Por Santiago Lauja - One Magazine
El uniforme es la mejor tarjeta de presentación de un militar –y de cualquier ejecutivo-. Cada año, los ejércitos europeos adquieren más de un millón de uniformes y equipos. Pero, ¿quién decide qué se compra y a quién? ¿Cuál es el proceso de contratación y cómo reciben sus prendas? ¿De qué forma las piden? ¿El sistema es igual en toda Europa? ¿Qué ocurre en España?
Equipar de forma correcta a sus soldados es uno de los grandes retos de todos los ejércitos. En la actualidad, gran parte de los países europeos siguen la misma filosofía a la hora de contratar los uniformes de sus militares: intentan centralizar sus compras a través de un organismo o empresa, aprobar contratos a varios años - de 3 a 12, según el país-, y en algunos casos hacerlo a través de un lote único –que englobe todas las prendas e incluya también su distribución-.
Cómo se adquieren en España...
El Ejército de Tierra dispone, desde 2009, de un sistema de compra y envío de prendas casi único en el mundo. Mediante un programa informático, cualquier militar puede adquirir su equipamiento desde su ordenador -dispone de un crédito de puntos para solicitar una nueva prenda o artículo cuando lo necesita-, y recibirlo en la Base donde está destinado en un tiempo récord. Gracias al cambio a un sistema personalizado, el gasto ha pasado de los 758 euros al año en los hombres y de 855 en las mujeres... a 337; lo que supone un ahorro de un 60% para la Administración. Esto ha sido posible gracias a la colaboración del Mando de Apoyo Logístico del Ejército -MALE- y el sector industrial español.
Qué ventajas tiene el sistema español
- Participación de las pymes. Gracias a que se trata de un concurso de fabricación y suministro, las pymes pueden acceder, a través de un consorcio de empresas –jurídicamente llamado UTE- a proyectos de gran envergadura, a los que no podrían llegar solas, evitando la subcontratación, como ocurre en otros países –lo que encarece el producto-.
- Responsabilidad solidaria. Cada empresa del consorcio asume su riesgo y participa en él en función de su capacidad industrial, técnica y económica. Actualmente, forman parte de esta UTE: El Corte Inglés, Fábrica Española de Confecciones, Iturri, Manufacturas Aura, Yuma, Moraleda Cacho y Cía., Cerlips, José Manuel Mingo, Lorpeland, Calplesa, Comercial Trovador, Textil Santanderina y Gahn LGC.
- Garantía de suministro. En la UTE siempre hay, al menos, dos empresas que fabrican la misma prenda. Así, si una empresa tiene un problema industrial que le impida fabricar un artículo, siempre habrá otra que supla esa necesidad y los militares no se quedarán sin él.
- Objetivo común. Al adjudicarse a un conjunto de empresas, sin importar su tamaño, todas tienen el mismo interés en gestionar correctamente el servicio, ya que todas deben 'dar la cara' frente al contratista -lo que no siempre ocurre con las subcontratas-.
- Ahorro importante. El sistema español paga por soldado vestido. En Europa muchos países invierten en una cantidad fija de artículos generando stocks innecesarios.
- Control del Ejército. A pesar de la externalización del contrato, el Ejército realiza el control y seguimiento de todo el proceso de la gestión del suministro y pedidos, llevando a cabo, además, un exhaustivo control de calidad del producto.
- El contrato requiere de la suficiente flexibilidad por parte del adjudicatario para realizar las modificaciones o variaciones que en función de sus necesidades determine la Administración.
- Stock a cargo de las empresas. Gracias a que la gestión y riesgo del stock lo asumen las empresas, la Administración ahorra entorno a un 20%.
Así se pide cualquier prenda o artículo en seis pasos:
Cupón de puntos. A primeros de año, cada militar recibe una ‘tarjeta virtual’ con un determinado número de puntos para adquirir prendas. Según el destino de cada uno -y con independencia de si es soldado o general-, el Ejército concede tres tipos de ‘tarjetas’: de 420 puntos, para los que están en las unidades más operativas, como la Legión o la Brigada Paracaidista; de 320, para unidades que no están ‘en primera línea’; y de 246, para el personal de destinos principalmente burocráticos. Así, las prendas se pueden pedir desde cualquier dispositivo que tenga conexión a Internet.
- Para comprar. Cada militar tiene asignada una clave de acceso a la tienda on line del Ejército -www.etvestuario.es-. En ella es posible consultar las prendas que puede pedir -desde guantes hasta sacos de dormir, ropa deportiva y bolsas de viaje, redes de enmascaramiento...-, así como su historial personal de compras y un buzón de sugerencias.
- Elección de prendas. El sistema permite elegir la talla y solicitar la prenda cuyo coste se descuenta del cupón de puntos.
- Generación del pedido. De forma automática se manda el pedido al centro de gestión de envíos.
- Control del sistema. Para garantizar la calidad del servicio, el Ejército realiza auditorías de calidad y siempre antes de autorizar la entrega de los artículos en el Centro Logístico. Además, se puede conocer el estado de cada petición en tiempo real a través de un sistema informático, que se exige a las empresas en el contrato, y que controla el Ejército. Así se asegura la máxima calidad del servicio.
- Llegada del pedido. El soldado recibe el pedido en su destino. Hay cerca de 900 Unidades -de las que 93 están en el extranjero-.
- Como ocurre en cualquier tienda online, las prendas pueden devolverse en caso de que la talla no sea la correcta o tenga defectos de fabricación.
Cuatro formas de comprar los uniformes en Europa
1. Alemania
En proceso de cambio. Contrató la fabricación y entrega de sus equipos con una adjudicación que se firmó en el 2003 y con una duración de 12 años. Sin embargo, está estudiando realizar cambios en su sistema -ya que el actual no ha cumplido las expectativas generadas-.
Qué tienes que saber:
- Cuenta con unas Fuerzas Armadas de 250.000 militares y 80.000 civiles.
- Dispone de un catálogo de 15.000 artículos y referencias individuales. Anualmente suministra 17 millones de artículos.
- Invierte 100 millones al año en el equipamiento de sus soldados.
- La empresa que gestionaba hasta ahora este servicio es el grupo LHBW –formado por la internacional de logística Hellmann, la de confección Lión y un 25% el Ministerio de Defensa-. Este grupo subcontrataba la fabricación y servicios con otras empresas, fundamentalmente pymes, que los ofrecían al mejor precio.
2. Reino Unido
Nueva filosofía. Desde 2015 ha apostado por externalizar gran parte de sus servicios y productos -desde los uniformes hasta los medicamentos, el carburante, la comida, el transporte, etc.-. Así, contrata durante 13 años desde la fabricación hasta la distribución -lo que ha supuesto externalizar más de 350 contratos que, hasta entonces, gestionaba el ministerio de Defensa-.
Qué tienes que saber:
- Cuenta con unas Fuerzas Armadas de 264.000 militares.
- Dispone de un catálogo de 4.200 artículos que se gestionan a través de 61 almacenes repartidos por todo el país.
- Invierte en este contrato casi 8.500 millones de euros durante 13 años.
- La empresa que gestiona el equipamiento del soldado es la multinacional Leydos Supply Europe Limited. Al igual que en el caso alemán, subcontrata servicios y productos con multitud de empresas de diversos sectores.
3. Francia
Por invitación. En 2011, el ministerio de Defensa lanzó un concurso para los tres ejércitos -Tierra, Mar y Aire- de ocho años de duración para equipar a 250.000 militares -con una inversión aprox. de 106 millones de euros/año-. Este concurso fue anulado y en la actualidad se está plateando su reactivación. Sin embargo, el ministerio de Interior, adjudicó un concurso en 2012, con una duración de cuatro años más uno. Entre sus peculiaridades está que no se pueden presentar todas las empresas que lo deseen: tienen que ser invitadas tras comprobar que cumplen unos requisitos. Además, se elige a la mejor tras un proceso conocido como 'diálogo competitivo' que supone una negociación.
Qué tienes que saber:
- Cuenta con 120.000 personas -en el ministerio de Interior-.
- Dispone de un catálogo de 400 productos con 4.500 referencias.
- Invierte en el equipamiento 85 millones de euros.
- La empresa que gestiona el equipamiento es Ineo Orrma.
4. España
Fuerte participación de las pymes. Contrata la fabricación y distribución del equipamiento militar a través de una Unión Temporal de Empresas -un consorcio- en el que participan, por igual, grandes empresas y pymes. Los contratos tienen una duración de 3 años -con prórrogas eventuales de dos años más-.
Qué tienes que saber:
- El Ejército de Tierra cuenta con una Fuerza de 76.000 personas.
- Dispone de un catálogo con 197 artículos y 2.100 referencias.
- Tierra está invirtiendo 84 millones de ¤ en equipar a sus solados a tres años.
- En la actualidad el equipo básico del soldado lo gestiona una UTE integrada por 15 empresas, de las cuales 12 son pymes. De esta manera, la pyme tiene acceso al suministro de una forma directa, como un socio más.
- En este momento, la Armada está preparando un concurso de similares características al del Ejército de Tierra.
Qué gana la Administración con un consorcio de empresas
La razón para apostar por esta fórmula jurídica es clara: sólo con la participación de varias empresas de forma coordinada es posible abordar un proyecto como el concurso de la gestión y fabricación del vestuario del Ejército.
Sus ventajas más claras son:
- La Administración trabaja con 15 empresas agrupadas en una Unión Temporal de Empresas -UTE-… aunque, en realidad, tiene un solo interlocutor.
- La UTE puede poner en marcha cualquier mejora que sea propuesta con acierto por los usuarios y responsables del sistema.
- La empresa que se encarga de gestionar la logística no participa en el proceso de fabricación, una garantía absoluta de la máxima independencia, transparencia y calidad.
- Se consigue el mejor precio y la mayor calidad, gracias a la especialización de las empresas y a que éstas pueden planificar su producción con tiempo.
- Gracias al sistema de gestión informática es posible seguir en tiempo real el estado de las adquisiciones, realizar una compra masiva de artículos por parte del Ejército y notificarlo al momento a su destinatarios, conocer cuáles son los productos más demandados -y los que menos-, así como cualquier sugerencia por parte del personal.
- Permite incluir en grandes contratos a la pequeña y mediana empresa española, junto con grandes compañías, para aprovechar sinergias.
- Se facilita la gestión de los stocks, al encargarse de ello una sola entidad y no tener que coordinarla con varias. Además, el Ejército puede aportar al sistema sus propios stocks anteriores, algo que también contribuye a reducirlos.
- Evita la duplicidad del trabajo por parte de la Administración en sus tareas de control, seguimiento y supervisión de las distintas estructuras.
- Se evita la dedicación de más personal militar a tareas logísticas, no operativas, que la industria sabe realizar con probado éxito.
- Se reduce la complejidad de tener que llevar a cabo una labor de coordinación con varias empresas si hay que realizar cualquier cambio que afecte a más de un proveedor.
- Se facilita determinar quién es el responsable de un problema al no estar ‘diluido’ entre la gestión de varias empresas, con lo que se evita el retraso en su solución.
El actual sistema de gestión logística integrada para el vestuario del Ejército ha sido desarrollado por los responsables del Mando de Apoyo Logístico del Ejército -MALE- y concretado mediante un concurso abierto que se convocó en la UE para la libre concurrencia empresarial. En la actualidad, la ganadora del concurso ha sido una UTE integrada por 15 empresas.
Son compañías con mucha experiencia en equipos personalizados para ejércitos, fuerzas de seguridad y colectivos que permiten asegurar la continuidad de los suministros y servicios.
De esta forma, la Administración siempre dispone de todos los suministros y servicios del contrato. Para su buen funcionamiento, la UTE cuenta con una estructura bien definida con órganos de gobierno y representación, y áreas de planificación, producción, logística, etc. Para la coordinación, seguimiento y control del proyecto, la UTE cuenta con una empresa de gestión integral, Gahn, independiente de las empresas suministradoras. Así, el Ejército sólo tiene un interlocutor. Se logra que pymes y grandes empresas trabajen juntas y Defensa dispone de un sistema eficiente, ya que sólo paga por 'hombre vestido'. Como curiosidad, 12 de las 15 empresas de la actual UTE de vestuario son pymes.
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