Como viene siendo habitual, el Salón Internacional de la Defensa Terrestre y Aeroterrestre Eurosatory 2018, celebrado en París del 11 al 15 de junio, tiene desde hace años una clara orientación hacia la innovación. Además de ser un escaparate donde se muestran las soluciones en la materia de defensa seguridad que actualmente se demandan, es habitual encontrar propuestas más avanzadas y alineadas ya con los potenciales requerimientos futuros.
Las tendencias en la evolución de los conflictos, así como los cambios políticos y geoestratégicos, están sometidos a un análisis continuo y de esta manera, tienen una gran repercusión en el desarrollo de soluciones. En Europa, Asia, medio oriente o África, se han producido cambios significativos en los últimos tiempos que tienen una notable repercusión en la industria de armamento y, por tanto, en los diferentes sistemas de armas propuestos. En ese sentido, países como Turquía, están desarrollando muchas soluciones autóctonas o mediante alianzas estratégicas con terceros; todo ello con el fin de alcanzar un elevado grado de autarquía.
También dentro de la Comunidad Económica Europea se está produciendo una cierta reestructuración del sector. La fusión de la alemana KMW con la francesa Nexter, presentada en el Eurosatory 2016, comienza a materializarse en proyectos que impulsarán la tan necesaria estandarización entre las diferentes fuerzas armadas, así como la mejora en competitividad asociada a la reducción de costes. Otro ejemplo evidente en esa dirección, es la reciente gestación del grupo ARQUUS, en el unen sus fuerzas las marcas: Renault Trucks Defense, ACMAT, Panhard y una filial de vehículos blindados del grupo Volvo; además de los potenciales desarrollos futuros, se halla ya inmerso y comprometido en los programas en desarrollo como sería el Scorpion del Ejército francés.
La arrolladora entrada de los UAV o más coloquialmente conocidos como drones, en sus diferentes tamaños y aplicaciones; junto con al amplio surtido de sensores y sistemas, incluidas las armas potenciales, está forzando la aparición de otros medios para combatirlos. La robótica terrestre, así como los sistemas autónomos y autónomos colaborativos, a los que cabe añadir los Unmanned Ground Vehicles (UGV’s) armados; son propuestas destinadas a limitar los riegos propios a la vez que incrementa la capacidad de obtener información mediante los sensores incorporados, e incrementar las capacidades y letalidad de las fuerzas desplegadas en las operaciones sobre el terreno.
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