Por: Luis Piñeiro
La firma europea recalo en Buenos Aires, para ofrecer su UAV Camcopter S-100 a la Prefectura Naval Argentina (PNA) en un acto que tuvo lugar en las instalaciones del Instituto de Formación de la PNA, en la ciudad de Zarate, a pocos kilómetros de la ciudad capital. Allí, en un ambiente discreto y tranquilo, se realizó la presentación y exhibición del Camcopter S-100.
Este UAV, cuyo peso es de más de un centenar de kilos y puede alcanzar una velocidad de 220 kilómetros hora, con un radio de acción de 250 kilómetros, pudiendo transportar una carga de hasta cincuenta kilogramos de equipos varios. Los directivos de la firma explicaron que la versatilidad del sistema le permitiría a la PNA disponer de un equipo base con sensores aptos para el uso en el medio naval, como cámaras termográficas y ópticas, o en un medio fluvial (como el que opera la Fuerza también) donde podría utilizar hasta un radar de apertura sintética (SAR) para la vigilancia de extensas zonas fronterizas.
Actualmente, la PNA libra un lucha desigual en dos frentes, el Mar Argentino, donde debe perseguir a centenares de buques pesqueros ilegales que han depredado las riquezas ictícolas, y otro en área fronterizo con Paraguay y Brasil, fuera de control por momentos, y con un grado de violencia in crescendo merced al narcotráfico y al contrabando.
El modelo base llega equipado con sensores electro-ópticos y de visión nocturna, existiendo un sinnúmero de materiales que pueden ser adosados en su plataforma giroestabilizada o en su fuselaje. Está preparado para operar desde pequeñas superficies de vuelo en embarcaciones en alta mar, en todo clima y hasta una altitud operativa de 18.000 pies de altura.
Puede programarse toda la misión desde una estación de control, contando obviamente con la posibilidad de recuperación automática a la base, en caso de fallo del sistema de navegación, al perderse el rumbo previamente elegido, la aeronave regresa al punto de despegue. La PNA desea este tipo de material ya hace tiempo, sus cinco guardacostas Clase Mantilla tiene cubierta para un helicóptero liviano, además de un hangar, pero no han sido utilizado en forma corriente en estos navíos, por tanto carecen de un elemento fundamental hoy día en su difícil trabajo, de patrullar los mares nacionales y proceder al rescate de tripulantes de un buque siniestrado o detener a un buque potero ilegal.
La Fuerza siempre ha considerado poco conveniente la utilización de helicópteros en estos buques, alguna vez se operó con Hughes H-500 de la Institución, pero la exigua plataforma y lo poca estabilidad del navío, más la permanente violencia de los mares del Sur, hacen dificultosa la operación permanente de un helo de dimensiones acotadas.
Se espera que Schiebel realice demostraciones a otras Fuerzas nacionales, de las virtudes del Camcopter S-100.
Competidores israelíes también están llevando a cabo exhibiciones de sistemas de similares características para las instituciones de seguridad y policiales argentinas.
La firma europea recalo en Buenos Aires, para ofrecer su UAV Camcopter S-100 a la Prefectura Naval Argentina (PNA) en un acto que tuvo lugar en las instalaciones del Instituto de Formación de la PNA, en la ciudad de Zarate, a pocos kilómetros de la ciudad capital. Allí, en un ambiente discreto y tranquilo, se realizó la presentación y exhibición del Camcopter S-100.
Este UAV, cuyo peso es de más de un centenar de kilos y puede alcanzar una velocidad de 220 kilómetros hora, con un radio de acción de 250 kilómetros, pudiendo transportar una carga de hasta cincuenta kilogramos de equipos varios. Los directivos de la firma explicaron que la versatilidad del sistema le permitiría a la PNA disponer de un equipo base con sensores aptos para el uso en el medio naval, como cámaras termográficas y ópticas, o en un medio fluvial (como el que opera la Fuerza también) donde podría utilizar hasta un radar de apertura sintética (SAR) para la vigilancia de extensas zonas fronterizas.
Actualmente, la PNA libra un lucha desigual en dos frentes, el Mar Argentino, donde debe perseguir a centenares de buques pesqueros ilegales que han depredado las riquezas ictícolas, y otro en área fronterizo con Paraguay y Brasil, fuera de control por momentos, y con un grado de violencia in crescendo merced al narcotráfico y al contrabando.
El modelo base llega equipado con sensores electro-ópticos y de visión nocturna, existiendo un sinnúmero de materiales que pueden ser adosados en su plataforma giroestabilizada o en su fuselaje. Está preparado para operar desde pequeñas superficies de vuelo en embarcaciones en alta mar, en todo clima y hasta una altitud operativa de 18.000 pies de altura.
Puede programarse toda la misión desde una estación de control, contando obviamente con la posibilidad de recuperación automática a la base, en caso de fallo del sistema de navegación, al perderse el rumbo previamente elegido, la aeronave regresa al punto de despegue. La PNA desea este tipo de material ya hace tiempo, sus cinco guardacostas Clase Mantilla tiene cubierta para un helicóptero liviano, además de un hangar, pero no han sido utilizado en forma corriente en estos navíos, por tanto carecen de un elemento fundamental hoy día en su difícil trabajo, de patrullar los mares nacionales y proceder al rescate de tripulantes de un buque siniestrado o detener a un buque potero ilegal.
La Fuerza siempre ha considerado poco conveniente la utilización de helicópteros en estos buques, alguna vez se operó con Hughes H-500 de la Institución, pero la exigua plataforma y lo poca estabilidad del navío, más la permanente violencia de los mares del Sur, hacen dificultosa la operación permanente de un helo de dimensiones acotadas.
Se espera que Schiebel realice demostraciones a otras Fuerzas nacionales, de las virtudes del Camcopter S-100.
Competidores israelíes también están llevando a cabo exhibiciones de sistemas de similares características para las instituciones de seguridad y policiales argentinas.
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