• A RAÍZ DE LOS INCENDIOS EN LA PAMPA Y RÍO NEGRO
Los C-130, convertidos en hidrantes, formarán parte de un sistema de alerta contra incendios en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable. La adaptación estará a cargo de la Fábrica Argentina de Aviones.
Por EDGARDO AGUILERA. Ámbito.com
El presidente Mauricio Macri dio luz verde a la inversión para transformar aviones Hércules C-130 en hidrantes. La función de "bombero" se sumará a las múltiples tareas que ejecutan los pilotos de estos confiables aparatos de la Fuerza Aérea Argentina. El costo de la adaptación ronda entre 3 y 7 millones de dólares por avión. El ingenio consta de una compuerta en el fuselaje y válvulas más los tanques y un sistema de control que permite expulsar en un instante la totalidad del líquido para extinguir el incendio (enfriamiento y sofocación del foco ígneo). La reforma correría por cuenta de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) en conjunto con empresas especializadas de los Estados Unidos o de Canadá, proveedoras del kit de adaptación.
La iniciativa viene madurando desde el año pasado a raíz de los incendios en las provincias de La Pampa, Río Negro y sur bonaerense que devastaron miles de hectáreas de bosques y de cultivos. Los aviones hidrantes formarán parte de un sistema de alerta contra incendios en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
La decisión de Macri se conoció el martes por la mañana durante una exposición sobre el estado del Ministerio de Defensa. El encuentro fue en Olivos y acudieron el ministro Julio Martínez junto a los secretarios Ángel Tello (Estrategia y Asuntos Militares), Héctor Lostri (Ciencia Tecnología y Producción), Walter Ceballos (Logística y Coordinación de Emergencias), además del jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Bari del Valle Sosa. Por el lado de la Casa Rosada acompañaron a Macri, Gustavo Lopetegui, secretario de Coordinación de Políticas Públicas; Fulvio Pompeo, secretario de Asuntos Estratégicos y colaboradores de la jefatura de Gabinete. Contrario a los pronósticos no hubo charla sobre la candidatura de Martínez para senador por La Rioja.
La conversación acerca del manejo del fuego se llevó también al plano regional, ya que la Argentina planea organizar una especie de task force junto a Chile destinada al combate de grandes incendios forestales y ayuda humanitaria a los afectados. De eso hablaron Macri y la presidente trasandina, Michelle Bachelet, en el último encuentro bilateral. La idea como eslabón de la cooperación mutua estaba tomando forma en oficinas de Pompeo y de Tello pero faltaba contar con los medios adecuados. El empujón de Macri a los Hércules "bomberos" cerró la iniciativa, que además reactivará la mano de obra en la planta de aviones cordobesa.
El secretario Ceballos, responsable de las actividades vinculadas a emergencias y ayuda humanitaria, mechó palabras favorables a la adaptación de los aparatos de la Fuerza Aérea que contradicen su última intención de adquirir aviones hidrantes a la Federación Rusa, destino que exploró junto a representantes de la empresa intermediaria estatal Rosoboron export.
El expositor, Damián Vaudagna, jefe de gabinete del Ministerio de Defensa, listó el detalle de los programas en ejecución y dio una actualización de las necesidades más urgentes del sector castrense. La situación de FAdeA y la producción del avión entrenador IA-63 Pampa ocupó la atención por largo tiempo. Tomó la palabra Lopetegui y dio un enfático apoyo al programa -se esperaba que el discurso fuera de la mano con los fondos-, se habló inclusive de potenciales mercados entre los que se citaron Bolivia y Paraguay. No se trató, pero hay una opción reciente planteada por México de coproducir el Pampa en suelo azteca contra pago de un royalty además de participación del país junto a México en la exportación a otros mercados. Los mexicanos vislumbran una baja en la actividad de sus plantas de industria aeronáutica derivada del nuevo relacionamiento -distante- con el cliente estadounidense tras la asunción de Donald Trump y planean colocar esa capacidad ociosa.
Hubo más señales de optimismo para la Armada en dos proyectos: la adquisición de aviones franceses de rezago Super Etendard y la construcción de 4 patrulleras marítimas también de origen galo. La Aviación Naval recibiría 5 aviones franceses en desuso pero de la versión más moderna con aviónica que no cuentan los aparatos criollos, también un simulador. Aquí con mano de obra nacional se sacarán repuestos y equipos electrónicos con miras a resucitar los aparatos navales cuyas células tienen muy pocas horas de vuelo. La operación es por 10 millones de euros en un contrato de Estado a Estado.
Igual camino de negociación se plantea para la posible construcción de cuatro buques del tipo OPV (acrónimo inglés de Offshore Patrol Vessel) aunque el horizonte de ejecución parece algo lejano. Se sabe que es una inversión o gasto, según se presente, de unos 400 millones de euros que Economía tiene que autorizar en un contexto de torniquete fiscal. La iniciativa tiene un punto a favor, una financiación del Estado francés con 4 años de gracia. El país no desembolsa ni un euro del capital en ése lapso pero habrá recibido al menos 3 de los buques contratados. El astillero francés DCNS tiene un plan de entrega de una unidad por año.
Los C-130, convertidos en hidrantes, formarán parte de un sistema de alerta contra incendios en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable. La adaptación estará a cargo de la Fábrica Argentina de Aviones.
Transformación. Los Hércules C-130 serán adaptados para ser utilizados como aviones hidrantes.
Por EDGARDO AGUILERA. Ámbito.com
El presidente Mauricio Macri dio luz verde a la inversión para transformar aviones Hércules C-130 en hidrantes. La función de "bombero" se sumará a las múltiples tareas que ejecutan los pilotos de estos confiables aparatos de la Fuerza Aérea Argentina. El costo de la adaptación ronda entre 3 y 7 millones de dólares por avión. El ingenio consta de una compuerta en el fuselaje y válvulas más los tanques y un sistema de control que permite expulsar en un instante la totalidad del líquido para extinguir el incendio (enfriamiento y sofocación del foco ígneo). La reforma correría por cuenta de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) en conjunto con empresas especializadas de los Estados Unidos o de Canadá, proveedoras del kit de adaptación.
La iniciativa viene madurando desde el año pasado a raíz de los incendios en las provincias de La Pampa, Río Negro y sur bonaerense que devastaron miles de hectáreas de bosques y de cultivos. Los aviones hidrantes formarán parte de un sistema de alerta contra incendios en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
La decisión de Macri se conoció el martes por la mañana durante una exposición sobre el estado del Ministerio de Defensa. El encuentro fue en Olivos y acudieron el ministro Julio Martínez junto a los secretarios Ángel Tello (Estrategia y Asuntos Militares), Héctor Lostri (Ciencia Tecnología y Producción), Walter Ceballos (Logística y Coordinación de Emergencias), además del jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Bari del Valle Sosa. Por el lado de la Casa Rosada acompañaron a Macri, Gustavo Lopetegui, secretario de Coordinación de Políticas Públicas; Fulvio Pompeo, secretario de Asuntos Estratégicos y colaboradores de la jefatura de Gabinete. Contrario a los pronósticos no hubo charla sobre la candidatura de Martínez para senador por La Rioja.
La conversación acerca del manejo del fuego se llevó también al plano regional, ya que la Argentina planea organizar una especie de task force junto a Chile destinada al combate de grandes incendios forestales y ayuda humanitaria a los afectados. De eso hablaron Macri y la presidente trasandina, Michelle Bachelet, en el último encuentro bilateral. La idea como eslabón de la cooperación mutua estaba tomando forma en oficinas de Pompeo y de Tello pero faltaba contar con los medios adecuados. El empujón de Macri a los Hércules "bomberos" cerró la iniciativa, que además reactivará la mano de obra en la planta de aviones cordobesa.
El secretario Ceballos, responsable de las actividades vinculadas a emergencias y ayuda humanitaria, mechó palabras favorables a la adaptación de los aparatos de la Fuerza Aérea que contradicen su última intención de adquirir aviones hidrantes a la Federación Rusa, destino que exploró junto a representantes de la empresa intermediaria estatal Rosoboron export.
El expositor, Damián Vaudagna, jefe de gabinete del Ministerio de Defensa, listó el detalle de los programas en ejecución y dio una actualización de las necesidades más urgentes del sector castrense. La situación de FAdeA y la producción del avión entrenador IA-63 Pampa ocupó la atención por largo tiempo. Tomó la palabra Lopetegui y dio un enfático apoyo al programa -se esperaba que el discurso fuera de la mano con los fondos-, se habló inclusive de potenciales mercados entre los que se citaron Bolivia y Paraguay. No se trató, pero hay una opción reciente planteada por México de coproducir el Pampa en suelo azteca contra pago de un royalty además de participación del país junto a México en la exportación a otros mercados. Los mexicanos vislumbran una baja en la actividad de sus plantas de industria aeronáutica derivada del nuevo relacionamiento -distante- con el cliente estadounidense tras la asunción de Donald Trump y planean colocar esa capacidad ociosa.
Hubo más señales de optimismo para la Armada en dos proyectos: la adquisición de aviones franceses de rezago Super Etendard y la construcción de 4 patrulleras marítimas también de origen galo. La Aviación Naval recibiría 5 aviones franceses en desuso pero de la versión más moderna con aviónica que no cuentan los aparatos criollos, también un simulador. Aquí con mano de obra nacional se sacarán repuestos y equipos electrónicos con miras a resucitar los aparatos navales cuyas células tienen muy pocas horas de vuelo. La operación es por 10 millones de euros en un contrato de Estado a Estado.
Igual camino de negociación se plantea para la posible construcción de cuatro buques del tipo OPV (acrónimo inglés de Offshore Patrol Vessel) aunque el horizonte de ejecución parece algo lejano. Se sabe que es una inversión o gasto, según se presente, de unos 400 millones de euros que Economía tiene que autorizar en un contexto de torniquete fiscal. La iniciativa tiene un punto a favor, una financiación del Estado francés con 4 años de gracia. El país no desembolsa ni un euro del capital en ése lapso pero habrá recibido al menos 3 de los buques contratados. El astillero francés DCNS tiene un plan de entrega de una unidad por año.
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