Para finales de esta década Rusia ya podría contar con un arma hipersónica que permitiría a su Ejército superar cualquier defensa antimisiles, afirma el experto político y tecnológico Vasili Kashin.
Rusia podrá ver culminado a finales de la actual década el proyecto 4202, que busca crear una parte delantera maniobrable hipersónica para misiles balísticos intercontinentales. Sus orígenes se remontan a la época soviética.
El misil ya ha realizado al menos cinco pruebas, según relató Kashin, subdirector del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, citado por el portal Ekonómika Segodnia.
El experto reveló que el vehículo alcanzará velocidades superiores a Mach 10, comparables a las de las ojivas de misiles balísticos actuales. Pero la diferencia conceptual del proyecto 4202 consiste en que la cabeza del misil podrá maniobrar de manera imprevista y realizar una trayectoria especialmente complicada.
"Esta peculiaridad hace prácticamente imposible la creación de sistemas de defensa antimisiles contra el proyecto 4202", aseguró el experto.
Además de Rusia, EE.UU. y China están desarrollando un arma semejante. Según Kashin, China se encuentra diez años por detrás de los avances rusos en la materia, mientras EE.UU. se encuentra al mismo nivel que Rusia.
"Pero hay una diferencia: mientras su proyecto está vinculado al concepto de Ataque Global Inmediato, que permitiría atacar cualquier punto del planeta en un plazo de una hora con armas convencionales, de Rusia busca modernizar sus armas nucleares para superar cualquier sistema de defensa antimisiles", explicó Kashin.
Estas ojivas serán incorporadas por el Ejército ruso a finales de esta década. Actualmente están siendo probadas usando misiles UR-100 (SS-11 Sego, según la clasificación de la OTAN), pero en el futuro se instalarán en los pesados misiles Sarmat.
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