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lunes, 22 de junio de 2015

Qué está haciendo EE.UU. para protegerse de los misiles de Rusia

Qué está haciendo EE.UU. para protegerse de los misiles de Rusia
La escalada de la tensión con Rusia ha llevado a EE.UU. a preparar una red para la defensa de sus ciudades ante los misiles de su rival. Rusia es un país especialista en misiles de crucero, y a EE.UU. le preocupa especialmente el Kh-101, con un radio de alcance de casi 2.000 km. 

Además, la distancia a la que llega puede aumentarse gracias a la posibilidad de lanzarlo desde buques y submarinos.

El plan incluye radares con los que los aviones de combate F-16 de la Guardia Nacional podrían detectar y derribar los miles rusos de baja altura. Estos radares se combinarían con globos aerostáticos repletos de sensores y con buques de guerra que equiparían tanto sensores como misiles capaces de interceptar a los proyectiles rusos.

A principios de este año, el almirante William Gortney, al frente del Mando del Norte de EE.UU. –NORTHCOM- y del Mando de Defensa Aeroespacial Norteamericano –NORAD-, realizó una petición justificada por la “urgente necesidad”, para que los F-16 montaran radares AESA y que patrullaran el cielo de Washington.

La estrella entre las herramientas de Defensa contra estos misiles es el globo aerostático JLENS, que el Pentágono está probando en sus instalaciones de tests de Aberdeen –Maryland-, al norte de Baltimore

El Departamento de Defensa asegura que, desde su posición, el potente radar que equipa JLENS puede detectar pequeños objetos en movimiento, en un radio que abarca de Boston a Norfolk –Virginia-, donde se encuentra la sede de la Flota Atlántica de la Armada de EE.UU. 

En un test organizado el año pasado en Utah, JLENS fue capaz de interceptar un misil de crucero y enviar información sobre el objetivo a un avión F-15, desde el que a su vez se disparó otro misil contra la amenaza... guiado por los sistemas del globo aerostático.

Hasta el momento, EE.UU. se había preparado para defenderse de misiles de largo alcance procedente de Irán o Corea del Norte, aunque ninguno de estos países tenga todavía armamento de esas características con el que atacar a Norteamérica. 

Es la defensa contra misiles de corto alcance la que hasta ahora no había recibido la importancia que merece. En otras palabras, se ha cuidado la defensa contra misiles balísticos, pero se ha dejado de lado la que protegería contra misiles de crucero. Éstos últimos circulan más próximos al suelo y pueden maniobrar durante su vuelo, por lo que son más difíciles de detectar por los radares.

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