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martes, 1 de diciembre de 2015

Colombia apuesta por el desarrollo de la industria local en materia de defensa

INN010. BOGOTÁ (COLOMBIA), 30/10/2014.- Fotografía del 29 de octubre de la cuarta versión de Expodefensa en Bogotá. Colombia se prepara para un escenario de posconflicto en el que la innovación tecnológica que hoy se emplea para combatir a los grupos al margen de la ley esté al servicio de la seguridad ciudadana y haga parte de una industria militar de referencia en América Latina, como lo demuestran los adelantos que se exhiben en la cuarta versión de Expodefensa. COLOMBIA.INN/LEONARDO MUÑOZ.

Por Erich Saumeth

La particular dinámica del conflicto en Colombia llevó al Estado y al conjunto de la sociedad de esta nación a diseñar, implementar y desarrollar políticas de seguridad y defensa orientadas, en esencia, a la recuperación del orden público y la seguridad ciudadana, alterados gravemente por organizaciones al margen de la ley generadoras de altos niveles de inseguridad.

Por ello, y hasta la fecha, han sido la Política de Seguridad Democrática, el Plan Colombia y la Política Integral de Seguridad y Defensa para la Prosperidad las principales estrategias que en materia de seguridad y de defensa ha desplegado el Estado colombiano.

Estas medidas contemplaron y posibilitaron la adquisición de sistemas y equipos destinados al combate contrainsurgente y antiterrorista y mínimamente para ampliar progresivamente las capacidades disuasivas básicas. Lo anterior permitió también el desarrollo de la industria militar colombiana, materializado a través del fortalecimiento o creación de empresas y corporaciones tales como Indumil, Cotecmar, CIAC y Codaltec, entre otras, adscritas al Grupo Social y Empresarial de la Defensa (GSED), posibilitando además el impulso de una naciente industria privada de defensa, que ha comenzado a proveer materiales y equipos a las Fuerzas Armadas colombianas, así como exponiendo sus productos en el mercado internacional.

En esencia, el Estado ha dado los pasos para la modernización del sector de la defensa, apoyando para ello a la industria local (pública y privada) que ha creado y adaptado nuevas tecnologías a los requerimientos especiales de las Fuerzas Armadas de esta nación, encontrado igualmente aceptación en un mercado regional cada vez más interesado en los productos militares derivados de las necesidades propias del conflicto colombiano.


La industria de defensa en Colombia (1): Potenciar el sector hasta tener una Armada hecha en casa

En los últimos años, todas las miras del Gobierno colombiano han estado enfocadas a conseguir la tecnología necesaria para que su industria de defensa, tanto pública como privada, pueda desarrollar los productos que necesita el país sin depender de terceros. Como nación eminentemente costera, tanto en su fachada atlántica como en la pacífica, uno de los puntos más relevantes para el país es su Armada y la necesidad de modernizarla.

Esta necesidad ha derivado en un crecimiento constante en el área naval a través del astillero Cotecmar, empresa que está invirtiendo recursos en nuevos programas de investigación y en el desarrollo del sistema integrado para la industria naval (SII), así como generando nuevos procesos en torno al manejo integral de materiales para la construcción naval (MCN), al de corrosión marina (MIC) y al sistema de calidad para la gestión de la industria (SCG) forjando con ello nuevas tecnologías resultado del conocimiento de procesos y materiales lo que permitirá a corto y medio plazo nuevos diseños, al igual que la implementación de nuevos procesos de mantenimiento y reparación.

De hecho, esto le ha permitido en un tiempo relativamente corto (de 2005 hacia acá) poder ofrecer al mercado una serie de productos entre los que se destacan la patrulleras de zona económica exclusiva OPV-80 de la clase 20 de Julio de entre 1700 a 1800 toneladas de desplazamiento, de las que se han proyectado seis –de aquí al 2019- dos de ellas ya desplegadas por la ARC y una tercera en construcción y en la que hará énfasis en la integración de las capacidades aerotransportadas y las de interdicción, además de un aumento en el calibre del arma principal ( 76/62 Compact Naval Gun Moumt con casamata Stealth), así como la incorporación de un nuevo sistema de gestión de combate (Thales), e igualmente la posibilidad de poder embarcar helicópteros permanentes de hasta 22.000 libras y del tipo Sikorsky SH-60 Seahawk (con capacidades de tiro tras-horizonte y de guerra anti-submarina, plateándose a futuro la viabilidad de alojarles sistemas de misiles del tipo SSM.

Cabe aquí señalar que estas embarcaciones han sido dotadas del sistema DARET-THOR Dynamic T-12, estación remota de armas, diseñada y fabricada por el Departamento de Armas y Electrónica de la ARC (con sede en Cartagena de Indias) y la compañía colombiana Thor Defense Systems, proveedora de sistemas de nueva generación para las fuerzas armadas colombianas.

Cotecmar igualmente diseña los buques patrulleros de costa del tipo CPV-46, de los cuales se ha planeado la construcción de 14 unidades, en un proyecto que en conjunto desarrollaran Cotecmar y el astillero surcoreano STX Offshore & Shipbuilding, habiéndose construido tres de estas unidades (una en Colombia y dos en Corea del Sur), con las cuáles se completan 4 patrulleros ya en operación, a un costo (las tres últimas) de aproximadamente US 60.000.000 millones de dólares para completar entre 7 a 9 a finales del 2019.

Estas naves contarán con nuevos sistemas de navegación que incluyen un radar de vigilancia 2D y un sistema automático de identificación (AIS) y su sistema principal de armas Daret-Thor Dynamic T-25, que operara remotamente un cañón Bushmaster M- 242 de 25 milímetros.

La Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (Cotecmar), está fabricando también una línea de Buques de Desembarco Anfibio (BDA) de los cuales se han proyectado seis, se han entregado dos y se están fabricando dos más. Estos buques van a reemplazar los LCU- 1446 de la ARC y están diseñados para que la Armada pueda realizar operaciones de apoyo logístico, transporte y desembarco de tropas y equipos, así como de carácter humanitario. Los mismos cuentan con una autonomía de entre cinco y 33 días y pueden desplazarse a una velocidad de hasta 12 nudos, transportando hasta 200 toneladas (en un espacio de 45.8 metros de largo por 11 metros de ancho) y con un calado de 1,5 metros lo que les permite amplios márgenes de maniobra.

Por otro lado, la Estrategia de la Hoja, implementada a la sazón por Cotecmar, le está permitiendo a este astillero la construcción de unidades en todo el rango de capacidades hídricas, lo que se ha traducido en el diseño de la Lancha Patrullera de Río LPR-40 MK-II, (actualmente desplegadas por Colombia y recientemente por Brasil), que son embarcaciones de altas prestaciones en velocidad (hasta 20 nudos), maniobrabilidad y poder de fuego, completamente protegidas por el sistema de blindaje Dyneema que consta de 37 módulos y 64 unidades y que gracias a un también nuevo sistema de sujeción creado por la compañía colombiana Thor Defense, permiten ser empotrados a la superestructura de la nave (casco) consiguiéndose con ello una total cobertura protectora blindada, dado que no quedan agujeros balísticos por estar traslapados, minimizando precisamente los riesgos balísticos, y aumentando las capacidades de resistencia de la embarcación, así como la supervivencia de la tripulación.

Las LPR-40 disponen además de dos afustes polivalentes de Thor Defense (en proa y en popa), que permiten el uso de ametralladoras Browning M-2HBQCB de 12.7 milímetros (duales e individuales), así como montantes laterales que facilitan el uso de ametralladoras FN Herstal M-249 de 5.56 milímetros (para Colombia) y US Ordnance M-60 de 7.62 milímetros (para Brasil). Estos afustes posibilitan además el uso en la estación de armas de popa del lanzagranadas Milkor MK-19 de 40 milímetros, brindándole con ello mayor capacidad de fuego y reacción a la embarcación. Estas estaciones de armas cuentan para el resguardo de los servidores (artilleros), con Escudos Protectores Curvos (al frente y al respaldo), que aumentan el área de protección y que tienen como característica adicional un muy bajo peso que facilita la maniobrabilidad de la estación.

Con este tipo de embarcaciones la armada colombiana busca fortalece sus brigadas de infantería de marina, con la dotación de un total de veinte de estas lanchas, en un esfuerzo por mantener activos y modernizados sus elementos de combate fluvial.

Por supuesto debe mencionarse el planeamiento conjunto que Cotecmar, viene adelantando con la Armada Colombianas, para el comienzo de los trabajos de construcción de las nuevas Plataformas Estratégicas de Superficie (PES), para el año 2019, extendiéndose los mismos hasta el 2022, esto teniendo en cuenta que el ciclo de vida de las fragatas FS1500 Clase Almirante Padilla de la ARC, finalizara en el 2024. En este aparte es posible la colaboración de las mismas empresas que participaron en el Plan Orión Fase 1, a través del cual fueron modernizadas las FS1500 y en la que fueron socias estratégicas compañías como Thales Group y Oto Melara, que desde ya han ofrecido su colaboración para las PES, u otras nuevas como DCNS y Navantia.

En esta línea cabe anotar la finalización de los trabajos de modernización de los submarinos U209/1200 de la Clase Pijao, y la finalización también de los trabajos de tropicalización y envío a Colombia de sus nuevos submarinos costeros U206A.

Y deben destacarse además los diseños navales de la compañía Eduardoño, que provee a la Armada colombiana desde 1996 (al igual que al Ejército y a la FAC) y que recientemente le ha vendido veinte cuatro unidades de su bote 380 Tipo B, cuyas entregas comenzaron en 2013 y finalizaron a mediados de 2014.

Los botes Tipo B son embarcaciones de 38 pies de largo, con un diseño de casco en V modificado, que le ofrece una excelente maniobrabilidad, rápida reacción y velocidad, gracias a sus tres motores fuera aborda Yamaha F250G (250hp/4 tiempos), que tienen la capacidad de operar en alta mar en misiones de control, interdicción marítima, patrullaje costero, protección de recursos naturales y búsqueda y rescate.

Estos botes están además equipados con un radar de búsqueda de alta definición Furuno DRS-2D, con sistemas GPS, con dos afustes Thor Defense para ametralladoras FN Herstal M-249 de 5.56 milímetros o US Ordnance M-60 de 7.62 milímetros, con un sistema L-Rad (cañón acústico) y con radios de largo alcance, así como con sillas amortiguadas Ullman Dynamics Artic-1.

Debe añadirse que las Tipo B son producto de un desarrollo conjunto con la Armada colombiana, pues responden a las necesidades tácticas de esta institución, evolucionando en su diseño –tres generaciones- de acuerdo a los requerimientos operacionales, y a la utilización de normas internacionales (ABYC, HSC, HSNC) en su construcción.

La industria de defensa en Colombia (2): Absorción de tecnología extranjera para modernizar la Fuerza Aérea 

Construcción de entrenadores de vuelo, diseño y fabricación de simuladores, sistemas radáricos o incluso un sistema integral de defensa aérea o programas de modernización de aeronaves, la industria de defensa colombiana ha sabido hacerse con la tecnología necesaria para llevar la Fuerza Aérea al siglo XXI.

Una muestra del empeño, en este caso del propio Estado colombiano, en modernizar el sector de la defensa es la reciente creación de la Corporación de Alta Tecnología (Codaltec), como medio para la acumulación de componentes tecnológicos a partir de la preparación y la producción de sistemas ya necesarios, como los primeros simuladores para aeronaves no tripuladas (UAV) o el desarrollo de plataformas radáricas propias.

De hecho, el Ministerio de la Defensa, a través del Grupo Social y Empresarial de la Defensa (GSED) de su Departamento de Ciencia, Tecnología e Innovación y de Codaltec, ha iniciado el proceso para el desarrollo y puesta en funcionamiento del primer radar de control aéreo y terrestre de diseño colombiano. El primer resultado será un radar de corto alcance con prestaciones aéreas y terrestres totalmente diseñado y desarrollado por el grupo de investigación, el cual se entregará durante el primer trimestre de 2016 a la Fuerza Área Colombiana. Este primer radar vendrá acompañado de la línea de producción de sensores para atender las necesidades de las FFMM y de la industria civil, la cual se establecerá en la sede de Codaltec en la ciudad de Villavicencio –centro de esta nación- sede además de un nuevo clúster empresarial.

En esta misma línea fueron recientemente desarrollados y entregados una serie de nuevos simuladores, entre lo que se destacan dos productos de modelación y simulación para su uso por la Fuerza Aérea de Colombia (FAC).

El primero de ellos es el Simart, diseñado por Codaltec y operado por el Comando Aéreo de Combate Cacom Nº 2 'Capitán Luis Francisco Gómez Niño' en la base de Apiay en el Departamento del Meta, al oriente de esta nación. Este simulador está diseñado para el entrenamiento de los operadores de los UAV Boeing-Insitu Scan Eagle y Night Eagle, aeronaves remotamente tripuladas (designación colombiana), en servicio actualmente en la FAC.

El Simart también puede configurarse para instruir a las futuras tripulaciones de los Elbit System Hermes 450 y 900, adquiridos por la Fuerza Aérea colombiana y hay planes para su comercialización –versión BETA-, en un proyecto en el que fueron invertidos cerca de 650.000 dólares estadounidenses.

El segundo de estos nuevos simuladores es el Simaer, también operado por el Cacom Nº 2, producto del diseño y trabajo de Codaltec y del apoyo que en este sentido brindaron la Gobernación del Departamento del Meta, la Alcaldía de Villavicencio (capital de este Departamento) y la Dirección de Ciencia y Tecnología de Ministerio de Defensa.

El Simaer está diseñado para simular las condiciones de vuelo de un avión Cessna 208 Caravan, que en la actualidad es operado por las Fuerzas Armadas colombianas, para el desarrollo de misiones de comando, control e inteligencia, así como trasportes Medevac.

El simulador entre sus características más importantes, cuenta con un sistema de visualización con proyección superior a los 180º, en donde se reproducen en 3D, diversas aéreas de operación en este país, facilitando con ello el entrenamiento de las actuales y futuras tripulaciones de estas aeronaves.

La FAC cuenta además con el simulador para UH-60 Black Hawk, ubicado en las instalaciones del Comando Aéreo de Combate (Cacom) Nº 4 de esta nación. El mismo cuenta con tecnología de movimiento completo (plataformas de movimiento de seis grados, Nivel D, según estándares FAA), que reproduce también y de manera detallada los controles e interfaces de este tipo de aeronaves, incluyendo sistemas visuales de campo amplio exterior.

Cabe anotar que este simulador para helicópteros UH-60L Black Hawk, es el único de su tipo en la región y presta sus servicios en Colombia, gracias a la aplicación de la Política de Cooperación Industrial y Social (Offset).

El simulador opera bajo la modalidad de Leasing, siendo propiedad de la compañía Flight Safety, contratada por Sikorsky Aircraft, empresa que a su vez contrata con la Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana (CIAC) los servicios de entrenamiento (755 dólares la hora aproximadamente) destinados a los pilotos de la FAC y ahora de la Aviación del Ejército y la Policía colombianas.

Por otro lado la Fuerza Aérea colombiana está pendiente del futuro desarrollo por un lado del Sistema Integral de Defensa Aérea (Sisdan), cuyos radares Northrop Grumman AN/TPS-78 (cuatro unidades) fueron recibidas recientemente, estando pendiente la selección de un sistema misilístico tierra-aire de mediano alcance. Y también el de la Plataforma Mariposa de cómputo, comando, control y comunicaciones + inteligencia e información (C4i2), este último de estricto carácter reservado.

De igual forma y a través de la Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana y la unión temporal avión de entrenamiento Lancair, en las instalaciones del Comando Aéreo de Mantenimiento (Caman) se adelantó la fabricación (bajo licencia de Lancair) del entrenador primario T-90 Calima, del cual fueron entregadas 20 unidades, que cuentan con un Glass Cockpit y sistemas Garmin NAV, en un proceso que busca renovar la flota de los aviones de entrenamiento Beechcraft T-34 Mentor y los Cessna T-41 Mescalero con más de cuarenta años de servicio.

También la CIAC, adelanto el proceso de modernización de 13 de los Embraer Tucano T-27M de la FAC, los cuales incluyeron la actualización de los sistemas de planos y trenes de aterrizaje, inspección de los orificios de sujeción, instalación de nuevos fittings, refuerzos estructurales, así como de la aviónica y los kits de cabinas y cuyo valor asciendo aproximadamente a los 6.500.000 millones de dólares.

Este proceso respondió a que la flota de Tucanos colombianos llego al número máximo de horas de vuelo reglamentarias (80.000) y a la certificación dada por Embraer y con la que cuenta la CIAC para realizar este tipo de trabajos en sus instalaciones.

También viene adelantándose el proceso de revisión y puesta en operatividad de la flota de cazas de combate IAI Kfir C10/C12, con la participación activa de la compañía Israel Aerospace Industries, que ha realizado por primera vez y luego de un largo periodo, profundas inspecciones técnicas de varios de los sistemas de estas aeronaves, reemplazando algunos elementos y piezas con el fin de garantizar la operatividad y la seguridad en vuelo de los Kfir. Para inicios de diciembre estarían disponibles 11 aeronaves, esperándose en un corto tiempo la operatividad plena de las 20 unidades en inventario.

Finalmente otro interesante proceso de modernización es el programa denominado Arpía IV, en los que participan las compañías Rafael Advanced Defense Systems, con sus sistemas de armas Spike Nlos, Er y LR y Elbit Systems, con sus cascos Anvis/Hud®-24. Desafortunadamente y para mediados de 2014 se presentaban serios problemas para la creación de la interfaz entre los cascos y los sistemas de armas, lo que se traducía en que no era posible la adquisición de blancos con los Anvis para los Spike. Además se conocía también que el sistema Nlos por razones de licencia sufría de una importante limitación en sus capacidades de alcance, lo que reducía significativamente las prestaciones de esta arma. Estas situaciones fueron solucionadas por la Fuerza Aérea, lo que ha permitido un aumento considerable de las capacidades de disuasión de esta fuerza, pues contará a corto plazo con una plataforma de ataque a tierra, particularmente contra formaciones blindadas y de artillería y estando ya en servicio tres de estas aeronaves.

La industria de defensa en Colombia (y 3): Desarrollo e innovación para equipar al Ejército “a la carta” 

La industria de defensa colombiana ha apostado cada vez más por la innovación y el desarrollo de productos específicos destinados a la demanda meramente nacional. Esto ha permitido que el Ejército de Colombia nutra a sus tropas de equipos de última generación y diseñados ex profeso para sus necesidades.

Una de las innovaciones industriales que más ha beneficiado al Ejército colombiano han sido los simuladores virtuales gracias, en parte, a la puesta en funcionamiento del Markab, producto desarrollado por la Corporación de Alta Tecnología (Codaltec). Este simulador es empleado en el entrenamiento (y reentrenamiento) de las tripulaciones de los vehículos Textron Marine & Land Systems (TM&LS) M1117 Commando Advance (Pegaso, según designación colombiana), AFV, desplegados por el Ejército de esta nación.

El Markab es un dispositivo de entrenamiento fijo por medio del cual conductor y artillero se entrenan en la operación del vehículo. El dispositivo dispone de una réplica exacta de la cabina (controles y mandos), así como de un sistema de visualización inmersivo para el artillero, estación de instructor y escenarios operacionales de alta resolución (selva, desierto, urbano, etc.), permitiendo que la tripulación realice maniobras de identificación de riesgos, ataque, evasión y operaciones conjuntas.

Pero además de nuevas tecnologías para el entrenamiento de su personal, el Ejército ha adquirido además nuevos sistemas para el transporte de sus efectivos, entre los que se destacan los treinta y dos 6x6 LAV III DVH de la General Dynamics Land Systems (Gladiador, según designación colombiana), que vienen equipados con la Samson Mini RCWS y destinados a la infantería mecanizada (y del que probablemente se comprarán otras 32 unidades), así como los sesenta y siete 4x4 M1117 Commando Advanced de la TM&LS equipados con la estación de arma UGWS, modelos ambos que hacen parte del proceso de renovación de los medios blindados de esta nación, y particularmente protegidos contra los efectos de AEI, MAP y MUSE, usadas comúnmente por las organizaciones insurgentes y terroristas de esta nación.

Viene también desarrollándose desde el segundo semestre de 2015, un proceso de mantenimiento mayor de las torretas y del cañón EC-90 Cockerill Mk-3 de los vehículos de combate EE-9 Cascavel, principal medio blindado colombiano, y con el fin de poder prolongar el despliegue de este sistema por un período adicional de tiempo, mientras se materializa el proyecto de selección y compra de un medio que reemplace a estos vehículos. Estos trabajos son realizados por la empresa colombiana Universal de Metales, con amplia experiencia en este tipo de procesos y que además participo activamente en el mantenimiento mayor que se les realizo a los transportes blindados TPM-113 A1.

El Ejército también ha sido dotado con los modernísimos obuses LGI MK-III de la francesa Nexter, así como los sistemas de dirección, integración y control de tiro Nexter Bacara, aumentando su inventario actual a veinte tres unidades.

Por otro lado y en relación a los vehículos del tipo MRAP, la colombiana Armor International, ha diseñado un modelo de estas características, el Hunter TR-12, del cual el Ejército de esta nación despliega cuatro unidades (dos de reciente adquisición) mas una tercera que es operada por Surinam, existiendo interés por parte del Ecuador en este prototipo.

El Hunter TR-12 va ya por su segunda generación, pues las dos nuevas unidades incluyen un paquete de mejoras, producto de su uso táctico por parte del Ejército Colombiano y de su desempeño en situaciones reales de combate, entre las que se destaca un nuevo diseño de la “quilla” contra explosivos (que aumenta la resistencia contra AEI, MAP y MUSE, y la protección de la tripulación), la adición de soportes para antenas de comunicaciones y la instalación de barras laterales en el techo para la carga de equipos de intendencia, campaña y provisiones.

Los nuevos Hunter, cuentan además, con la estación de armas Thor Manuel Turret en la parte delantera del vehículo, desde la cual se puede operar una ametralladora Browning M-2HBQCB de 12,7 mm, o una ametralladora US Ordnance M-60 de 7,62 mm. Esta estación puede ser accionada por un artillero y puede girar 360 grados.

En esta misma línea tanto el Ejército como la Policía han adquirido los vehículos de la colombiana ISBI, y de los modelos APC y Guradian, que son desplegados dentro del Programa de Seguridad en Carreteras Nacionales, así como trece unidades del israelí Plasan Sandcat, ocho en servicio en el Ejército y cinco en la Policía.

Por otro lado la Industria Militar (Indumil) ha desarrollado en el marco de su apuesta de I+D, la primera pistola de fabricación nacional, la Córdova 9 milímetros, que en un primer lote fue adquirida por el Ejército y la Policía colombiana y que va ya por su segunda generación, introduciendo mejoras notables. También están fabricando el fusil Galil ACE de 5.56x45 milímetros, arma de bajo peso, que cuenta con miras reflectivas Meprolight y rieles Picattiny, con culata regulable y que ya está en uso por parte de la fuerzas armadas de este país.

El Ministerio de la Defensa también ha venido incentivando el programa conocido como Soldado del Futuro Colombiano (SFC), iniciativa que tiene como objeto mejorar a través de la tecnología, el material del que disponen los miembros de la fuerza pública, para lo cual se han diseñado una serie de elementos y equipos novísimos y productos del ingenio colombiano. Entre ellos tenemos los siguientes:

 -Bota para contrarrestar la acción térmica y destrozante de AEI, hecha de componentes antimicóticos así como nanotecnología y materiales finos y flexibles como el grafeno.

-Vehículo Anti Explosivo Ligero (VALI), producto del trabajo conjunto entre Indumil y la facultad de ingeniería de la Universidad Militar Nueva Granada Este modelo posee un cañón disruptor, un brazo robótico y un conjunto de cámaras (day/night), todos operados de manera remota para manipular y destruir artefactos explosivos, tanto en zonas urbanas como rurales e incluso en ambientes climáticos adversos como la lluvia.

-Bengala Electrónica Reutilizable, desarrollada por el Centro de Investigación en Electrónica, Telecomunicaciones e Informática del Ejército y que pasa por ser un instrumento electrónico y reutilizable que suple las tradicionales bengalas de luz utilizadas hasta el momento durante operaciones de aterrizaje de aeronaves en pistas ubicadas en las áreas de operaciones.

-Repelente Electrónico de Vectores, que combate a una de las enfermedades tropicales que más afecta al personal de las Fuerzas Armadas colombianas, la leishmaniasis, cuyos vectores de trasmisión se encuentran a lo largo de este país, particularmente en las zonas rurales y tropicales.

Es pues en este sentido, y con base en lo anteriormente descrito, que el Ministerio de la Defensa colombiano trabaja a través de las llamadas “Apuestas Sectoriales” en la capacidad de innovación al interior de las Fuerzas Armadas (junto a la empresa privada), para desarrollar capacidades para crear, pero también para mantener y modernizar, equipos y armas, pensando además en el mercado regional.

Las acciones están entonces dirigidas a grandes proyectos, pero también al diseño de sistemas que solucionen necesidades básicas o concretas del soldado o policía y es aquí en donde podemos referenciar los siguientes sistemas de primordial relevancia para el cumplimiento de las misiones y como muestra de y desde donde están surgiendo ideas y conceptos que se transforman en sistemas de utilidad en el ámbito y la esfera militar.

Los nuevos desarrollos, muchos enteramente nacionales, son una muestra de las capacidades del sector de la defensa colombiano y de cómo los mismos están potencializando y catalizando los procesos de transformación de la industria de esta nación, estimulando de paso la innovación como medio para la competitividad al interior de las Fuerzas Armadas y particularmente dentro de las Empresas del Grupo de la Defensa.

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