al operativo sin precedentes que se realizó en el Atlántico Sur, desde
aquel 15 de noviembre de 2017 no hay noticia alguna del submarino. Su última
comunicación la estableció a unas 240 millas náuticas (unos 430 kilómetros) de
la costa patagónica argentina, cuando volvía a su base naval, después de
realizar ejercicios militares en la zona más austral del país.
Lo único que se sabe a ciencia cierta es que el día que el buque se contactó
con la base naval por última vez, en la misma zona desde la que lo hizo, se
registró una explosión. Horas antes, el comandante había llamado a la base
naval para comunicar que se había producido un cortocircuito en las baterías
debido a la entrada de agua como consecuencia del complicado temporal.
Lo ocurrido ha provocado una gran indignación de los familiares de la
tripulación, algunos de los cuales llevan ya un mes acampados en la Plaza de
Mayo de Buenos Aires, ante la sede del Gobierno argentino, para exigir que se
tomen medidas urgentes y se acelere la contratación. A esto se suma la crisis
desatada en las Fuerzas Armadas del país, con
destituciones como la del propio jefe del Estado Mayor de la
Armada, almirante Marcelo Srur, a finales de año. También ha provocado
la apertura de varias causas judiciales y la puesta en marcha de una comisión
parlamentaria específica.
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