Tandanor pone en marcha el primer motor generador del rompehielos argentino 'Irizar'

Foro Defensa de la Industria

Montevideo

Gabriel Porfilio

El presidente del astillero argentino Tandanor, Mario Fadel, anunció la semana pasada en el foro Defensa de la Industria la puesta en marcha del primer motor generador del nuevo Rompehielos Almirante Irizar. Este buque construido en los años 70 ha sido reparado y modernizado recientemente en este astillero estatal cercano a Buenos Aires por un consorcio argentino-español liderado por la empresa SENER y se espera que esté operativo para la campaña antártica 2015-2016.

Fadel destacó que el astillero estatal ha reparado 900 buques, más de la mitad de usuarios privados, tras el proceso de estatalización de las instalaciones iniciado en 2007. A este respecto, señaló que un 25 por ciento de las reparaciones se han hecho a buques extranjeros procedentes de América Latina y del resto del mundo.

El presidente de Tandanor explicó que cuando se decide nacionalizar el complejo contaba con sólo 150 trabajadores e incluso fue necesario rescatar a veteranos de la Armada para capacitar a 60 jóvenes en la reparación de la vida media de los submarinos. En este sentido, apuntó que “lo más importante de la recuperación de Tandanor y de la constitución del complejo naval argentino fue haber confiado en nuestra gente”.

La reconstrucción y modernización del Rompehielos Almirante Irizar y la reparación de vida media del submarino San Juan en el Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR), que comprende a los astilleros Tandanor y Almirante Storni, son dos hitos fundamentales en la reactivación de la industria naval argentina en esta última década.

En el marco de la conferencia La industria naval, recuperación de capacidades y nuevos proyectos, el secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, Santiago Rodríguez, también destacó que el proceso de recuperación de la industria naval necesita de los actores estratégicos del Estado como CINAR, pero también es imprescindible el protagonismo del capital privado.

Foto: Defensa de la Industria