La unidad de Infantería de Marina es repotenciada en el marco del Proyecto Recuperación de VAO de la Armada Argentina.
Buenos Aires - Desde el inicio de este siglo, la Armada transita un camino ininterrumpido en proyectos de recuperación de unidades y sistemas operativos. El proyecto de recuperación de Vehículo Anfibio a Oruga –VAO– fue el primer proyecto en su tipo en el país y significó un desafío para la Armada y para la industria nacional que encaró una modernización de esta envergadura.
El desarrollo y fabricación de partes como el “know how” es propiedad de la Armada; personal de la Infantería de Marina, especialidad motoristas, asesoraron a la empresa contratista en temas técnicos como también verificaron el cumplimiento de tareas específicas. En tanto que la empresa argentina Mecatrol concretó el reemplazo del motor, diseñó sistemas y elaboró piezas.
Las pruebas de motor se concretaron con éxito y fueron efectuadas en el predio de la empresa en Boulogne en el Gran Buenos Aires. En la ocasión el Capitán de Navío Guillermo Ríos, a cargo del proyecto, contó los pasos de la recuperación de los VAO de la cual participó el director general de Material de la Armada, Vicealmirante Eduardo Urrutia; el comandante de la Infantería de Marina, Contralmirante Pedro Galardi; y el director de Casco, Electricidad, y Máquinas Navales, Contralmirante Ángel Antonio Cuccorese.
El director y fundador de la empresa, Raúl Lamelas, destacó el trabajo efectuado en el motor: “Nosotros adaptamos el motor marino a sistema terrestre y esa adaptación comprendió la refrigeración y los componentes para ese uso. Recorrimos la caja de transferencia, de potencia. Se incorporó al vehículo para que funcione terrestre y de manera anfibia”.
A su vez, la empresa tiene experiencia en otras tareas con unidades de la Armada tales como la corbeta ARA “Gómez Roca” a la cual se le fabricó la consola de control averías y, desde 2007, con los proyectos VAO y Panhard de recuperación. “Estos proyectos me dieron una satisfacción enorme porque al cabo de tiempo y de uso dan una prestación buena y tuvieron resultados excelentes en cuanto a no tener mantenimiento excesivo”, destacó.
La iniciativa de la Armada contribuyó a potenciar la industria nacional metalmecánica involucrando en forma directa a Pymes y una cadena de proveedores. En tanto que el personal de la Infantería involucrado adquirió experiencia única entre los países que poseen este tipo de vehículos en lo referido al mantenimiento de 3° y 4° escalón.
La recuperación de los vehículos anfibios contribuye a mantener la capacidad anfibia permitiendo el adiestramiento del personal.
Antecedentes del prototipo
En 1998 por iniciativa del Comando de la Infantería de Marina se plasmó la idea de recuperar y modernizar los Vehículos Anfibios a Oruga (VAO) y a Rueda (VAR). La iniciativa buscó el reemplazo de los motores originales y la capacidad de sostenerlos logísticamente; por otro lado el diseño y la fabricación de partes y componentes de industria nacional.
Los vehículos debían ser sometidos a su desarmado y vuelto a ensamblar recorriendo y reemplazando partes, repuestos y accesorios.
Para modernizar los VAO fueron realizados estudios con los cuales se generó un prototipo con ciertas especificaciones y requerimientos para modernizar 10 vehículos más. El proyecto otorga una vida útil de 15 años y asegura mantener la capacitación del personal de conductores, mantenimiento y usuarios de los vehículos anfibios.
El desarrollo y fabricación de partes como el “know how” es propiedad de la Armada; personal de la Infantería de Marina, especialidad motoristas, asesoraron a la empresa contratista en temas técnicos como también verificaron el cumplimiento de tareas específicas. En tanto que la empresa argentina Mecatrol concretó el reemplazo del motor, diseñó sistemas y elaboró piezas.
Las pruebas de motor se concretaron con éxito y fueron efectuadas en el predio de la empresa en Boulogne en el Gran Buenos Aires. En la ocasión el Capitán de Navío Guillermo Ríos, a cargo del proyecto, contó los pasos de la recuperación de los VAO de la cual participó el director general de Material de la Armada, Vicealmirante Eduardo Urrutia; el comandante de la Infantería de Marina, Contralmirante Pedro Galardi; y el director de Casco, Electricidad, y Máquinas Navales, Contralmirante Ángel Antonio Cuccorese.
El director y fundador de la empresa, Raúl Lamelas, destacó el trabajo efectuado en el motor: “Nosotros adaptamos el motor marino a sistema terrestre y esa adaptación comprendió la refrigeración y los componentes para ese uso. Recorrimos la caja de transferencia, de potencia. Se incorporó al vehículo para que funcione terrestre y de manera anfibia”.
A su vez, la empresa tiene experiencia en otras tareas con unidades de la Armada tales como la corbeta ARA “Gómez Roca” a la cual se le fabricó la consola de control averías y, desde 2007, con los proyectos VAO y Panhard de recuperación. “Estos proyectos me dieron una satisfacción enorme porque al cabo de tiempo y de uso dan una prestación buena y tuvieron resultados excelentes en cuanto a no tener mantenimiento excesivo”, destacó.
La iniciativa de la Armada contribuyó a potenciar la industria nacional metalmecánica involucrando en forma directa a Pymes y una cadena de proveedores. En tanto que el personal de la Infantería involucrado adquirió experiencia única entre los países que poseen este tipo de vehículos en lo referido al mantenimiento de 3° y 4° escalón.
La recuperación de los vehículos anfibios contribuye a mantener la capacidad anfibia permitiendo el adiestramiento del personal.
Antecedentes del prototipo
En 1998 por iniciativa del Comando de la Infantería de Marina se plasmó la idea de recuperar y modernizar los Vehículos Anfibios a Oruga (VAO) y a Rueda (VAR). La iniciativa buscó el reemplazo de los motores originales y la capacidad de sostenerlos logísticamente; por otro lado el diseño y la fabricación de partes y componentes de industria nacional.
Los vehículos debían ser sometidos a su desarmado y vuelto a ensamblar recorriendo y reemplazando partes, repuestos y accesorios.
Para modernizar los VAO fueron realizados estudios con los cuales se generó un prototipo con ciertas especificaciones y requerimientos para modernizar 10 vehículos más. El proyecto otorga una vida útil de 15 años y asegura mantener la capacitación del personal de conductores, mantenimiento y usuarios de los vehículos anfibios.
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