Por: Federico Luna
Es sabido el hecho de que en el último mes de este año, la flota Mirage será desprogramada como SdA, entonces el peso de las intercepciones aéreas quedan en el SdA A-4Ar, sin embargo algunos de los problemas que han aquejado a los deltas argentinos también impactan en los “Scooter”, como tradicionalmente se les conoce desde sus días en la Armada e Infantería de Marina de los Estados Unidos.
Estos aparatos han tenido una larguísima inducción, consecuente con el hecho del bloqueo de venta de armamento impuesto por los EE.UU. hasta mediados de la década de 1990, como consecuencia del Conflicto del Atlántico Sur con el Reino Unido de Gran Bretaña. La Argentina comenzó una negociación por 54 A-4, los cuales luego de que se autorizara a aplicar una modernización similar a los “Kahu” neozelandeses, esto dio lugar a los A-4Ar, los mismos incluían sistemas y aviónica compatible con el F-16, especialmente en sus sistemas de misión y radar, lo que anticipaba el futuro interés de la fuerza por el “Viper”, un hecho que se mantiene hasta el día de hoy. Entonces de 54 aparatos, resultamos con 36 actualizados. De estos 32 serían A-4M Skyhawk II y 4, a la versión OA-4AR, biplazas originalmente OA-4F.
A partir del año 2000, no tanto tiempo atrás, la flota estuvo completa ante las entregas de conversiones realizadas en los EE.UU. y el resto realizadas localmente. Tal como una convención prácticamente de la situación de la FAA, aproximadamente la mitad fue puesta en conservación y los aparatos progresivamente rotados para generar un desgaste de células y materiales lo más uniforme posible. Lamentablemente el resto de los contratos acompañando al original, entre los que se destaca su armamento, repuestos y rotables, nunca fue suscrito ni en tiempo ni en forma, ya que en estos 15 años todo lo que sea adquirido ha sido con mucho esfuerzo y totalmente insuficiente, en donde sería raro ver operar más de 6 aparatos al mismo tiempo. Ya a principios de los 2000, en Brasil y Argentina, ante el próximo cierre o limitación importante de la logística y soporte del aparato comenzaron a implementarse iniciativas para salvaguardar a ambas flotas, de la FAA y de la Marinha, inconvenientes a largo plazo. Sin embargo las restricciones presupuestarias llegaron directamente a la provisión de repuestos, rotables e insumos varios necesarios.
La modernización aunque ha tenido una potenciación enorme, de las capacidades del aparato más alla de que algunos de sus beneficios ya estuvieran parcialmente aplicados en la modernización Finger de los Mirage, brindan una característica moderna a este aparato en sus sistemas de navegación, comunicaciones, guerra electrónica y asimismo la propia capacidad de realizar integraciones de manera 100% local, sin embargo esta modificación siempre se ha demostrado problemática, lo cual entre otras cosas y debido a algunas cuestiones no resueltas posteriormente penalizan en parte también la operatividad del sistema de armas, especialmente inconvenientes en el sistema de radar, también como el propuesto reemplazo de la unidad de potencia auxiliar asi como el reemplazo de sus piezas Mk 12 de 20mm por DEFA 30mm tal y como en el programa “Halcon” aplicado a los A-4B y C post 1982.
Desde su llegada, el A-4Ar solo ha operado con misiles AIM-9L y M, de los cuales existen serias dudas acerca de su operatividad, y con bombas tontas, sin mucho avance en relación a las capacidades existentes ni mucho menos aprovechando la polivalencia del medio. El desarrollo de las bombas Dardo y Dardo II, desarrolladas por la FAA, no se ha materializado más allá de la etapa de prototipo sin llegar siquiera a homologar por completo una partida piloto. Un contraste enorme en una región donde armamento guiado de corto y largo alcance hace su despliegue permanente hace no menos de 2 décadas. Otra de las consecuencias más inmediatas del fin de ciclo del soporte es la falta de acceso a los cartuchos de eyección de los asientos “Escapac”, aunque se había planteado el reemplazo por ACES II, de parte de la empresa AeroFalcon como intermediaria de Martin Baker, la misma no se materializo, aunque si por ejemplo el reemplazo de los “Stencel” en la conversión de IA-63 a los Martin Baker Mk10. Brasil a diferencia de la Argentina, ha adquirido un importante stock de estos cartuchos para asi poder continuar operándolos, aunque es limitado y se presume apelara al reemplazo de los asientos.
No solo problemas de soporte se han dado, sino que varias de las células tienen problemas importantes de corrosión, un hecho que ha sido advertido por el personal del Área Material Rio Cuarto durante el mantenimiento de los aparatos. Todas estas circunstancias, las cuales en su gran medida podrían ser subsanadas y así operar más de la mitad de la flota existente, descartando a los aparatos accidentados, perdidos y con problemas severos. Las medidas en ese sentido se podrían tomar tanto localmente como con Brasil que ha acordado el soporte de sus Skyhawk en un acuerdo con EMBRAER, asi como a sus mayores operadores, Estados Unidos e Israel. de no tomar acciones al respecto, dentro de los próximos 48 meses deberemos sumar a los “Fightinghawk” a la lista de capacidades perdidas.
Es sabido el hecho de que en el último mes de este año, la flota Mirage será desprogramada como SdA, entonces el peso de las intercepciones aéreas quedan en el SdA A-4Ar, sin embargo algunos de los problemas que han aquejado a los deltas argentinos también impactan en los “Scooter”, como tradicionalmente se les conoce desde sus días en la Armada e Infantería de Marina de los Estados Unidos.
Estos aparatos han tenido una larguísima inducción, consecuente con el hecho del bloqueo de venta de armamento impuesto por los EE.UU. hasta mediados de la década de 1990, como consecuencia del Conflicto del Atlántico Sur con el Reino Unido de Gran Bretaña. La Argentina comenzó una negociación por 54 A-4, los cuales luego de que se autorizara a aplicar una modernización similar a los “Kahu” neozelandeses, esto dio lugar a los A-4Ar, los mismos incluían sistemas y aviónica compatible con el F-16, especialmente en sus sistemas de misión y radar, lo que anticipaba el futuro interés de la fuerza por el “Viper”, un hecho que se mantiene hasta el día de hoy. Entonces de 54 aparatos, resultamos con 36 actualizados. De estos 32 serían A-4M Skyhawk II y 4, a la versión OA-4AR, biplazas originalmente OA-4F.
A partir del año 2000, no tanto tiempo atrás, la flota estuvo completa ante las entregas de conversiones realizadas en los EE.UU. y el resto realizadas localmente. Tal como una convención prácticamente de la situación de la FAA, aproximadamente la mitad fue puesta en conservación y los aparatos progresivamente rotados para generar un desgaste de células y materiales lo más uniforme posible. Lamentablemente el resto de los contratos acompañando al original, entre los que se destaca su armamento, repuestos y rotables, nunca fue suscrito ni en tiempo ni en forma, ya que en estos 15 años todo lo que sea adquirido ha sido con mucho esfuerzo y totalmente insuficiente, en donde sería raro ver operar más de 6 aparatos al mismo tiempo. Ya a principios de los 2000, en Brasil y Argentina, ante el próximo cierre o limitación importante de la logística y soporte del aparato comenzaron a implementarse iniciativas para salvaguardar a ambas flotas, de la FAA y de la Marinha, inconvenientes a largo plazo. Sin embargo las restricciones presupuestarias llegaron directamente a la provisión de repuestos, rotables e insumos varios necesarios.
La modernización aunque ha tenido una potenciación enorme, de las capacidades del aparato más alla de que algunos de sus beneficios ya estuvieran parcialmente aplicados en la modernización Finger de los Mirage, brindan una característica moderna a este aparato en sus sistemas de navegación, comunicaciones, guerra electrónica y asimismo la propia capacidad de realizar integraciones de manera 100% local, sin embargo esta modificación siempre se ha demostrado problemática, lo cual entre otras cosas y debido a algunas cuestiones no resueltas posteriormente penalizan en parte también la operatividad del sistema de armas, especialmente inconvenientes en el sistema de radar, también como el propuesto reemplazo de la unidad de potencia auxiliar asi como el reemplazo de sus piezas Mk 12 de 20mm por DEFA 30mm tal y como en el programa “Halcon” aplicado a los A-4B y C post 1982.
Desde su llegada, el A-4Ar solo ha operado con misiles AIM-9L y M, de los cuales existen serias dudas acerca de su operatividad, y con bombas tontas, sin mucho avance en relación a las capacidades existentes ni mucho menos aprovechando la polivalencia del medio. El desarrollo de las bombas Dardo y Dardo II, desarrolladas por la FAA, no se ha materializado más allá de la etapa de prototipo sin llegar siquiera a homologar por completo una partida piloto. Un contraste enorme en una región donde armamento guiado de corto y largo alcance hace su despliegue permanente hace no menos de 2 décadas. Otra de las consecuencias más inmediatas del fin de ciclo del soporte es la falta de acceso a los cartuchos de eyección de los asientos “Escapac”, aunque se había planteado el reemplazo por ACES II, de parte de la empresa AeroFalcon como intermediaria de Martin Baker, la misma no se materializo, aunque si por ejemplo el reemplazo de los “Stencel” en la conversión de IA-63 a los Martin Baker Mk10. Brasil a diferencia de la Argentina, ha adquirido un importante stock de estos cartuchos para asi poder continuar operándolos, aunque es limitado y se presume apelara al reemplazo de los asientos.
No solo problemas de soporte se han dado, sino que varias de las células tienen problemas importantes de corrosión, un hecho que ha sido advertido por el personal del Área Material Rio Cuarto durante el mantenimiento de los aparatos. Todas estas circunstancias, las cuales en su gran medida podrían ser subsanadas y así operar más de la mitad de la flota existente, descartando a los aparatos accidentados, perdidos y con problemas severos. Las medidas en ese sentido se podrían tomar tanto localmente como con Brasil que ha acordado el soporte de sus Skyhawk en un acuerdo con EMBRAER, asi como a sus mayores operadores, Estados Unidos e Israel. de no tomar acciones al respecto, dentro de los próximos 48 meses deberemos sumar a los “Fightinghawk” a la lista de capacidades perdidas.
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