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miércoles, 15 de agosto de 2018

Carro de combate “Merkava”: sobrevivir, como prioridad, y combatir


Por Julio Maíz - Revista Defensa nº 383, marzo 2010

El adolescente palestino armado con un lanzacohetes RPG-7V esperaba la entrada de las tropas israelíes en su barrio de Gaza. De pronto, a menos de 100 m., pudo observar el primer carro judío. Sin dudarlo disparó su arma, “¡impacto directo!” gritó, pero su decepción fue total al observar que el carro seguía avanzando mientras disparaba sus ametralladoras hacía él.

Esta situación se ha repetido en muchas ocasiones durante las últimas décadas en Líbano o en los territorios bajo la Autoridad Palestina o los terroristas de Hamas. La respuesta a porqué son tan resistentes los carros de combate israelíes no es otra que el Merkava. Este blindado de diseño israelí se ha convertido en uno de los más eficaces del mundo, sobre todo en el concepto de protección, siendo el único de primera línea del Tzahal, que es como se denomina en hebreo a la fuerza terrestre de la IDF (Israel Defence Forces(1)). Desde su creación en 1948, Israel se ha enfrentado en numerosas ocasiones a los ejércitos árabes. Durante estos conflictos el uso de medios blindados ha sido continuo y creciente en lo que respecta  a su número y cualidades, si bien en las dos últimas décadas se ha tenido que adaptar a la guerra asimétrica.

Foto: Tropas del Cuerpo Acorazado israelí forman en Latrun, junto al muro que recoge los nombres de todos sus caídos desde la Guerra de la Independencia hasta la de Líbano de 2006 (foto Julio Maíz).

Actualmente, Israel es una de las pocas naciones que posee un carro de combate de concepción y producción propias de primera línea. Desde que en 1979 se presentó el primer desarrollo del Merkava, el denominado 1, su diseño se ha mejorado continuamente, siempre con la finalidad de proteger la vida de sus tripulaciones, los integrantes del Cuerpo de Blindados, que es la punta de lanza del Tzahal. El último de esta familia se presentó en junio de 2002 en Jerusalén, el Merkava 4. Estamos ante un carro de combate equiparable totalmente a los Leopard 2 germanos o los M-1A1 estadounidenses. Su motor General Dynamics GD833 de 1.500 CV, uno de los más potentes del mundo, es la versión estadounidense del diesel V12 de inyección directa refrigerado por líquido del germano MTU 883.

El arma principal es el cañón de la empresa IMI (Israel Military Industry) 120/44 mm. de ánima lisa, desarrollado por la industria israelí a partir de la pieza de la alemana Reihmetall que equipa al Leopard 2 y al Abrams, que puede disparar  las municiones más usuales: APFSDS-T M711, HEAT-MP-T M325 y TPCSDS-T M324, que son surtidas por el Grupo de Municionamiento de IMI, aunque también utiliza los proyectiles del mismo calibre que fabrican firmas de Francia, Alemania y Estados Unidos, en caso que deban ser importados. Transporta 48 paletizados, además de los 10 listos para hacer fuego, sitos en el cargador automático electromecánico, que puede seleccionar el tipo de proyectil que se quiere disparar. Esta moderna pieza, también permite el disparo de los misiles IAI (Israel Aerospace Industry) Lahat.

Foto: Detalle de la torre de un “Merkava 4”, se aprecian las cadenas colgadas que hacen explotar las granadas propulsadas al dar con ellos, evitando mayores daños. También se pueden ve un detector Amcoram LWS-2 que avisa cuando el carro es iluminado por sistemas de láser, anexo a uno de lanzamiento de misiles (foto Julio Maíz).

Como armamento secundario lleva dos ametralladoras de 7,62 mm., una en la cúpula del comandante y otra coaxial al arma principal. Sobre la base del cañón puede llevar opcionalmente otra de 12,7 mm. o un lanzagranadas estadounidense Mk-19 de 40 mm.  Finalmente, porta un mortero interno de retrocarga de 60 mm., desarrollado por la también firma nacional Soltan, con un alcance de 2.700 m., pudiendo disparar munición explosiva y de iluminación. El blindaje modular, ya de por sí uno de los mejores existentes por sus formas angulosas y composición, otorga una excelente protección, que igualmente proporciona el sistema electrónico de protección activa Trophy, fabricado por Rafael, que ofrece una cobertura total, de 360o, contra granadas, misiles antitanques y proyectiles HEAT (High-Explosive Anti-Tank) disparados por otros carros. El Trophy, una vez detecta la traza del disparo, clasifica y calcula el punto de intercepción donde lanzar los sistemas de contramedidas, ya sean chaff o bengalas.

La idea es clara, que la tripulación se sienta segura ante cualquier amenaza y que pueda concentrarse en alcanzar los blancos enemigos. Aparte de esto, el Merkava está dotado de un sistema de nueva generación de identificación de amenaza por láser Amcoram LWS-2, capaz de detectar cuándo y desde dónde está siendo apuntado por el adversario, siempre que la amenaza guiada sea por láser (la usada por la mayoría de carros y helicópteros), además del interferido electromagnético. Los estudios israelíes de la guerra de 1982 demostraron que buena parte de sus pérdidas de vehículos se debieron a los misiles de los helicópteros sirios Eurocopter Gazelle y Mil Mi-24. Con este sistema se detectan las aeronaves enemigas, lo que permite evitar sus misiles, además de responder con las ametralladoras.

El Merkava 4 mantiene la capacidad de sus antecesores para transportar hasta ocho soldados o tres literas de evacuación sanitaria, aunque no es una práctica muy habitual, reservada a casos de urgencia. Si añadimos a este carro de 65 ton. uno de los más novedosos diseños, que incluye una torre totalmente nueva, de accionamiento eléctrico, en vez del clásico hidráulico, de Elbit, estamos ante uno de los más modernos del mundo. La producción comenzó en 2001 y el entrenamiento operacional con las IDF en julio de 2003. Para el año siguiente ya tenía el Tzahal su primer batallón este modelo. Ha contratado, al menos oficialmente, la compra de 500 Merkava Mk IV, que se producen a razón de unos 50 al año, estando en servicio actualmente más de 300, tras acelerar la fabricación a raíz de  la segunda guerra del Líbano.

En combate

Muy poco tiempo después de haber reequipado varios batallones blindados con los Merkava 4, en el verano de 2006 un ataque de los terroristas de Hizboula a las fuerzas israelíes en el territorio ocupado a Siria del Golán desencadenó la segunda guerra del Líbano. Tras unas primeras fases en las que la aviación de las IDF tuvo el principal y más que contundente protagonismo, el continuo bombardeo de respuesta del Norte de Israel por parte de los cohetes de Hizboula obligó al Tzahal a conquistar el Sur del Líbano. La misión principal era, además de destruir las fuerzas e infraestructuras de la organización terrorista, conquistar las rampas de lanzamiento de los cohetes y obligar a las baterías móviles a replegarse al Norte, con lo que se alejaría el peligro.

Foto: Primer plano de un carrista israelí luciendo su característica boina negra. Obsérvese la insignia metálica de un carro que lleva (foto Julio Maíz).

La Infantería y los carros de las IDF entraron en un terreno agreste y montañoso, en el que Hizboula había preparado defensas y bloqueos en profundidad, por lo que el avance fue lento y costoso. Los combatientes de la organización terrorista hicieron un excelente uso de sus modernos misiles anticarro de procedencia rusa e iraní y de los lanzacohetes RPG-29. Muchas veces, éstos dejaban sobrepasar sus posiciones a los Merkava, para disparar por detrás, con lo que se tenía una posibilidad real de destruir el blindado y, lo que era más importante para ellos, matar a los tripulantes. Una misión casi suicida, ya que normalmente las ametralladoras de los otros carros o la Infantería de acompañamiento en sus VCI (Vehículo de Combate de Infantería)  acababan al instante con sus militantes.

Las IDF perdieron 121 de sus efectivos, la mayor parte del Tzahal, y fueron puestos fuera de combate 55 Merkava, tres por acción de grandes cargas de IED (Improvised Explosive Device(2)) y 52 por acción de los medios anticarro, manejados por los miembros de Hizboula y, supuestamente, por alguno de los Guardianes de la Revolución iraníes, que entrenan a los terroristas asentados en el Sur de Líbano. Las IDF hicieron público en un exhaustivo informe que presentó la Comisión Winograd el 30 de abril de 2007 que afirma que debido al fuego anticarro habían sido alcanzados 33 Merkava de los modelos 2 y 3 y 19 del 4, si bien sólo 22 carros fueron totalmente destruidos, más los tres fulminados por IED, de los que uno era un 4. Los efectivos del cuerpo de Blindados añadieron 23 nombres a su larga lista de bajas en combate, que se inició en paralelo con la historia de Israel.
Foto: Una formación de “Merkava 4” listos para entrar en acción (foto IDF).

Estamos ante una cifra teóricamente moderada de pérdidas humanas, que da buena idea de las características de protección con las que se ha desarrollado el Merkava, aunque son altas para un ejército tan escaso como las IDF, por lo que se realizó un concienzudo análisis de cómo se habían producido. Actualmente el Cuerpo de Blindados de las IDF alinea la espectacular cifra de unos 2.500 carros de combate, de los que más de 1.600 son Merkava 2, 3 y 4 y el resto pertenecen a las variantes y modernizaciones locales del M-60 estadounidense, unidades de segunda línea que sólo usan, principalmente para entrenarse, las unidades de reservistas.

El Cuerpo, que manda el brigadier (general de brigada) Agai Yehezkel, cuenta con diez divisiones, tres activas (36a, 162a y 366a) y el resto de reserva que, si bien tienen material blindado asignado, sólo son dotadas de personal reservista a medida que va siendo necesario. Estas divisiones se estructuran a su vez en 24 brigadas blindadas formadas por 72 batallones. Todas las de primera línea están equipadas con Merkava y en proceso de estandarización con el modelo 4, que se ha acelerado tras la guerra del Líbano, mientras que los reservistas, que periódicamente se activan para adiestrarse, usan los Merkava 2 y 3 y los citados carros estadounidenses.

Complementando a los “Merkava”

Los israelíes han desarrollado también toda una familia de vehículos VCI basados en carros de combate a los que se desmonta la torre y la barcaza es modificada para transportar infantería o paracaidistas. Los primeros estaban basados en el gran número de blindados T-54/55 de fabricación soviética capturados durante las diferentes guerras, además de en los Centurion, que iban dando de baja las IDF. Posteriormente se empezaron a utilizar también los de los primeros Merkava.  El más moderno de esta larga familia es el denominado Namer (leopardo), derivado del Merkava 4, para poder transportar a la Infantería del Tzahal al área de combate con igual seguridad con la que cuentan los carristas.

Foto: El poderoso “Merkava 4” es exhibido al público con motivo del 60º aniversario de la creación del Estado de Israel (foto Julio Maíz).

El Namer puede llevar una docena de militares, incluidos los tres de dotación: comandante, conductor y artillero. Su principal armamento es la torre de Rafael Samson RCWS (Remote Controlled Weapon Station), conocida en Israel como  Katlanit (letal), a la que se arma con una ametralladora de 12,7 mm. o un lanzagranadas Mk-19. Además se equipan con una MAG de 7,62 mm. de uso manual, sita en la escotilla izquierda. El binomio Merkava y VCI es sobre el terreno una de las más perfectas combinaciones de carros con infantería mecanizada del mundo, en su rol de combate convencional. Pero Israel ha debido enfrentarse a las amenazas asimétricas, como las que han surgido desde el inicio de la denominada segunda Intifada, que comenzó en el año 2000, a la que han seguido las acciones en la franja de Gaza y, en mucha menor medida, en los combates en el Sur de Líbano.

Estos conflictos tienen un factor común, que se desarrollan mayoritariamente en zonas urbanas o muy pobladas. De hecho, Gaza es una de las zonas de mayor densidad de habitantes del planeta, con la consiguiente ventaja para las fuerzas palestinas o de Hizboula para usar sus sistemas anticarro, IED y los letales francotiradores. Para este tipo de acciones en esas áreas, el Tzahal añadió al binomio los buldozer estadounidenses Caterpillar D9 debidamente blindados, protegidos con rejillas que paran los disparos de RPG y dotados de una ametralladora MAG de 7,62 mm. para su autodefensa. Aunque tienen una buena defensa, es muy inferior a la de sus compañeros de acción, por lo que ya se está trabajando en una versión teledirigida.

Foto: El vehículo de transporte de infantería “Namer”, que está basado en el “Merkava 4”, tuvo su bautismo de fuego en la Operación “Plomo Fundido” desarrollada entre finales de 2008 y principios de 2009 en la franja de Gaza (foto IDF).

En acción, mientras los D9R realizan la limpieza de obstáculos, incluidas zonas donde pueden estar escondidos IED, la Infantería llega a la zona de combate en sus VCI, a la espera de que los buldozer destruyan las casas más pequeñas o abran entradas en las más grandes para acceder, mientras los Merkava 4 acaban con sus mortíferos disparos con cualquier núcleo de resistencia que se oponga al avance. Una de las bases del sistema es que los infantes no estén expuestos en ningún momento al fuego de armas automáticas, lanzagranadas ni a los siempre peligrosos disparos de los tiradores de élite. Como se ve, al igual que con los tripulantes de los Merkava, se intenta evitar las bajas propias.

Buen ejemplo de este tipo de combate fue la operación Cast Lead (plomo fundido). Este último conflicto árabe-israelí comenzó a finales de diciembre de 2008, cuando, como respuesta a los continuos lanzamientos de misiles desde la franja de Gaza, bajo control de la organización terrorista Hamas, la aviación hebrea desencadenó una masiva y durísima respuesta. El 3 de enero de 2009 empezó la fase terrestre, con la entrada en la franja de un gran contingente del Tzahal, que dividió ésta en tres sectores. La ofensiva fue testigo del uso de la técnica de combate terrestre y significó la entrada en acción de los Namer. Un par de estos vehículos fueron asignados a la Brigada Golani, que los utilizó en la franja de Gaza, junto con sus otros numerosos VCI, más veteranos, de dotación.

La experiencia en combate de los Namer debió ser favorable, a pesar del cortísimo periodo que entraron en acción, ya que, tras la operación, las IDF encargaron 130, que podrían ampliarse en otros 800 con los que estandarizar a la Infantería mecanizada israelí. Participaron los Merkava 4 de la 401a Brigada Acorazada, una unidad muy veterana que actuó también en el Líbano. Cuando por fin cesaron las operaciones el 18 de enero, las IDF habían perdido sólo diez combatientes, además de 336 heridos, buena muestra de que se habían aprendido las lecciones del Líbano, si bien la capacidad anticarro de Hamas era muy inferior a la que tenían sus correligenarios de Hizboula, ya que apenas contaban con misiles contracarro y la mayoría de sus lanzagranadas eran RPG-7V. Respecto a otras variantes del Merkava 4, se ha diseñado un vehículo de recuperación de carros de combate averiados. Si se aprueba su construcción, se sustituirían los numerosos M-88 con los que cuenta el Tzahal.

El siglo XX y el carro de combate

Si tuviéramos que destacar el medio que más cambió y determinó la guerra terrestre durante el pasado siglo, éste sería el carro de combate. Se empleó por primera vez allá por 1916, cuando sus inventores, los británicos, intentaron con él desbloquear la lucha de trincheras que había llevado a punto muerto la I Guerra Mundial. Posteriormente, la II Guerra Mundial fue la de los carros de combate y alemanes, soviéticos y estadounidenses crearon escuela acerca de su empleo masivo. No es de extrañar que ya en la primera guerra árabe-israelí, en 1948, casi a continuación del fin del segundo conflicto mundial, fueran unos importantes protagonistas.

Tras estudiar y aplicar ocho décadas de avances en este campo, ha sido Israel quien ha creado la más moderna familia de carros en los que el baremo de seguridad y protección de sus tripulantes son la absoluta prioridad. La corta historia de Israel está ligada totalmente a la de sus Fuerzas Armadas, habiendo constatado a lo largo de varias guerras contra los árabes que dos elementos han sido determinantes para obtener siempre la victoria: la aviación y su fuerza acorazada. Durante los conflictos de 1948, 1956 y 1967, el triunfo israelí se basó en el material proporcionado por los aliados de los hebreos, que incluyó en el campo de blindados los Sherman y M-48 estadounidenses, los Centurion británicos y los AMX-13 galos, entre otros.


Foto: Un grupo de “Merkava 2”, posiblemente de una unidad de reservistas, son preparados por sus tripulaciones para entrar en acción (foto IDF).

Con este material, en general de menor entidad que el de los países árabes, Israel obtuvo la victoria, basándose en la mejor preparación y motivación de sus tripulaciones. Aquellas guerras llenaron el muro memorial del Cuerpo Acorazado sito en Latrun, una localidad en el centro de Israel, en la carretera que une Tel Aviv con Jerusalén, con múltiples nombres de las tripulaciones que murieron en los combates. Otra lección que aprendió Israel es que no debía ni podía depender de las compras al extranjero, a veces frustradas por los embargos decretados contra su país. Además, el desarrollo progresivo del Merkava ha ido creando una importante industria de defensa, que provee de piezas y sistemas a la empresa nacional IMI, que es la que lo construye.

Tras las referidas experiencias en el campo de blindados, el Tzahal tomó en consideración la idea del general Yisrael Tal Talik, un veterano en este campo, que tenía muy claras las nociones de cómo debería ser el carro que debía equipar las fuerzas terrestres de las IDF. Pronto, en 1971, empezaron los trabajos de diseño del Merkava, que significa carro en hebreo. El general Tal seleccionó  a los mejores ingenieros del país y a los oficiales más experimentados en este tipo de guerra blindada, para crear un medio de primera línea de fabricación nacional. Durante el proceso de diseño, la guerra del Yom Kippur, en 1973, demostró que era indispensable, por lo que se adelantaron los trabajos.

Durante este conflicto los ejércitos árabes emplearon la doctrina de combate soviética, utilizando una gran masa de T-62 y T-55 y avanzaron con decisión, parando los contraataques judíos con el apoyo de la infantería armada con equipos contracarro, como los lanzacohetes RPG-7 y los misiles AT-3 Sagger. Los carros de las IDF, Centurion, M-48 y M-60, ya no eran superiores a los de sus enemigos y sólo la calidad de sus tripulaciones salvó la situación, aunque a costa de rellenar varios paneles más del muro memorial de Latrun, donde está actualmente sito el impresionante Museo de Medios Blindados de Israel. Las lecciones de esta guerra de desgaste fueron rápidamente tenidas en cuenta en el proyecto Merkava.

Nace el “Merkava

En mayo de 1979 se presentó el nuevo carro de combate israelí. Fue una sorpresa para los agregados militares y, posteriormente, para los  ingenieros de otros países, cuando pudieron ver que desde las puertas traseras del Merkava I salían hasta diez soldados completamente equipados. El diseño tenía como primer objetivo la protección de la tripulación, por lo cual todos los aspectos de la construcción se adaptaban a esta exigencia. La potencia de fuego estaría en segundo lugar y la movilidad en tercer puesto, aunque tampoco se relegaron estos aspectos. El Merkava fue muy innovador al situar el motor delante y la amplia cámara de la tripulación detrás, por lo que supone de protección adicional contra los típicos impactos frontales, facilitando también los trabajos de mantenimiento o incluso la sustitución completa del motor en campaña en menos de una hora.

El espacioso interior incorporaba también al conductor en la cámara de la tripulación, ocupando la parte delantera izquierda de ésta, eliminando así el relativo aislamiento y la fuerte presión psicológica sobre este vital tripulante de cualquier carro, que en el Merkava 1 contaba con tres periscopios, uno de los ellos con capacidad para adaptarle un sistema de visión nocturna, un punto que ha sido progresivamente mejorado en las sucesivas versiones. El diseño de aquel primer modelo ya era muy llamativo por su bajo perfil, incluida la peculiar torre. Estaba realizado en su práctica totalidad con suaves superficies angulares, que aguantan mucho mejor los impactos de los proyectiles y mísiles contracarro. Sus planchas de blindaje se realizaron  con una combinación de soldadura y fundición, de la cual gran parte estaba espaciada, creando huecos que proporcionan una protección adicional contra proyectiles HEAT y ATGW.

Muy pronto las IDF tendrían oportunidad de probar su nuevo diseño. Tras un atentado contra el embajador de Israel en Londres, desde Jerusalén se ponía en marcha la operación Paz en Galilea, que consistió en la invasión del Sur del Líbano para destruir las fuerzas de la OLP (Organización de Liberación de Palestina). Comenzó el 6 de junio de 1982, figurando entre las unidades acorazadas participantes, principalmente equipadas con carros M-60 transformados en Israel, la 7a Brigada Acora¬zada con Merkava 1. A la dura oposición inicial de las milicias palestinas, se sumaron los cerca de 30.000 efectivos del Ejército sirio ubicados en el Valle de la Bekaa, en la parte oriental del Líbano.

El enfrentamiento con las Unidades acorazadas de Damasco se sucedió en el citado valle del centro y el Este del país de los cedros, logrando el debutante Merkava 1 derrotar a los blindados sirios, desde los conocidos T-54/55, a los más modernos T-62 y el muy novedoso T-72, consiguiendo salir victorioso en todo momento. No se debería olvidar que los judíos, como es habitual, tenían la superioridad aérea. Se mostraron muy eficaces, siendo los averiados muy rápidamente reparados en el mismo campo de batalla por las mismas unidades de recuperación. Ningún Merkava fue destruido por los carros sirios, ni siquiera por los excelentes cañones de 125 mm. que tenían como arma principal los T-72. Tampoco las milicias palestinas armadas con material anticarro RPG-7, Sagger y Milan lograron su objetivo.

Esto tuvo un efecto muy desmoralizador para sus enemigos árabes (sirios y palestinos), a la vez que un impacto si cabe aún mayor en las tripulaciones de los propios carros, que se sentían seguras en ellos, al frente de las columnas de M-60 y Centurion, abriendo camino inexorablemente hacia Beirut. En total sólo siete Merkava fueron destruidos totalmente en la campaña, de los cuales seis por la acción de las minas anticarro y uno por las armas antitanque de las guerrillas palestinas al quedar aislado. Se comprobó que la unión trasera de la torre con la barcaza era el punto más vulnerable. De hecho las modificaciones realizadas en el MK II fueron precisamente para afrontar estos puntos débiles y operar con mayor seguridad en un entorno tan dificultoso como es la lucha en una ciudad. 

Hasta la fecha, Israel ha sido muy remiso a la hora de exportar sus sistemas acorazados a terceros países, a fin de evitar que se descubriesen sus principales secretos industriales y sus enemigos pudiesen utilizarlo en su favor. Las IDF han absorbido sin ningún problema toda la producción, aunque actualmente el Merkava Mk III está siendo ofrecido para la exportación por SIBAT, con sede en Tel Aviv. También están a la venta parte de  los sistemas y componentes de Mk IV, aunque el carro en si tiene restringida su exportación como tal.

Para Israel, y más desde hace unos años, la exportación de sistemas de defensa se ha vuelto más que importante para su economía. Para ello ha ido abriendo diferentes mercados en zonas como el Sureste asiático, Iberoamérica y, más recientemente, en el Cáucaso Sur. En esta última zona, en junio de 2009, se hizo público el interés de Azerbaijan para equiparse con un moderno VCI o BMP, como lo denominan en los países de la antigua Unión Soviética, que sería el Namer. El precio acordado es de 2 millones de dólares por unidad totalmente equipada. Los azeríes están muy interesados en un sistema que asegure lo más posible la protección de los tripulantes frente a IED y misiles y más cuando mantiene una larga disputa por el territorio del Alto Karabaj con sus vecinos armenios.

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