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martes, 30 de mayo de 2017

Rusia mejora su artillería de cohetes con los lanzadores del sistema múltiple Tornado-S, la nueva generación en artillería de misiles.

El nuevo sistema ha superado a todos sus antecesores prácticamente en la totalidad de las pruebas realizadas: en longitud y precisión del disparo, en la exactitud del impacto y en la potencia de su cabeza militar.

El rearme de las brigadas de artillería de cohetes de Smerch a los sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple Tornado-S, estará terminado para antes del 2018, dijo el lunes el viceministro ruso de defensa, Yuri Borisov; el nuevo sistema, estará armado con munición de precisión y automatizado en el procedimiento de control y orientación.

“Se completará el rearme de todas las brigadas de misiles con el moderno sistema de misiles Iskander-M y las brigadas de artillería de cohetes con sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple de gran calibre Tornado-S”, dijo, hablando sobre los planes hasta 2018.

Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, la URSS se convirtió en el líder mundial en la fabricación de sistemas de lanzacohetes múltiples a reacción. Los sistemas Grad, Smerch y Uragán lograron ser dignos continuadores del Katiusha. Todos ellos eran monocalibre. El Grad solo podía disparar proyectiles de 122 mm, el Uragán de 220 mm y el Smerch de 300 mm.

El diseño del Tornado permite instalar sobre una misma base con ruedas, bloques de cañones de diferentes calibres. Además, en una misma máquina se pueden instalar contenedores con instalaciones de disparo gemelas para misiles de 122 mm, 220 mm y 300 mm, dependiendo de la misión para la que estén destinados. Es decir, un mismo chasis se convierte en una base universal para cualquier tipo de misil a reacción de los que utilizan las Fuerzas Terrestres de Rusia.

En el futuro se prevé una versión que irá en contenedores que podrán instalarse sobre la base del Tornado, de misiles de crucero operativo-tácticos, así como en las plataformas de lanzamiento de vehículos aéreos no tripulados.
Los expertos militares consideran que el uso conjunto de los sistemas de lanzacohetes múltiples Tornado y los operativo-tácticos Iskander podrán solucionar tareas militares que hoy en día exigen la utilización de un considerable contingente de artillería. Es posible que muy pronto este sistema se convierta en el principal sistema de misiles y artillería del Ejército de Tierra Ruso.

A día de hoy el Tornado tiene una distancia máxima de tiro de 90 kilómetros lo que es ciertamente un magnífico indicador para un sistema de este tipo. Los proyectiles del Grad, por ejemplo, alcanzan tan solo 40 kilómetros. A diferencia de sus predecesores (Grad y Smerch), el Tornado tiene un sistema de guía por satélite gracias al cual la probabilidad de error es considerablemente más baja.

El Tornado puede abandonar su posición incluso antes de que el primer proyectil que ha lanzado toque tierra. Cuando el último proyectil explota la plataforma puede estar ya lejos del lugar desde el que se han realizado los disparos. Todo esto convierte al “Tornado” en un arma terrible que prácticamente no tiene equivalentes.

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